De todos los productos que caracterizan a la gastronomía de la Comunidad, el Ternasco de Aragón es, probablemente, uno de los más valorados, pues son pocas las carnes que comparten sus características: además de ser considerada una de las más tiernas que existen y con un sabor equilibrado, contiene proteína de alta calidad y es fuente de minerales.

Eroski, en su afán por dar respuesta al creciente interés del consumidor por los productos locales y autóctonos y apoyar la sostenibilidad del sector primario de la Comunidad, pone a disposición de los aragoneses una amplia oferta de cordero, con Indicación Geográfica Protegida Ternasco de Aragón, y garantiza el bienestar animal de los corderos durante su crianza. Para ello se cuidan diferentes aspectos: en la alimentación, se asegura la ausencia de hambre y sed; en su alojamiento, se vigila la temperatura, el confort y la facilidad de movimiento; en la salud, que no haya dolor, lesiones o enfermedades. Y en el comportamiento, se vela por que haya una expresión social adecuada, una relación humano-animal óptima y un estado emocional positivo. Todo ello con la certificación de Certea.

Eroski, con su marca Eroski Natur, trabaja para seleccionar las mejores variedades que garanticen un sabor diferencial y que sean producidas de forma sostenible. Una apuesta por productos frescos seleccionados por su sabor, y con una garantía de contribución a la sostenibilidad de la producción, de un proceso respetuoso y responsable del entorno.

Los más de 500.000 kilos comercializados en los establecimientos Eroski de Ternasco de Aragón en los últimos tres años –que desde el año 1994 proceden de la cooperativa Oviaragón - Grupo Pastores– confirman la apuesta de esta cadena por el producto local y también el interés del consumidor por adquirir carne de calidad y de proximidad.

La cooperativa vela además porque todos los procesos, desde el origen de la producción hasta las operaciones en tienda, sean lo más responsables posible. El fomento de una alimentación más saludable y sostenible es el objetivo de los Compromisos en Salud y Sostenibilidad que la compañía ha renovado recientemente.

Además, la cría del Ternasco de Aragón desempeña una función social, pues ha ayudado a la fijación de la población rural, con el correspondiente mantenimiento de actividades ganaderas centenarias en las veredas y cañadas reales que surcan el territorio aragonés.

Nuevos cortes

Si bien es cierto que las costillas son el modo más conocido y tradicional de consumir esta carne, más si cabe si se preparan en una buena brasa, existen otros cortes igual de sabrosos y que amplían las opciones gastronómicas de este producto. En Eroski disponen de hasta 15 cortes diferentes, como son la paletilla, procedente de la espalda del cordero; los filetes finos o el tournedó, de los cuartos traseros; el costillar; o los collares; que se obtienen de la zona del cuello. Esta amplia variedad en los cortes permite además al consumidor variar en la preparación de esta carne.

Un alimento que impulsa la economía rural localEl Ternasco de Aragón es un cordero alimentado con leche materna y cereales naturales cuyo peso en canal oscila entre 8 y 12,5 kg. El proceso de crianza de este  cordero se realiza de manera clásica, mediante un aprovechamiento tradicional del territorio aragonés, tanto en pastos de montaña y media montaña como en las zonas más áridas del valle del Ebro.

Los más de 650 ganaderos que hay detrás de la crianza de estos animales para su posterior comercialización son además impulsores de la economía rural local, manteniendo la población en las zonas donde cuidan de sus ganados y preservando el medio natural, con los beneficios que toda esa labor supone para el entorno.

Tal y como indican desde el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Ternasco de Aragón, más de 365.000 ovejas forman parte de la IGP Ternasco de Aragón, y todas ellas son de las cinco razas autóctonas aragonesas que existen en la actualidad: la Ojinegra de Teruel, la Roya Bilbilitana, la Rasa Aragonesa, la Maellana y la Ansotana.

El Ternasco de Aragón es también la primera carne fresca en España reconocida con una Denominación específica (actualmente IGP).