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Ya están aquí

adelfa

Las más coloridas, las que solo se abren cuando aprietan los termómetros, ya están listas para conocer mundo. Es momento de llenar hasta rebosar macetas, jardineras, o parterres con plantas que regalarán sus flores hasta casi entrado el otoño. Y lo mejor de todo es que son baratísimas. ¿Hay quien dé más?


Malva. Se la conoce también como lavatera y forma amplísimos racimos de flores de gran tamaño que resultan de lo más fructíferas. Cada flor puede dar un buen puñado de semillas. Es una planta bienal, por lo que aquellas recién sembradas no florecerán, habrá que esperar al verano que viene.


Adelfa. Es tan popular que lidera la lista de flores infravaloradas. Pero somos afortunados de que esta planta se dé tan bien en el clima aragonés y que sus flores, tan olorosas, decoren medianas y parterres. ¿Por qué no plantarlas también en maceta?








Magnolia. Su floración es impactante, por lo grande de sus tépalos, de un blanco intenso. Son flores muy olorosas, que atraen a multitud de insectos. Requiere suelos ácidos y muy húmedos.








Pasiflora. La flor de la pasión es una trepadora que se da estupendamente en Aragón, aunque puede resentirse en invierno. Florece copiosamente, desde la primavera hasta entrado el verano.








Buganvilla. Es quizá una de las razones por las que envidiar a los jardineros del Mediterráneo:es una planta muy hermosa, de brácteas tan vivas que parecen pintadas sobre el muro. La pena es que no soporta las temperaturas bajo cero.








No hay primavera sin flores ni verano sin calores, dice el refrán. Y, cómo no, siempre se cumple. Incluso este extraño 2013, cuando unos franceses se atrevieron a decir que no habría verano, ya tenemos encima la primera de muchas olas de calor. Nosotros nos pondremos a la sombra, pero las flores disfrutarán de las temperaturas altas y los días largos, muy largos. Es momento de asombrarse, por ejemplo, con la espectacular floración de la buganvilla, que se adapta a la perfección al durísimo verano aragonés. Cuidado con este arbusto, porque no soporta los fríos:quien decida vestir sus muros con esta planta tendrá que cubrirla con un plástico en invierno. También precisa bastantes cuidados el magnolio, que estos días viste con grandísimas flores blancas de tépalos durísimos donde se posan los insectos. Requiere tierra ácida y bastante humedad, y puede resentirse con el agua cargada de cal. Aún así, merece la pena probar si se adapta a nuestro jardín.


Es tiempo de color:de geranios, petunias, lavandas, portulacas o gazanias. Las malvas están ahora a reventar, y resultan una gozada para los que tuvieron la paciencia de esperar dos años a su floración (es una planta bienal). Más fáciles son las budelias y adelfas, que crecen en cualquier sitio y dan tantas flores que el jardinero casi se aburre. Aquellos que dispogan de tierra y disfruten cuidando especies, tienen los rosales para disfrutar. De todas, quizá la más asombrosa es la pasiflora, por la forma de sus flores. Aún pueden verse algunas colgar entre celosías.


FOTOS: JARI ESTEFANOFF