¿En España se hacen buenos informativos?

Yo creo que sí, se hace una televisión de bastante calidad, con buenos medios y profesionales. No tenemos nada que envidiar a las televisiones de otros países.

Lleva casi 25 años en las noticias de Telecinco. ¿Cuál es el sello distintivo de la cadena?

Todos los informativos hacemos lo mismo: contar las noticias del día. ¿La diferencia? Hay quienes dicen que imprimimos más frescura y primamos más la información social, sin prescindir de la política o económica.

Ha pasado por todas las ediciones y en enero volvió a ser el rostro del fin de semana...

Es un turno duro. Yo estuve editando y presentando fin de semana cuando era más joven y no tenía familia, así que tenía días libres entre semana, viajaba... Una vez que tienes familia, es mucho más complicada la conciliación.

Cuenta la leyenda que los fines de semana nunca pasa nada...

Los fines de semana son todos los congresos importantes de los partidos políticos, elecciones... Es una leyenda total. Lo bueno del fin de semana es que tenemos más capacidad para hacer análisis y explotamos el lado cultural.

Pero si hay un protagonista, ese es el deporte.

Entre semana es el cotilleo deportivo, el entrenamiento, pero la noticia está en el fin de semana, por eso se dedican más minutos.

¿Qué le parece que programas de entretenimiento como ‘Sábado deluxe’ estén introduciendo temas informativos?

Estupendo. La información no es patrimonio de los informativos, incluso hay gente a la que no le entusiasma ponerse enfrente de un televisor para ver un informativo y a través de esos programas se acerca a la actualidad.

¿Las audiencias influyen en los contenidos?

Las audiencias afectan a todo. La información es la que es, pero hay que tratar de seducir al espectador y contarle las noticias de una manera atractiva. Todos trabajamos para ser vistos, pensando en la audiencia.

¿Qué ha cambiado en sus años dedicados a la profesión?

La evolución tecnológica y las facilidades para cubrir la información. Yo he visto en la redacción teletipos de papel y he trabajado sin móvil, por lo que he vivido el proceso de digitalización. De hecho, presenté el primer informativo digital de España.

¿No fue un ‘tierra, trágame’?

Me quise morir (risas), pero fue el informativo más seguro de los que vaya a hacer en mi vida, porque tenía un montón de redes de protección por si algo fallaba.

Los canales de pago están apostando por el entretenimiento, pero, ¿qué pasaría si se animan a producir información?

Ojalá lleguen los informativos a los canales de pago. En España tenemos el canal 24 Horas de la televisión pública, pero tuvimos en abierto el ejemplo de CNN+, que fracasó. Me da lástima que en España no haya una audiencia más fiel a la información.

En 2009 viajó al Sahara, cogió papel y boli y publicó su aventura. Nada ligado a la actualidad...

Escribí ‘Sahara. Un viaje a la sabiduría de las gentes del desierto’, con Josto Maffeo, tras pasar allí un verano. Fue una experiencia fantástica, tanto la vivencia como plasmarlo como escritora.

Cada vez son más los presentadores que se animan a escribir. ¿Por qué les pica el gusanillo?

Supongo que porque en informativos no es tan fácil escribir, la información es limitada y no puedes hacer literatura. Lo que encontramos ahí como periodistas a los que nos gustan las letras es el desahogo de lo que no podemos hacer habitualmente.

¿Qué impone más un ‘pronter’ apagado o un folio en blanco?

Un folio en blanco (risas), no tengo ninguna duda. Tras tantos años en televisión, que se apague el ‘pronter’ ya no me da miedo, me aporta adrenalina improvisar.

¿Continuará desarrollando su vena literaria?

La literaria y la viajera, porque viajar es mi único vicio. Ahora estoy en un proyecto literario con La Esfera de los Libros y en mi tiempo libre continúo con los viajes, me abren la mente y de ahí surgen nuevas ideas.