La LFP comunica al Zaragoza que no pasa el control económico

La patronal recuerda que el club aragonés no cumple la normativa para ser inscrito en el fútbol profesional, un aspecto que resolvería la llegada del nuevo grupo inversor

Álvaro y Luis García, dos de los futbolistas más caros del Real Zaragoza.
Álvaro y Luis García, dos de los futbolistas más caros del Real Zaragoza

En la actualidad, el Real Zaragoza incumple el control económico de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), tal y como le ha comunicado recientemente este propio organismo. El estado actual de la entidad, pendiente aún del acuerdo definitivo con Hacienda y de la llegada del grupo inversor mexicano, mantiene expuesto al club en numerosos frentes. De momento, el Real Zaragoza está obligado a disponer de 8,1 millones de euros, antes del próximo lunes, en conceptos relativos a Hacienda, Seguridad Social y salarios de jugadores y técnicos; aspectos que la LFP considera innegociables para que los zaragocistas puedan seguir compitiendo la próxima temporada en el fútbol profesional.


La LFP establece unos límites a la relación entre deudas e ingresos que los clubes, irremediablemente, deben cumplir para ser inscritos en las diferentes competiciones nacionales. Y el Real Zaragoza no satisface esos requisitos. Por ello, si no solventa esta situación antes del 31 de julio, perderá entonces su licencia federativa, lo que implicaría su descenso administrativo a la Segunda División B. Ymientras soluciona esta coyuntura, el club aragonés tampoco puede inscribir nuevos futbolistas, salvo que provengan de sus equipos filiales. Un panorama que los nuevos propietarios confían en resolver en los próximos días, una vez se oficialice el pacto alcanzado con la Agencia Tributaria y se obtenga, con la entrada del grupo inversor mexicano, el respaldo financiero necesario para afrontar los pagos más inmediatos de la entidad.


Sin embargo, el Real Zaragoza también se enfrenta a otro importante contratiempo: le aguarda, a partir del próximo lunes, un amplio número de demandas de la primera plantilla. A la mayoría de los jugadores se les adeudan aún las cantidades correspondientes a la primera mitad de la ficha anual (vencida el 31 de diciembre), mientras que tampoco está garantizado el pago de la segunda mitad, con el 30 de junio como fecha de vencimiento. Hasta una docena de demandas podrían afectarle al club aragonés, una vez sean tramitadas por la Comisión Mixta de la LFP y la AFE, patronal de clubes y sindicatos de futbolistas que tienen un convenio firmado para arbitrar y resolver este tipo de incumplimientos. Los jugadores tienen previsto denunciar para asegurar sus contratos ya que, de no hacerlo antes del 15 de julio, posteriormente no tendrían derecho a acceder al fondo de garantía salarial en caso de que el club fuese descendido en los despachos.Deudas pendientes

Al margen de estas demandas, existen deudas pendientes con jugadores que ya no pertenecen al club aragonés y con los que resulta prácticamente imposible establecer un acuerdo para diferir los pagos. Son los casos de Hélder Postiga, Romaric o Roberto, además del entrenador Manolo Jiménez. La situación de Leo Franco, que finaliza contrato el próximo lunes, también genera una gran inquietud. Al portero se le adeudan cantidades de tres temporadas, por lo que la denuncia es la única vía para asegurar su cobro en el futuro. Antes del 15 de julio, al Real Zaragoza se le notificarán el número de demandas y la cantidad a satisfacer. Y todas las denuncias deberían ser resueltas antes del 31 de julio. De lo contrario, la LFP denegaría la inscripción del club aragonés en el fútbol profesional, medida que desembocaría en su descenso administrativo.


La LFP también impone un límite en el coste de las plantillas, que en ningún caso permite rebasar. Y el Real Zaragoza supera con creces su propio techo salarial, que la próxima temporada está establecido en los 3 millones de euros. De hecho, el valor salarial de la plantilla, sumando todas sus nóminas y sus fichas, roza en la actualidad los 5 millones de euros. Necesitará, por ello, desprenderse de algunos de sus mejores futbolistas para equilibrar el presupuesto. Álvaro, Barkero, Luis García, Montañés y Abraham conforman el escalón más elevado, con fichas superiores a los 400.000 euros por temporada. En el segundo peldaño se sitúan Arzo, Álamo y Fernández, cuyo valor oscila entre los 150.000 y los 250.000 euros.


Sometido al riguroso control económico de la LFP, el Real Zaragoza ya tuvo que rebajar el precio global de su plantilla el pasado curso, que se redujo de los 21 millones de euros a los 6,6 tras el descenso a la Segunda División. La permanencia un año más en la categoría de plata obliga a un nuevo ajuste, ahora con un techo salarial de 3 millones. Por ello, el club no sólo necesita soltar lastre, ya sea en forma de traspaso o mediante la rescisión de contrato, sino que contará con un margen mínimo de maniobra a la hora de acometer los nuevos fichajes. Los próximos refuerzos serán, irremediablemente, de muy bajo de coste.