El Consejo de Gobierno de la DGA declaró ayer Bien de Interés Cultural, con la categoría de conjunto, al yacimiento Castejón I-El Romeral, de Aranda del Moncayo. Es el enclave donde presuntamente fueron encontrados los cascos celtibéricos que han sido objeto de una gran polémica en los últimos años, al haber sido vendidos sin mayor impedimento en varias salas de subasta europeas.

El yacimiento, de unas 10 hectáreas de superficie, posee, según la DGA "valores culturales e históricos que justifican su declaración como BIC". El Gobierno de Aragón identifica la ciudad celtibérica de Aratis con Castejón I-El Romeral por la abundancia de monedas encontradas en el enclave con la leyenda de Aratikos y por las características y dimensiones del yacimiento. Al parecer, en esa identificación han pesado los resultados de las dos campañas de excavaciones que se han realizado en los últimos años en el yacimiento.

Ambas han sido dirigidas por los arqueólogos Luis Fatás y Francisco Romeo, y han sido impulsadas por la instrucción judicial del caso. Así, se realizó una campaña de trabajo en septiembre de 2014 para presentar un informe pericial al juzgado número dos de La Almunia de doña Godina, que instruye el caso. Este solicitó tiempo después una ampliación del informe pericial, y para ello se realizaron excavaciones arqueológicas en el enclave entre el 22 de octubre y el 19 de noviembre del año pasado. Aunque las excavaciones se han realizado con el máximo de los sigilos y los resultados de las mismas no se han hecho públicos, los arqueólogos pudieron confirmar que debajo del nivel de viviendas del yacimiento celtibérico existía una necrópolis, y que, para expoliarla –los celtíberos enterraban a sus muertos con cerámicas y objetos de uso cotidiano–, se llegó a usar maquinaria pesada.Un hallazgo independiente

Los arqueólogos, basándose en un hallazgo independiente del caso del expolio, aseguran al juez que en el yacimiento de Castejón I-El Romeral existieron cascos como los localizados en Alemania y creen "posible" que algunos de ellos procedan del yacimiento aragonés.

El caso del expolio de los cascos se encuentra todavía en fase de instrucción. Según algunas fuentes, se está a la espera de los resultados de una comisión rogatoria a Alemania para que se localicen las piezas subastadas y se identifique a sus actuales propietarios. El caso estalló en marzo de 2013 con la detención de un vecino de Illueca, Ricardo Granada, durante la investigación.