Crear un espacio estimulante que fomente el aprendizaje. Ese debe ser el objetivo de los padres para que sus hijos puedan desplegar todo su potencial en un ambiente que ayude a su crecimiento. El método Montessori defiende que los niños deben tener una completa libertad para desarrollarse, por esta razón es muy importante que en el hogar se encuentren con un entorno propicio para que puedan progresar de forma adecuada.

El niño se convierte en el protagonista de su desarrollo y los padres adquieren un papel orientador primordial, puesto que son los encargados de potenciar la instrucción del pequeño, que aprende gracias a lo que le rodea. Por este motivo, se debe crear un espacio adaptado a estas necesidades educativas, donde la creatividad es fundamental para fomentar la adquisición de todo tipo de conocimientos.

Elegir los juguetes de forma correcta es clave, ya que no solo deben tener una función de entretener y divertir, sino que también tienen la misión de permitir, a su vez, desarrollar sus habilidades. Juegos inspirados en la realidad, simbólicos, imaginativos y que permitan la resolución de conflictos. De todos ellos deben rodearse los niños para fomentar su creatividad, concentración y motricidad. Por esta razón, elegir, por ejemplo, juegos de construcción, como los populares LEGO, para apoyar este aprendizaje autónomo es lo adecuado, pues les ayuda a su desarrollo ya que les permite imaginar, crear y razonar a través de simples piezas desestructuradas.

Pero no solo los juguetes deben ser los adecuados, prestar una especial atención y crear un ambiente de comprensión y cariño es fundamental para que los más pequeños puedan crecer y desarrollarse. La confianza, la paciencia, la empatía y el amor son claves para que sus aptitudes progresen en este ambiente de aprendizaje basado en la libertad de elección y en la independencia de los niños.