"Me gustaría que en unos años, si alguien dice mi nombre, lo relacionase con el CAI"
Tomás Bellas, base del CAI Zaragoza.
Las primeras imágenes de la infancia que le vienen a la memoria a Tomás Bellas son al lado de una pelota de baloncesto, en el jardín de su casa. Tendría apenas cinco años, y recuerda que era su padre quien le enseñaba a hacer entradas con ambas manos y a cómo pasar la pelota o tirar a canasta. "Mi padre me introdujo en este mundo y siempre me da consejos. Diría incluso que en algún momento tanto él como mi madre han creído que era capaz de hacer cosas o lograr propósitos que yo dudaba alcanzar", confiesa.
Tras formarse en las filas del Real Madrid, una etapa que marcaría su técnica individual, llegó con un papel secundario al Gran Canaria, donde año a año se fue ganando un sitio en el quinteto titular siendo posteriormente el máximo asistente de su historia en la mejor etapa que se recuerda del club canario.
Hoy, como base del CAI Zaragoza, sigue creciendo como jugador al lado de un equipo que le ha enseñado una filosofía diferente a la hora de entender el baloncesto. "A nivel personal estoy muy contento de estar aquí. El recibimiento de todos los miembros de la familia del CAI Zaragoza ha sido magnífico. He hecho grandes amigos dentro y fuera del equipo; y mi familia, que es lo más importante, está encantada también", afirma el base caísta.
Su ambición y su reto en este momento es ayudar al conjunto rojillo a "terminar lo más arriba posible en la clasificación" de la Liga Endesa. "Ahora parece que las cosas están saliendo como desde un principio nos hubiese gustado. Estamos más compenetrados como equipo, nos entendemos cada vez mejor y eso se refleja en los resultados".
Su futuro, por el momento, está ligado por un contrato de tres años al del equipo maño, aunque su compromiso va más allá de esta rúbrica. "Cuando era pequeño, se asociaban jugadores a determinados equipos. A mí me gustaría que en unos años, si alguien dice mi nombre, lo relacionase con el CAI Zaragoza", afirma quien disfrutó, en la NBA Summer League del 2015, de la experiencia de jugar en la "mejor liga del mundo", coincidiendo con su excompañero Edy Tavares y el excaísta Pablo Aguilar.
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