Alain Rousset convivió con cuatro presidentes de Aragón en veinte años

Alain Rousset entró en su amplio despacho de Burdeos, en la sede de Nueva Aquitania, para hacer la entrevista en julio y casi lo primero que hizo, tras saludar, fue preguntar por su "amigo" Marcelino Iglesias, el presidente del Gobierno de Aragón y compañero del Partido Socialista con quien compartió doce años en el cargo.

En los veinte que lleva al frente del Consejo Regional de Aquitania ha cruzado muchas veces la frontera y ha convivido con cuatro presidentes aragoneses: Santiago Lanzuela (1995-1999), Marcelino Iglesias (1999-2011), Luisa Fernanda Rudi (2011-2015) y Javier Lambán (inició su actual mandato en 2015). Desde el año pasado, su región se llama Nueva Aquitania, porque Francia redujo las regiones de 22 a 13 y se produjo la unión de Aquitania con Limousin y Poitou-Charentes, que se ha convertido en la mayor del país.

Alain Rousset fue el responsable de esta reforma administrativa cuando su compañero de partido y de colegio, el presidente de la República, François Hollande, se lo encargó. Casado y con dos hijos, el político francés, de 66 años, se formó en el Instituto de Estudios Políticos de París.

Con el presidente Santiago Lanzuela (PP) barajaron, en el año que compartieron, la posibilidad de abrir una línea ferroviaria por el Vignemale, sin olvidar el Canfranc, pero el proyecto se perdió. También convivieron en la construcción del túnel carretero del Somport.

El defensor del Canfranc ha visitado numerosas veces la localidad fronteriza aragonesa y hasta algún año, como en 2003, acudió en el simbólico 18 de julio con Marcelino Iglesias para mantener un encuentro de trabajo para firmar su apoyo de la reapertura. Pero, al año siguiente, la cumbre hispano-francesa celebrada en Zaragoza en diciembre de 2004 supuso un jarrón de agua fría para esas expectativas al rebajar la línea internacional al nivel regional, después de haber firmado entre ambos países (en las cumbres de Santander y Perpiñán ) su reapertura para 2006.

En esa tesitura, el presidente aquitano, aconsejado por un experto en ferrocarriles, sostuvo siempre la batalla del Canfranc a pesar de todas las dificultades. Llegó a solicitar al Ministerio francés de Transportes la prohibición del tráfico de camiones por el túnel de Somport, porque el túnel "constituye una auténtica aspiración de la circulación internacional de camiones, en un medioambiente frágil e inapropiado para ese tráfico".

En 2005, Rousset encargó un estudio a la consultora alemana TTK, que defendía abrir la línea entre Olorón y Canfranc para mercancías y pasajeros. La novedad era que la gestión correspondía a un ente privado o mixto y el coste se quedaba en 220 millones de euros. Pero esas cifras se han duplicado cuando Aquitania ha asumido las obras de recuperar el tramo Pau-Olorón (2011) y Olorón-Bedous (2016).

En octubre de 2012 acudió con la entonces presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi (PP), a la estación de Canfranc para celebrar el centenario de la construcción del túnel del Somport.

Su perseverancia le llevó a recuperar la línea del ferrocarril entre Pau y Olorón, en 2011, y entre Olorón y Bedous, en 2016. La inauguración del último tramo, el 26 de junio, coincidió con las últimas elecciones generales en España, pero el 1 de julio le acompañó en el segundo estreno el presidente Javier Lambán (PSOE).

En el último año, Rousset ha recogido el fruto de tanto tiempo de defensa del Canfranc con la Comisión Europea, que valoró positivamente la recuperación del tren en el valle del Aspe desde 2011. Europa aprobó en junio la financiación del 50% de los proyectos de Aragón y Nueva Aquitania con 7,5 millones. Los presidentes aquitano y aragonés habían realizado una presentación inédita de la reapertura en la Comisión de Transportes en octubre del 2016. Luego convencieron a los gobiernos de España y Francia para un cuatripartito en Burdeos que apoyó el proyecto.

El presidente de Nueva Aquitania ganó las últimas elecciones regionales en diciembre de 2015 y seguirá hasta 2020, cuando cree que concluirá su mandato. Por eso quiere que Aragón empuje.