Carlota Iris, concursante de 'Maestros de la costura': "En el terreno de la moda, soy una voyeur en Londres"

La aragonesa, que trabaja en el British Museum y es doble cinematográfica de manos, encara este martes su segundo programa de 'Maestros de la costura'

Carlota Iris, durante el primer programa de esta temporada de 'Maestros de la costura'.
Carlota Iris, durante el primer programa de esta temporada de 'Maestros de la costura'.
Cecilia Bayona/Shine Iberia

Este martes 'Maestros de la costura’ se transportará a los años 90. Y la aragonesa Carlota Iris se enfrentará a su segundo reto en esta sexta temporada, cuyo último episodio se emitirá en abril. La diseñadora de moda Lydia Delgado ejercerá de cuarta jueza y de embajadora de la moda de esta década. Además, en el taller desfilarán las top models españolas más destacadas de la época: Laura Ponte, Judit Mascó, Blanca Suelves, Martina Klein, Laura Sánchez y Verónica Blume. Los aprendices conocerán la prestigiosa Universidad Nebrija de Madrid, que entre su amplia oferta educativa cuenta con un prestigioso Grado en Diseño de Moda. Aquí recibirán una gran lección de la mano de The IQ Collection, la firma de Inés Domecq y Virginia Pozo. ¿Hasta dónde llegará Carlota Iris en este 'talent'? Es un misterio, pero la aragonesa responde a las preguntas de HERALDO. 

Usted se define como 'mallorquiaragonesa'. ¿Qué es eso?Toda mi familia es de Zaragoza y sigue viviendo allí. Yo crecí en el barrio de La Bombarda y fui al Colegio Alemán hasta los 8-9 años. Entonces nos mudamos a Mallorca por el trabajo de mi padre (por eso lo de mallorquiaragonesa) y seguí volviendo a Zaragoza todos los veranos y Navidades hasta los 14-15 años. A partir de esa edad, volvíamos por Navidad o yo viajaba a Zaragoza sola. Tengo muy buenos recuerdos de Zaragoza, lo que más recuerdo es lo maravillosa que era la gente, sus museos romanos, a Goya, a quien sigo admirando profundamente, y a mis abuelos, a quienes quería mucho. También todos los inviernos en Panticosa, Benasque y Biescas, ¡esquiando en Formigal! Intento volver por Navidad, y aprovecho para esquiar, pero ahora me encuentro aún más lejos y los billetes de avión no son tan económicos. Más que mallorquiaragonesa, soy ciudadana del mundo. Viví unos 10 años en Zaragoza, otros 10 en Mallorca, otros 10 en Londres, pero Zaragoza siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón. Yo me siento aragonesa.

¿Por qué estudió historia del arte?Siempre me ha impresionado el arte, visitar museos e iglesias. Creo que me impresiona tanto porque a mí se me da muy mal dibujar o hacer cosas artísticas y, de verdad, admiro a la gente capaz de hacerlo. También porque me revuelve, me inspira y es una manera de conectar con otras personas y otras épocas. Me creí lo de que historia del arte no tenía salidas e hice un año de la diplomatura de Turismo, para tirar por turismo cultural, pero a las semanas ya tenía clarísimo que me había equivocado. Me fui a Madrid a estudiar el primer año de Historia del Arte, hice otro año en Viena y terminé la carrera en Mallorca. Es un placer estudiar algo que te gusta tanto. 

Se fue a Londres un poco a la aventura.Sí. Me puse a enviar currículums el primer día y a las dos semanas empecé a trabajar en una cafetería. Me puse de límite seis meses para encontrar trabajo en un Museo Nacional de la ciudad o me iba a Berlín a probar suerte. Al principio no me daban ni las gracias por enviar mi currículum, luego empezaron a decirme que no, y finalmente me ofrecieron alguna entrevista. A los seis meses, conseguí entrar como asistente de galería en la National Gallery, pero ese contrato no era suficiente y empecé a trabajar los fines de semana en el Science Museum en el guardarropa, la mesa de información… ¡Donde me ponían! Quería meter un pie en el British Museum y entré como voluntaria. Iba una vez a la semana al departamento de grabados y dibujos a digitalizar la colección. Además, cubría eventos nocturnos en la Tate Modern y la Tate Britain... Vamos, que llegué a estar en 5 museos a la vez para poder mantenerme económicamente y tener un pie en todos. Hice unas prácticas en la Guildhall Art Gallery y cambié de departamento en la National Gallery, y ya acabé dejando los demás museos. Como no conseguía entrar en los departamentos que yo quería, decidí probar suerte en el mundo del arte privado, para adquirir esa experiencia que los museos no me estaban aportando. Aprendí mucho, pero ese no era mi mundo, vi la oportunidad perfecta anunciada en la web del British Museum y ¡conseguí la plaza!

¿Como se entra en el British?  

En mi caso, trabajando de voluntaria durante 2-3 años y completando cientos de solicitudes de trabajo, haciendo muchas entrevistas y llevándote un no, pero también aprendiendo del 'feedback'. Me apunté a un curso de hacer entrevistas en el Reino Unido (aquí es completamente diferente) y me puse a estudiar un máster en museología, porque eso lo nombraban como requisito. Por supuesto, la experiencia en otros museos y en el mundo privado del arte fue esencial. También se quedaban muy impresionados cuando les contaba que hablaba cinco lenguas. Aquí todos hablan inglés, punto)

Carlota Iris, la aragonesa en la última edición de 'Maestros de la costura'.
Carlota Iris, la aragonesa en la última edición de 'Maestros de la costura'.
Cecilia Bayona

Su cargo es de 'loans coordinator'. ¿Qué significa?Soy coordinadora de préstamos que van a exposiciones externas. Es decir, el Museo del Louvre, con quien trabajo a menudo, por ejemplo, está organizando una exposición sobre Egipto y quiere alguna de las piezas del British Museum porque encaja en su narrativa. Pues yo gestiono todo lo que eso implica, desde que es una simple solicitud hasta que llega a la vitrina donde se expone en el Louvre y vuelve de nuevo al British Museum. Créame, eso implica mucho trabajo y responsabilidad. Mis departamentos son 'Egipto y Sudán' y 'Oriente Medio', pero también cubro préstamos de otros departamentos como 'Grabados y Dibujos' y estoy en contacto con museos de todas partes del mundo (en España: el Prado, Reina Sofía, Thyssen, CaixaForum...). 

En 'Maestros de la costura' dicen que usted es una apasionada de las momias del British Museum.Las personas momificadas, como me gusta llamarlas y creo que hay que hacerlo, están en su almacén, donde tienen que estar por temas de conservación, pero lógicamente me toca hablar mucho de ellas y visito, cuando puedo, las accesibles. ¡Me encanta pasearme por esas galerías cuando no hay nadie!

También dicen que es usted doble cinematográfica. ¿Doble de manos?

El cine y las series son otras de mis pasiones. Como no tenía suficiente con cinco museos, y en Londres se rueda casi todo, empecé a investigar cómo meterme en ello. Ya tenía experiencia como actriz de publicidad y figuración en España. Mi primer trabajo fue como figuración para Tim Burton y casi me da algo, porque es uno de mis directores favoritos. Un día, como figurante, me preguntaron si podía quedarme a doblar una escena donde se tenían que ver las manos de una actriz, que eran parecidas a las mías, ¡Vinieron varias personas a inspeccionarme las manos y a cerciorarse de ello!, y así empezaron a salir más ofertas. También hago de modelo de luces: recreas la acción antes de que la actriz salga a rodar para posicionar cámaras y luces. Y todo esto se paga mucho mejor que la figuración (y el catering también es otra cosa). Es increíble tener justo delante de mí a actrices y directores, que me han hecho soñar tanto con sus películas. Yo soy una fan loca. Un ejemplo: cuando Orlando Bloom vino a Huesca a rodar, me planté en la puerta de su hotel un día entero, no me moví ni para ir al baño. Pero me tengo que contener muchísimo y me hago la profesional, aunque por dentro solo quiera chillar.

En sus redes se ve un enorme interés por la moda. ¿Cuáles son sus  diseñadores favoritos? ¿Qué le ofrece Londres en este sentido?Una de mis diseñadoras favoritas inglesas es Susie Cave (The Vampire’s Wife), la Laura Ashley de los ‘70. Adoro a Alexander McQueen y ahora estoy obsesionada con Rodarte. También adoro Palomo Spain, María Escoté, Reveligion y tantas otras marcas españolas. Vivo cerca de la Central Saint Martins donde han estudiado Galliano o Stella McCartney, y me paseo por la facultad y ojeo a los estudiantes y sus proyectos de moda. Por Londres han pasado los mejores (incluido Palomo) y hay tantas marcas grandes, pequeñas... Soy una voyeur en Londres, hay tanta gente con un estilo único, sin miedo a nada, ¡es tan inspirador! Me encanta comprar en tiendas vintage y 'charity shops' y encontrar prendas históricas y de épocas diferentes y, a veces, combinarlo o sorprender con prendas más transgresoras. Siempre visto de segunda mano, o lo intento, o ahorro para comprarme cosas de diseñadores que me gustan. Fui una víctima del 'fast fashion' pero salí de eso. ¡Hay que salir de eso!

Es muy activa en redes sociales...
Tenía Instagram un poco abandonado y hace cosa de un año decidí probar Tik Tok, porque la gente me decía que no eran solo bailes. Conseguí abrirme y hablar de temas que son realmente importantes para mí, como la política, el feminismo, la sostenibilidad o la historia. Te permite conectar con gente de todas partes del mundo y escuchar voces que han sido silenciadas hasta ahora. La verdad es que me he pasado más al formato vídeo y ahora estoy probando con 'reels' y demás!

¿Por qué se presentó a 'Maestros de la costura'? 
Era mi programa favorito de siempre. Yo imitaba la cabecera desde mi sofá en Londres y le decía a Paolo, mi compañero de vida, que un día yo iba a estar ahí. Y, como buena fan, me moría por conocer al jurado. Quería hacer una especie de parón para dedicarle un hueco a la moda, porque me faltaba algo. Yo entro en 'Maestros de la costura', sobre todo, para aprender y observar.

La concursante aragonesa, durante una de las pruebas de 'Maestros de la costura'
La concursante aragonesa, durante una de las pruebas de 'Maestros de la costura'
Cecilia Bayona/Shine Iberia

Se inició en la costura de niña, con su abuela. 
Mi primera máquina de coser fue una máquina de juguete que me regalaron a los 6-8 años. No podía hacer mucho con ella pero yo estaba contentísima. A mi abuela la he visto coser siempre y a mí me ha enseñado a coser algún botón, pero me hubiera encantado aprender mucho más de ella. ¡Las abuelas son las que más saben! Por cierto, también recuerdo ganar un concurso de diseñar un vestido a Barbie, que hicieron en Continente en Zaragoza. A mediados de 2021, cuando terminé el máster de museología, Paolo me regaló mi primera máquina de coser de verdad y ahí decidí empezar con la costura. Marcó un antes y un después, porque cerraba una etapa e iba a tener más tiempo.

¿Aspira a ser diseñadora y dar un nuevo giro a su vida? 
La palabra diseñadora me viene grande. Como ya he dicho: yo creo que soy de las que admira, no de las que crea. Tengo amigas que se dedican a esto y sé lo duro que es. No sé si estoy preparada para emprender una nueva carrera desde cero, después de lo que me ha costado llegar hasta donde estoy. Pero sí que me ronda el '¿y si…?', aunque me veo más haciendo cosas en una editorial de moda, de estilismo, de vestuario para películas.

¿Qué tipo de ropa le gustaría diseñar?

Diseñaría ropa a partir de materiales o prendas ya existentes o materiales ecológicos, creo que ese es el futuro de la moda, nos guste o no. Creaciones que sean atemporales y de buena calidad. Yo añadiría referencias a otras épocas, volúmenes, un poco de gótico o de barroco aquí y allá. Tengo muchas ideas, pero tengo que aprender a materializarlas.

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