La etiqueta negra, la marca de calidad del último melocotón que llega al mercado

La etiqueta negra, la marca de calidad del último melocotón que llega al mercado

El color, la dulzura y el gran tamaño le delatan: así es un auténtico Denominación de Origen Melocotón de Calanda, un placer que solo puede disfrutarse desde mitad de septiembre y hasta finales de octubre.

El auténtico Denominación de Origen Melocotón de Calanda.
El auténtico Denominación de Origen Melocotón de Calanda.
DO Melocotón de Calanda

No hay nada como el sabor que aportan a los platos los productos de la tierra, esos alimentos tratados con mimo a escasos kilómetros de nuestras cocinas. Si se habla de manjares de calidad obtenidos a través de cuidados procesos productivos, el Melocotón de Calanda forma parte, sin duda, de este grupo. Sus características especiales de color, sabor y tamaño lo hacen único, más cuando solo puede disfrutarse desde mediados de septiembre y hasta finales de octubre. Bien lo saben en la Denominación de Origen (DO) que cada día lucha por garantizar que todas las piezas que se comercializan bajo el nombre de ‘melocotón de Calanda’ sean las auténticas. "Su sabor y su textura es diferente al resto. Tiene más fibra y más cantidad de azúcar. También es más consistente. Es un producto apreciado por su textura, su sabor y su olor, pues el aroma también es muy importante". Así define Samuel Sancho, presidente de la DO Melocotón de Calanda, las particularidades de este producto.

El esfuerzo del Consejo Regulador asegura que cada melocotón ha pasado por un riguroso proceso que le confiere esas peculiaridades: primero tiene lugar un aclareo, para dar a cada melocotón el espacio que necesita para alcanzar el tamaño que las caracteriza. Después, se realiza un embolsado manual de cada pieza para protegerla de agentes externos. Por último, deberá pasar por estrictos controles de calidad antes de llegar al consumidor. «Las empresas cuentan con un control interno desde el inicio de su trabajo porque tienen que cumplir unos mínimos. Además, hay inspectores que revisan cada empresa a diario que visualmente controlan que toda la mercancía esté en perfecto estado. Si se encuentran algún desperfecto, avisan a la DO para que realicen otros controles», explica Sancho.

La etiqueta negra numerada será el broche final a este proceso pues es la certificación visual que asegura su autenticidad. Tras esto, el Melocotón de Calanda se defiende solo en el mercado hasta llegar a ser considerado por muchos como el mejor del mundo. El presidente de la DO defiende este título porque es "un melocotón tardío que, cuando llega al mercado, ya no queda otro en España. Eso significa que lleva mucho más tiempo en el árbol, lo que permite cuidarlo durante más tiempo y, con ello, conseguir unas cualidades especiales que lo diferencian del melocotón más temprano".

Una forma de diferenciar

La etiqueta negra es necesaria para diferenciarlo de otras frutas de este tipo que no cumplen sus controles de calidad pues, todo lo que se cultiva en el Bajo Aragón, zona donde nace este producto que cuenta con unas condiciones climáticas y geográficas que hacen de él un melocotón puro y con un gran sabor, no es auténtico denominación de origen.

El etiquetado también se emplea para diferenciar el Melocotón de Calanda de otras piezas que presentan una tonalidad similar, pero que no obtienen esta denominación pues solo 1 de cada 100 melocotones amarillos merecen la certificación, según aseguran desde la DO. Tampoco todos los melocotones embolsados son DO.

Sancho cuenta que este año se han certificado dos millones y medio de kilos, lo que supone un 30% menos en datos globales que el pasado año. "Los pedriscos y las aguas que vinieron durante la recogida mermaron la producción –explica–. Ha sido una campaña más corta". Sin embargo, el presidente asegura que el producto era de mucha calidad, con los niveles de azúcar y dureza que se exigen. «Había demanda. Ha sido un producto muy valorado y reconocido», señala.

La DO Melocotón de Calanda, que certifica un producto autóctono de la Comunidad, traspasa fronteras. Países como Portugal, Italia, Alemania y Suiza son algunos de los territorios donde se puede disfrutar de un sabor auténtico de Aragón.

Un proceso único para un productos singular

Un doble aclareo intensivo. La comarca del Bajo Aragón, al sureste de la drepresión del río Ebro, entre las provincias de Teruel y Zaragoza, es el territorio por excelencia del melocotón de Calanda. El primer paso en la recogida de esta fruta es realizar un doble aclareo intensivo del fruto. Este sistema, que mima a cada pieza, consiste en eliminar un alto porcentaje de los frutos existentes en el árbol, en torno al 70%. El objetivo de este proceso es obtener un producto de la máxima calidad posible y, para ello, se deja una distancia de unos 20 centímetros entre fruto y fruto. Con esta separación se obtiene una pieza más voluminosa y carnosa, característica indispensable en el melocotón de Calanda que, para lograr la etiqueta negra, debe tener, como mínimo, un diámetro de 73 mm. El embolsado de cada fruto. Más tarde, y tras hacer que cada pieza tenga el espacio adecuado para crecer, se procede al embolsado de cada melocotón. Se trata de un proceso manual, ya que se embolsan uno a uno. Esta tarea protege al fruto de agentes externos y de los productos fitosanitarios que se emplean en los cultivos. Así, los melocotones tratados con esta técnica son más puros y sanos, lo que también afecta al sabor al conseguir una fruta dulce y carnosa. Este proceso también le confiere una dureza inigualable que, para ser el auténtico etiqueta negra, debe ser mayor o igual a 3 kgr/0,5 centímetros cuadrados y tener un mínimo de 12 grados Brix de azúcar, que son los grados relativos al contenido de sólidos disueltos en líquido. Esta tarea suele llevarse a cabo en el mes de julio, en los dos últimos meses de crecimiento del fruto. Es entonces cuando se embolsan cerca de 250 millones de melocotones. Una fruta auténtica. El gran tamaño, el excelente sabor y la dulzura son las características que han llevado al melocotón de la Denominación de Origen Melocotón de Calanda a alcanzar un gran prestigio en el mercado. El sello del Consejo Regulador garantiza que las piezas que se comercializan proceden de la variedad autóctona amarillo tardío y sus clones seleccionados Jesca, Evaisa y Calante. Estas variedades se caracterizan por una gama cromática que va desde el amarillo crema hasta el pajizo. Además, para asegurar la autenticidad de las piezas, lo que avala el cumplimiento de estas características, la etiqueta negra debe estar numerada. Esto, y el sello del Consejo, ratifica que el consumidor está ante un auténtico Melocotón de Calanda. El consumidor debe saber que, salvo inclemencias, esta fruta solo se encontrará en el mercado desde mediados de septiembre hasta finales de octubre. El viernes 21 de diciembre, una nueva entrega de la colección de paños de cocina de HERALDO. Más información en promociones Heraldo.