La QH reabre el debate sobre los límites físicos

La Marcha Cicloturista Quebrantahuesos sigue la estela de otras pruebas populares de gran resistencia que ya exigen un certificado médico o un currículum deportivo.

Momento de la llegada del pelotón de la Quebrantahuesos a lo alto de Somport, uno de los cuatro puertos de la prueba.
Momento de la llegada del pelotón de la Quebrantahuesos a lo alto de Somport, uno de los cuatro puertos de la prueba.
Javier Broto

"Habrá quien se gaste 1.500 euros en una bici y le parezca una barbaridad pagar por pasar un examen médico, pero lo hacemos pensando en la salud de los participantes y también porque Francia nos lo exige". Roberto Iglesias, vicepresidente de la peña Edelweiss de Sabiñánigo, justifica la decisión tomada este año de obligar a los 10.500 cicloturistas de la Quebrantahuesos a presentar un certificado médico si quieren tomar la salida de esta carrera de 200 kilómetros y 3.500 metros de desnivel. El anuncio ha generado tantas dudas que la organización ha tenido que publicar un comunicado aclarando qué tipos de certificados son válidos y sus precios (de 20 a 30 euros).


Iglesias recuerda que en 2015 murió un corredor en la Behobia San Sebastián y que en la propia QH (que lleva 25 ediciones) hubo un fallecido por infarto hace unos años. "Cada vez se están dando más casos en pruebas de gran fondo y, posiblemente, algunos se hubieran podido evitar con solo un electro", afirma. Por ello, cree que "tarde o temprano" esta obligación se irá extendiendo.


La medida impuesta por la QH reabre el debate sobre si es o no exigible pasar un reconocimiento médico o una prueba de esfuerzo (cuyos precios oscilan entre 50 y 150 euros) para poder hacer una carrera de ultrarresistencia, ya sea en bici o corriendo, tan populares en los últimos años.


Así por ejemplo, en la otra gran cicloturista de Huesca, la Puertos de Ribagorza (184 km y 2.700 metros de desnivel), el reglamento deja claro que el corredor "manifiesta encontrarse físicamente apto para la prueba y su participación en la prueba está bajo su propia responsabilidad y riesgo".


En las carreras por montaña, la ultra Canfranc-Canfranc fue pionera el año pasado y comenzó a exigir un certificado coincidiendo con su nueva prueba de 100 km y 8.848 metros de desnivel. "Son pruebas que exigen un gran esfuerzo, en nuestro caso tenemos un límite de 33 horas, y queremos que el corredor esté en buenas condiciones físicas para hacerla", explica el director de la carrera, Álex Valera. También piden un "currículum deportivo" para demostrar que han acabado carreras similares. Y es que subraya que estas pruebas no están al alcance de cualquiera. "No puedes pasar del asfalto, que es lo que está de moda, a correr 20 o 30 horas por Canfranc", advierte.


Álex Valera aprovecha para reclamar una homologación de certificados por parte de las federaciones "para que un corredor tenga que pagar 150 euros por un reconocimiento en cada prueba""Si va muy tocado, lo paran"

En la Gran Trail Aneto-Posets, en cambio, no se exige certificado médico ni prueba de esfuerzo "pero para participar en las dos pruebas largas sí que nos tienen que acreditar que han corrido otras de similar nivel", afirma su director, Manolo Bara. Así, por ejemplo, para poder apuntarse a la del Aneto (108 km y 6.700 m de desnivel), se exige haber hecho otra ultra de, al menos, 58 km y 3.700 metros. A su juicio, este requisito es más objetivo "porque a veces los certificados no están pensados para verificar que estás preparado para hacer una actividad sino para eximir de responsabilidades". Con todo, también recalca que en la propia carrera hay puntos de control con médicos "y si ven que alguien va muy tocado, no le dejan continuar".


En este sentido, insiste en que su máxima prioridad es la seguridad del participante "y que seamos capaces de solventar cualquier problema lo más rápido posible". No obstante, también recuerda que "son competiciones de alto riesgo y la gente tiene que saber dónde se mete".


El único triatlón de larga distancia de Aragón (1.800 metros de natación, 72 km de ciclismo y 14 km de carrera a pie) se celebra en San Juan del Flumen y Monegrosman no exige ningún certificado "porque un organizador de una competición oficial no puede pedir lo que él quiere, tiene que someterse al reglamento de la federación", aclara Javier Solanas.


En otras pruebas populares que promueve, como el reciente Trail Monegros, el único límite es la edad (15 años la de 9 km y 18 la de 16 km). Aun así, aconseja hacerse un reconocimiento, aunque también resalta que "no es lo mismo que hacer una Quebrantahuesos o una ultra trail que una carrera popular". Además, hace hincapié en que aunque no haya un control médico previo, "los organizadores intentamos poner todos los medios con ambulancias, médicos.. ante cualquier accidente". "Nuestra labor es minimizar y la de los corredores, analizar el riesgo que quieren tomar", recalca.

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