Caspe, un enclave único para disfrutar del Mar de Aragón

Caspe, un enclave único para disfrutar del Mar de Aragón

Además de la práctica de deportes náuticos, la cabecera de la comarca de Bajo Aragón - Caspe alberga un rico patrimonio, fruto de su importancia en el desarrollo de la historia aragonesa.

Acto del Juramento del Compromiso de Caspe.
Acto del Juramento del Compromiso de Caspe.
Arturo Sisó

Visitar la localidad de Caspe es hacer un viaje por la historia de Aragón, pues sus calles fueron testigo de dos de los acontecimientos más importantes para el desarrollo de la Comunidad: el Compromiso de Caspe, un acuerdo histórico que se considera punto de inicio del derecho foral aragonés; y la redacción del Estatuto de Autonomía de Aragón, desarrollado en 1936 y que quedó paralizado con el estallido de la Guerra Civil.

El municipio cuenta además con un importante legado arquitectónico, plasmado en el castillo del Compromiso; en la colegiata de Santa María la Mayor, uno de los ejemplos más notables del Gótico purista de Aragón; o en la torre de Salamanca, un fuerte fusilero construido en el año 1875 debido a la necesidad defensiva de la población ante las Guerras Carlistas.

Cabe destacar la oferta museística de la localidad, con el museo de Heráldica, el centro de interpretación de la Historia de la Autonomía o el centro enfocado al mundo religioso y funerario ibérico, entre otros.

El Mar de Aragón

El embalse de Mequinenza, más conocido como Mar de Aragón, bien merece una visita, pues es la extensión de agua más grande de la Comunidad. Con más de 100 kilómetros de longitud y hasta 60 metros de profundidad, cuenta con 500 kilómetros de recortadísimas costas de playas y acantilados, creando un paisaje sorprendente en un entorno seco y estepario. El embalse se configura así como el lugar idóneo para la práctica de deportes naúticos como el ‘windsurf’, el kayak o la vela, aunque la pesca es la que más interés despierta en la zona. Así lo confirman dos de los eventos anuales que más repercusión tienen en la localidad: Naupesca, feria especializada en deportes naúticos, caza y pesca, que se realiza a los pies del embalse entre los meses de abril y mayo; y el Campeonato Internacional de Pesca del Black Bass en Europa, celebrado a mediados de octubre.

Más propuestas

A todas las posibilidades que ofrece el Mar de Aragón cabe añadir otras rutas con las que disfrutar de parajes naturales –en bici o a pie– de gran valor paisajístico en torno a los ríos Ebro –con la Ruta Jacobea– y Guadalope, donde se puede admirar el puente de Masatrigos, una imponente construcción de origen medieval. Los yacimientos íberos de La Loma de los Brunos o las pinturas rupestres de arte levantino son otras opciones muy interesantes para disfrutar en la zona.

Además de las fiestas patronales de San Roque, celebradas a mediados de agosto, otra de las citas de gran importancia en la localidad es Expocaspe, feria agrícola, ganadera industrial y comercial del Bajo Aragón, muy consolidada a nivel nacional e internacional dentro del sector y que este año celebra su XXXVIII edición. Además, el 11 de mayo concluye en la localidad la primera etapa de la Vuelta Ciclista a Aragón, prueba deportiva que, tras trece años de parón, volverá a disputarse en la Comunidad.

La recreación de un acuerdo histórico

A finales del mes de junio, el fin de semana más próximo al día 28, la localidad viaja hasta el siglo XV para recrear el Compromiso de Caspe, un acuerdo en el que el diálogo se impuso a la guerra, pues representantes de los tres brazos de la Corona de Aragón acordaron de manera pacífica que el infante castellano Fernando, de la Casa de los Trastámara, fuese el nuevo rey de todo el territorio.

Para recordar tan noble encuentro, el municipio entero se transforma de nuevo en una villa medieval, con mercadillos, farsas y representanciones teatrales, además de otras actividades como el tiro con arco o las exhibiciones de cetrería. Una propuesta muy interesante, declarada de Interés Turístico Regional, para viajar en el tiempo y disfrutar en familia.

La gastronomía caspolina

Todo aquel que se acerque a descubrir la localidad de Caspe no puede marcharse sin haber probado su gastronomía, donde priman las hortalizas y los vegetales, como las berenjenas, los pimientos o las calabazas. Entre todos ellos destaca el tomate seco, que tras ser sazonado en la planta se recolecta y se deshidrata con sal y calor. A posteriori, rehidratado y frito es un deleite para el paladar. Mención especial merecen también las olivas de la variedad Caspe, adecuadas para la elaboración de encurtidos, y las de la variedad empeltre, muy cotizadas en la elaboración del aceite de oliva.

Los más lamineros no pueden marcharse de la localidad sin probar la famosa torta de balsa, elaborada con azúcar, huevo y almendras; o la almojábana, un dulce hueco de origen musulmán.

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