Cápsulas de tiempo
Estrella de Diego dijo en su conferencia de Ibercaja que Andy Warhol era un pintor clásico obsesionado con la muerte. Valerie Solanas le pegó unos cuantos tiros a su adorado Warhol, quien reconvirtió sus cicatrices en un cuadro. Warhol se adelantó (también) a la fiebre de registrarlo todo en fotos, vídeos, sonidos, textos...
Se hizo un youtube interminable y congeló la huella de sus días en 612 cajas de cartón: tickets, notas, lápices, recortes de revistas, fotomatones, polaroids... Y también introdujo bocetos, facturas y cuadernos de apuntes para el futuro. Llamó a esas cajas cápsulas de tiempo. Aún siguen abriéndolas poco a poco y sorprendiéndose en el museo de Pittsburg.
Warhol se dolía de la vida anónima, quería ser rico, guapo y famoso como pasos previos a la inmortalidad. Contra la soledad y la muerte porfiamos hoy en las redes sociales, en un mundo que Andy predijo con sus creaciones, sus frases, sus libros y su vida.
Warhol está en Ibercaja. Las cápsulas de tiempo, en este momento en que todos somos recortables, son un lujo: ocupan demasiado espacio. Por eso las subimos a la nube.