Cerca de 2.700 corredores toman el centro de Zaragoza

Un año más los corredores han tomado las calles de Zaragoza con la XVI Media Maratón de Zaragoza, carrera que se ha celebrado este domingo. Lo han hecho batiendo récord de participación, ya que este año la prueba de atletismo ha contado con cerca de 2.700 solicitudes, cifra que deja atrás a los 2.500 participantes del año pasado. 

A las 9.00 de este domingo los miembros de la organización, la unidad médica, los voluntarios y los corredores ya estaban en sus puestos. El inicio se ha situado en el paseo de Echegaray, frente al puente de piedra, donde tanto corredores como espectadores esperaban ansiosos el momento de la salida.  

La prueba se ha basado en la consecución de dos vueltas a un recorrido establecido a través de las principales calles del Casco Histórico de la ciudad y las avenidas de las orillas del Ebro. A lo largo de los 21 kilómetros y 97 metros que ha supuesto toda la prueba, los corredores han contado con los gritos de ánimo de numerosos ciudadanos, la instalación diferentes puntos de asistencia repartidos a lo largo de la prueba, voluntarios y efectivos de la Policía Local.

Además, y como novedad de este año, se ha organizado un concurso de animación en el que han participado grupos de escolares y que con su música y sus bailes han animado a todos los atletas.

Circuito bonito pero complicado

"La experiencia ha sido muy interesante. La temperatura ha estado muy bien aunque en campo abierto el aire se sufre bastante", explicaba a la llegada Carlos Boné, joven de Alcañiz que, junto a seis amigos, se ha acercado hasta la capital aragonesa para participar en esta edición. Asegura que es un circuito "muy bonito", pero que en ocasiones puede acarrear problemas a los corredores. "La zona de la ribera está bien pero las calles del centro son demasiado estrechas y, con tanto corredor puede ser algo peligroso", indicaba Boné.

Transcurrida poco más de una hora, los corredores comenzaban a hacer aparición por la plaza del Pilar, donde estaba situada la meta. Una vez allí los atletas recibían su avituallamiento (agua, bebida isotónica, repostería y fruta), así como la posibilidad de utilizar un gel frío que permite bajar la temperatura corporal hasta 7 grados y que ayuda a recuperar las piernas y prevenir las lesiones.

Entre centenares de atletas y con una marca de 1 hora y 49 minutos estaba Pilar Longás. Era la tercera vez que participaba en la prueba y esta vez lo ha hecho en la categoría de mayores de 50 años. A pesar de correr regularmente en carreras cortas y de barrancos, su preparación para esta edición se ha visto frustrada al caer enferma en las últimas semanas. Pero este incidente no le ha impedido conseguir su objetivo.

"Me encuentro fenomenal", aseguraba Longás. "Este año he descubierto que el reposo es tan importante como el entrenamiento - confesaba-. Mi meta era llegar y eso he hecho. No puedo estar más contenta".

Al igual que otros años, todos los corredores han tenido la opción de entregar su dorsal en el stand que Unesco Aragón situado en la zona de meta. Por cada dorsal, la organización donará 0,20 céntimos a esta ONG. El dinero será destinado íntegramente al proyecto que tiene en Etiopía en el colegio Bosco-Mekanissa, para promover la educación entre los jóvenes etíopes. Además, en esta edición también se ha colaborado con Medicus Mundi y Proyecto Hombre.

Numerosos premios

Se han entregado seis premios para cada categoría (absoluta masculino y absoluta femenino). Junto a estos, se ha otorgado un premio de 400 euros al atleta masculino con una marca inferior a la hora y 5 minutos, y a la corredora femenina que haya bajado de la hora y 15 minutos. Además, también se ha dotado con una cuantía económica a quienes han llegado en los puestos 500, 1.000, 1.500, 2.000 y 2.500.