El 'Fat Rugby' aragonés gana peso

El primer torneo de rugby para 'pesos pesados', que se disputará en Monzón, ya cuenta con 40 equipos inscritos, varios de ellos extranjeros, y ha generado una expectación inesperada. El ganador recibirá los kilos de su jugador más pesado en carne.

Uno de los delanteros del Quebrantahuesos, durante un partido
Uno de los delanteros del Quebrantahuesos, durante un partido
QH Rugby Club

Si usted todavía no pesa 90 kilos (o más) tiene hasta el mes de mayo para comenzar la operación 'Fat Rugby'. Este año, y gracias al Quebrantahuesos Rugby Club aragonés, puede hacerlo sin miedo a quedarse sin jugar a este deporte todo el verano. Cuando los jugadores delgaditos y fibrosos comiencen su gira por los torneos de rugby 7 -modalidad en la que solo participan siete jugadores por equipo-, los 'pesos pesados', esos amantes del juego áspero y sin florituras plagado de melés y tumultos a ras de suelo, no se verán obligados a colgar las botas hasta la siguiente temporada. Su cita, exclusiva para 'pesos pesados', será los días 27 y 28 de mayo en la localidad oscense de Monzón.


"El rugby 7 está en auge, y más tras su inclusión en los Juegos Olímpicos de Río, pero esta modalidad prima cualidades como la velocidad y la agilidad. Eso excluye a los 'pesos pesados', que somos una parte muy característica de este deporte, en el que tenemos mucho peso, y no solo en sentido literal", bromea Diego Dieste, capitán del Quebrantahuesos, un joven club de rugby que nació en el Somontano en 2012 y la pasada temporada ya ganó la Liga Aragonesa.


La iniciativa nació gracias a ese eterno pique entre los delanteros, jugadores robustos y grandes que siempre defienden que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta -aunque haya obstáculos en su trayectoria-, y la línea de tres cuartos, formada por deportistas más ágiles y veloces.



Éste es el rugby que les gusta a los delanteros.


“Es un torneo con carisma que surge de las bromas que siempre tenemos en los terceros tiempos -los rivales se juntan tras el partido para compartir bebida y comida-, en los que unos jugadores y otros intentamos picarnos y en los que siempre bromeamos con que nos sentíamos discriminados. Además, no había ningún torneo de este tipo y ahora nos hemos dado cuenta de que existía una demanda encubierta, porque el éxito ha sido rápido y rotundo”, explica Dieste, un 'pilaruco' de 105 kilos.


De esta forma, han adaptado el rugby 7 a los kilos y posibilidades de los jugadores para los que está pensado el torneo. El campo, por ejemplo, se reducirá a la mitad, ya que lo importante no es correr mucho, sino que haya contacto en grandes dosis. Cada equipo estará formado por un mínimo de 10 componentes, aunque solo jugarán ocho, que deberán sumar al menos 720 kilos en la categoría masculina -con un mínimo de 90 kilos por jugador, a no ser que por razones de altura se pueda justificar un peso menor- y 570 en la femenina. Además, cada melé ganada contará como un punto y después de ensayar, será el jugador de mayor peso del equipo el que deberá chutar la transformación, una regla que seguro da lugar a escenas cómicas.




Esto es lo que puede pasar cuando patea un delantero.


O esto. Foto: Fat Rugby.

También ha entusiasmado a los jugadores que no solo haya un tercer tiempo, sino dos, y la propuesta de la organización -en tono jocoso- de sacrificar un medio melé, el jugador que ejerce de bisagra entre la delantera y la línea de tres cuartos y que suele ser el más pequeño del equipo. Pero la principal norma, que seguro que se cumple en todos los partidos, es disfrutar del rugby, un deporte que cada vez cuenta con más seguidores y que defiende valores como el trabajo en equipo, la deportividad o el respeto a los rivales. “También queremos hacer apología de la autoaceptación y luchar contra los prejuicios, ya que somos jugadores pesados, pero hacemos deporte y tenemos que estar en forma, si no no podríamos aguantar el esfuerzo físico que requiere un partido de rugby. Somos más bien fofisanos, como dicen ahora”, asegura uno de los ideólogos del 'Fat Rugby'.

Una expectación inesperada


Sin que ni siquiera se haya celebrado la primera edición, para la que aún quedan varios meses, la expectación que ha generado no se la esperaban ni sus propios creadores. “Cuando se nos ocurrió pensamos que funcionaría, pero nunca creímos que fuera a tener tanta repercusión”, reconoce Héctor Pérez, director técnico deportivo del Quebrantahuesos. De momento se han inscrito 40 equipos -12 femeninos-, aunque han sido muchos más los que se han interesado, tanto a nivel nacional como internacional. “Ya tenemos confirmados cuatro equipos de Aragón -Íbero CR, Unizar y Fénix en masculina y las 'Gogordas' en femenina-, más el nuestro, llamado 'Gordanización', y vendrán de toda España: Castilla y León, Cantabria, Galicia, Andalucía, Extremadura, Cataluña... También se han apuntado varios equipos de Francia y se han interesado otros en Italia, Inglaterra o Escocia”, apunta Dieste, quien afirma que incluso les han propuesto extender el modelo y hacer otros torneos oficiales de 'Fat Rugby' en otros lugares.


“Hemos intentado reunir todo lo que nos gusta en un solo torneo: comida, bebida, algo de fiesta y sobre todo, mucho, mucho rugby. Amamos este deporte”, explica el jugador del Quebrantahuesos. Los premios, por supuesto, tenían que ir en el mismo sentido, así que el equipo ganador recibirá los kilos de su jugador más pesado en carne, cerveza y más rugby en forma de entradas para los Autumn Test Match 2016 y una inscripción al Torneo Internacional de Veteranos Rugby Travel (solo para la categoría de veteranos). “Para no quedarnos cortos con la carne hemos calculado 150 kilos, porque alguno puede llegar a ese peso o acercarse mucho”, explica Dieste, quien desvela algún otro de los secretos que tienen preparados: “Vamos a hacer una báscula gigante para pesar a los equipos enteros antes del torneo, ya que también queremos que haya mucho sentido del humor, y seguro que hay más de un equipo que supera la tonelada”.


Por último, este 'Fat Rugby' también es una forma de poner en valor las zonas rurales de Aragón, en las que se llevan a cabo numerosas iniciativas que merecen atención. “El lugar también va darle valor al torneo, ya que vamos a jugar en un campo con el castillo de Monzón de fondo. También queríamos que esta iniciativa fuese una reivindicación de la importancia del medio rural y que se valore que una localidad pequeña también pueda ser la sede de un torneo de estas características. De hecho, incluso se ha planteado que si va todo bien, en un futuro incluso se pueden hacer varias fases clasificatorias territoriales y que la final pudiera ser en Monzón”.

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