"Me da pena porque 'Sálvame' no es telebasura, pero ha ido hacia lo zafio"

Tres expertos del mundo televisivo analizan el adiós del programa que ha sido 14 años el buque insignia de Telecinco.

Una imagen del programa del jueves de 'Sálvame'.
Una imagen del programa 'Sálvame'.
Mediaset

«Estáis subyugados por Rocío Carrasco y esto será vuestra ruina». Este fue el premonitorio wasap que Rosa Villacastín le envió en directo a Jorge Javier Vázquez. Sucedió en noviembre del año pasado. En cierta forma, la periodista predijo el final de 'Sálvame'. «Estaba claro que aquello iba a ser la puntilla porque se estaban diciendo muchas mentiras y el asunto se mezcló con políticos», recuerda hoy la veterana informadora de la prensa del corazón. Hasta la ministra Irene Montero entró en antena para apoyar a la hija de Rocío Jurado. «Todo aquello restó en vez de sumar».

La cancelación de 'Sálvame', después de 14 años de trayectoria ha supuesto un bombazo en el mundo de la televisión. La decisión deja más preguntas en el aire que certezas y abre un agujero en la parrilla que Telecinco promete llenar con la ayuda de Ana Rosa Quintana y con nuevos contenidos «más familiares y respetuosos». ¿Por qué acabar con un programa que ha sido el buque insignia de la cadena durante tanto tiempo? ¿Qué harán ahora sus protagonistas? ¿Fue Sálvame telebasura o un espacio que marcó estilo y una época? Tres expertos intentan aportar luz sobre un fenómeno que, sin lugar a dudas, ha dejado una impronta, con sus luces y sus sombras.

A Rosa Villacastín, que lleva en televisión desde 1990, el adiós de 'Sálvame' le ha dado «pena» porque, en sus inicios fue «un programa innovador» que servía para «distraer a la audiencia». La misma opinión comparten la escritora Rosa Belmonte y el profesor de Comunicación de la Universidad de Málaga Juan Francisco Gutiérrez Lozano. El docente destaca su aportación a la narrativa televisiva. «Ese formato de debate, que nació en la anterior crisis económica, y ese lenguaje desenfadado, enseñando las costuras del propio programa, conectando, por ejemplo, con las bambalinas, creó escuela y fue muy pronto copiado por muchos espacios y cadenas», dice. «Ahí está El Chiringuito, por decir alguno, o incluso más espacios informativos o de tertulia ideológica», añade. «Es lo que se ha denominado como 'salvamización' del fútbol o la política», apostilla Rosa Belmonte.

Para la escritora, 'Sálvame' no fue telebasura. «En absoluto», plantea. «Pudo tener algún momento feo, pero sin conflicto no hay historia, se suele decir». Belmonte destaca la capacidad de reinventarse. 'Sálvame' se convirtió en un metaprograma: «Ellos mismos eran el espectáculo, los protagonistas, la acción estaba dentro del propio plató. Y han tenido una gran influencia en toda la sociedad en general. Como decía el propio Paolo Vasile: 'El prestigio se consigue con éxito' y eso es lo que ha hecho este programa durante mucho tiempo».

Pero, ¿por qué poner el punto final? Rosa Villacastín cree que lo que comenzó siendo algo creativo y novedoso ha muerto por dos motivos: por agotamiento («no se puede dar caviar durante cuatro horas, día tras día, año tras año») y por «la deriva» que ha ido tomando el programa en los últimos tiempos. La veterana periodista ya se lo advirtió a Jorge Javier con aquel wasap en directo. «El programa tendió al insulto, a lo zafio, con personajes que no son famosos ni son nada. Y eso es algo que puede gustar a una parte de la audiencia pero no al resto».

Condenas y multas

Pero la silla eléctrica que ha acabado con 'Sálvame' se ha ido cargando de electricidad a la largo del tiempo también con otros factores. Los escándalos han sido muchos y sonados. Basta echar la vista atrás en la hemeroteca. Condena de 120.000 euros por difamar a Carmen Lomana con «insinuaciones insidiosas, vejatorias y gratuitas». 60.000 euros por darle voz a una falsa amante de Pepe Navarro. Sanciones de la Comisión Nacional del Mercado de las Comunicaciones por emitir contenido sensible en horario infantil. Investigación judicial por espiar supuestamente a 140 famosos a través de un agente de policía. Suma y sigue.

En los últimos tiempos, además, se había filtrado que al programa se le había impuesto una lista negra de personas de las que no se podía hablar, como Kiko Rivera, Rosa Benito (fue colaboradora) o Bárbara Rey. También se habría prohibido al equipo expresar opiniones políticas.

Y, en mitad de esta tormenta, está la audiencia. 'Sálvame' cosechó un notable éxito durante años. Llegó a alcanzar cuotas de pantalla del 20%, pero últimamente estaba por debajo del 15%. «Sigue teniendo un respaldo en la media de la cadena, pero es verdad que ya no es lo que era antes, aunque tampoco es un fracaso», advierte el profesor malagueño. A esto se suma la pérdida del liderazgo de Telecinco. La cadena rompió en el verano de 2021 una racha de tres años consecutivos como el canal más visto. Y esto dolió mucho.

¿Muere 'Sálvame' porque ya no es un negocio rentable o por una cuestión de imagen, por un intento de limpiar, modernizar y rejuvenecer la audiencia tras la salida del eterno Paolo Vasile? «Un poco por las dos cosas», apunta Belmonte, que destaca también la fragmentación del panorama televisivo. La irrupción de las plataformas para ver películas y series han supuesto un torpedo en la línea de flotación de la televisión tradicional. Telecinco busca ahora nuevas fórmulas. La llegada de la Kings League de Gerard Piqué se puede interpretar como un giro hacia ese intento de atraer a un público más joven y más familiar. De forma paralela, las redes sociales también están acabando con la prensa del corazón: «Hoy en día todo el que se autoproclama como famoso cuenta su vida sin tapujos en Instagram y de una forma accesible a toda la audiencia», dice Villacastín.

¿Qué harán ahora los protagonistas de 'Sálvame'? «Es un día duro», escribió en la madrugada de ayer Kiko Hernández, al conocer la cancelación del programa. Pocas horas después de hacerse pública la noticia, Jorge Javier Vázquez presentó el 'Deluxe' y hubo varias referencias al futuro del programa. «Aquí huele a muerto», ironizó Kiko Matamoros. Jorge Javier tiene contrato con Telecinco hasta 2025, pero ofertas no le van a faltar. El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias le ofreció empleo a través de Twitter: «Muy pronto, en Canal Red, 'Rojos y Maricones' con Jorge Javier», bromeó.

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