Atletismo

Macías: "La emoción de los amigos vale más que la medalla"

La atleta aragonesa Isabel Macías disfruta de la medalla de plata conseguido en el Europeo a su llegada este lunes a Zaragoza.

La atleta aragonesa Isabel Macías, que el pasado sábado logró la medalla de plata en la prueba de 1.500 en los Campeonatos de Europa en pista cubierta, ha señalado este lunes que el hecho de que amigos suyos le hayan dicho que lloraron de emoción al ver la carrera "vale más que la medalla".


"Es algo precioso hacer que gente que a lo mejor no sabe lo que es el atletismo empatice contigo así y lo viva. Eso hace que lo vivas mucho mejor", ha añadido.


La mediofondista, que ha regresado este lunes a Zaragoza, ha declarado a Efe que aún no ha asimilado lo que supone el hecho de haber logrado una medalla.


"Ahora, cuando llegas a casa y estás con tu gente parece que lo disfrutas aún más. He tenido como fases. El subidón de llegar a la la meta, luego cuando vi Luis (Alberto Marco, también atleta internacional y su pareja) y cuando veo a mi familia. Voy poco a poco viendo lo que he logrado y la verdad es que es maravilloso. Para mí es una satisfacción enorme", ha destacado.


Además Macías ha explicado que el hecho de ser la primera aragonesa en conseguir una medalla en una cita europea bajo techo es un orgullo porque siempre se ha considerado una fiel representante de Aragón "y sobre todo defensora de papel de la mujer en el deporte, y en este Campeonato se ha visto que las españolas hemos rendido muy bien".


"Eramos solo 8 de 27 y casi todas hemos sido finalistas. Hemos logrado resultados excelentes. Al final donde mejor se reivindica el papel de la mujer es en el resultado", ha apuntado.


La zaragozana considera que la medalla es "el trabajo de la constancia y de no tirar la toalla en algunos momentos en que te dan ganas de hacerlo".


"Ahora a disfrutarla un poco. Al final lo mejor de este deporte es seguir luchando aún cuando las cosas van mal y me lo ha demostrado que cuando luchas y sueñas consigues tus objetivos", ha destacado.


La medallista ha indicado que la presea lograda en Gotemburgo le ha quitado el mal sabor que le dejó su participación en los Juegos Olímpicos de Londres.


"Los Juegos tuvieron un sabor agridulce porque suponían todos los alicientes para un deportista, pero el resultado no fue lo que esperaba y aunque intenté no hacerlo me fui con un cierto regusto amargo que me he quitado en este fin de semana", ha subrayado.


Isabel se ha sorprendido de que tuvo más claro que iba a ser segunda en la carrera que en el vídeo que vio posteriormente.


También ha recalcado que cuando cruzó la línea de meta en segunda posición se le mezcló "una explosión de adrenalina con un subidón con el que no pude quitarme la sonrisa de la boca".


Fue entonces, recuerda, cuando empezó a acordarse de todo lo malo y que se le difuminó.


"Es un experiencia increíble porque es un subidón general de emociones que luego vas reviviendo con la gente que quieres y es algo inolvidable, una experiencia única", ha explicado.


La mediofondista, que estaba exultante en la ceremonia de entrega de medallas, ha remarcado que a veces este acto es un poco aséptico pero que ella lo pudo disfrutar mucho.


"Estaban todos mis compañeros y gente que competía al día siguiente. Fue maravilloso. Yo la pude disfrutar como una enana con mi pareja abajo y con mis compañeros apoyándome. Además, es una plata que sabe a oro", ha comentado.


Sobre la carrera ha reseñado en que fue "sucia", ya que lleva golpes en ambas piernas, incluso a la altura de los muslos, y que hubo un par de ocasiones en las que perdió la estabilidad y estuvo a punto de caerse.


Sin embargo, ha añadido que supo estar serena para darse cuenta de que lo importante era no caerse y reaccionar cuando atacó la corredora polaca, algo que fue posible porque se encontraba en buena forma.


"De ese momento me ha sorprendido la sangre fría que tuve. A veces no sabes cómo porque es complicado leer las carreras pero me he dado cuenta de que he adquirido esa capacidad de moverme desde que he empezado a ser internacional", ha analizado.


Isabel Macías cree que ese era el bagaje que le hacía falta para dar el salto definitivo.


"No me digas cómo lo hago porque cuando estás en carrera no lo piensas de esa manera, tienes automatizada la respuesta, ves los huecos y te cambia el prisma de visión. Incluso recuerdo las carreras con cierta nebulosa, como una película en la que te tienes que ir manejando. Creo que sobre todo tuve la sangre fría de no ponerme nerviosa y saber que me jugaba la medalla", ha apostillado.