Vuelve el once ideal para Alcorcón

Diamanka y Bono, ausentes la semana pasada, trabajan desde ayer con normalidad y hoy por la tarde se espera a Vallejo. Popovic recupera a las piezas claves que faltaron ante el Valladolid y podrá alinear al equipo de la buena racha.

Diamanka, en primer plano junto a Isaac, con Bono detrás durante un ejercicio en el entrenamiento.
Diamanka, en primer plano junto a Isaac, con Bono detrás durante un ejercicio en el entrenamiento.
a. navarro

La aparición de Ya-ssine Bono y Pape Diamanka junto al resto del grupo en la Ciudad Deportiva supuso, ayer por la mañana, un refuerzo moral de hondo calado para Ranko Popovic y el resto de la plantilla. Ambos futbolistas, ausentes la semana pasada por diferentes motivos, se entrenaron con normalidad en el primer ensayo de la semana y apuntan a ser dos potentes refuerzos el domingo en Alcorcón junto a Jesús Vallejo, al que se espera esta tarde tras jugar ayer en Croacia con el combinado español sub-21.


Bono ha regresado de la concentración con su selección, Marruecos, con la que esta vez fue suplente en los dos partidos –ida y vuelta– que disputaron ante Guinea Ecuatorial, eliminatoria de la ronda preliminar para la clasificación del Mundial Rusia 2018. Por lo tanto, el guardameta zaragocista no sufre más contratiempo que el cansancio provocado por los viajes aéreos de las últimas horas. En el apartado futbolístico, Bono vuelve, pues, entero, sin abolladura alguna.


Por su parte, Diamanka ha dejado atrás las molestias musculares que le aparecieron en los últimos minutos del partido de hace 10 días en Mallorca y que aconsejaron su descanso ante el Valladolid. El centrocampista senegalés ha superado, según lo previsto, esa elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda que le molestaba en la parte trasera del muslo a la hora de correr y frenar la carrera. Su fortaleza física ha hecho que con apenas siete días de tratamiento específico haya sido suficiente para que pueda volver a jugar.


El retorno de Bono sin ningún tipo de incidencia se daba por descontado en el cuadro técnico. Mucho más cuando se observó que Ezaki Badou, el seleccionador marroquí, apostaba por el numantino Munir para jugar ante Guinea. Por eso, la mayor alegría de ayer la aportó la disposición de Diamanka desde el primer minuto de la sesión preparatoria.


Ahí si quedaba alguna duda por despejar y el pivote africano lo hizo de manera muy positiva. Solo una leve torcedura del tobillo izquierdo en el último lance del partidillo final del ensayo encendió en las postrimerías de la mañana alguna alarma. Diamanka pisó una zona de césped levantada y pareció sufrir un esguince. No obstante, reconocido de inmediato por el doctor Martínez sobre el terreno, la conducta posterior del jugador llevó la calma a todo el mundo. Hizo los estiramientos sin problemas e, incluso, volvió a calzarse y se marchó a la ducha sin cojear.


Ambos, Bono y Diamanka, son fijos en el pequeño campo de Santo Domingo del sur de Madrid dentro de cuatro días. El portero, que buscará el récord absoluto de minutos consecutivos imbatido en la historia del Real Zaragoza, no admite discusión alguna sobre su titularidad. Ese hito histórico lo tiene Manolo Villanova, con 654 minutos sin encajar goles en la campaña 1973-74 y a Bono, que acumula 601, solo le faltan 53 para romperlo.


De lograrlo, Alcorcón será el escenario de la efemérides. Y, por su parte, Diamanka tiene su puesto garantizado porque, con su aplicación táctica y su carácter competitivo, se ha ganado los galones de ser el mejor llegador desde atrás al área rival, un excelente apoyo en el repliegue defensivo y un pulmón incansable en la presión en la línea medular. Con la reincorporación hoy de Vallejo concluirá el reagrupamiento de tres titulares básicos para Popovic. Puntales para retomar de nuevo la senda del triunfo.

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