Blog

George Harrison: De Beatle a Jardinero

En 1999, quedé muy sorprendido cuando Javier Tarazona y Ricardo Gil me pidieron que escribiera el prólogo de su libro 'George Harrison: El hombre invisible'. Era entonces y, por supuesto, sigo siendo, beatleniano hasta la médula, pero no formaba, ni formo, parte de ese cenáculo de admiradores que miran al microscopio cualquier detalle del cuarteto de Liverpool y se saben de pe a pa vida y milagros. Bueno, ni de ese cenáculo ni de cualquier otro: la vida periodística impide especializaciones de entomólogo.


Mi sorpresa por la propuesta de Ricardo y Javier, que a la vez era un honor, subió muchos más grados cuando les dije que no tenía una buena opinión discográfica de Harrison en solitario después de poner en el mercado su opulento 'All Things Must Pass'. Dijeron que no importaba, que lo que escribiera era mi opinión. Y escribí cosas duras, como que  “uno tras otro, los álbumes que fue editando el ex Beatle, salvo los destellos salvables que cada cual quiera, fueron cayendo en la mediocridad”. O que el Beatle silencioso “quedó arrinconado en la esquina de los genios olvidados y pasto sólo para fetichistas y fans recalcitrantes”. Y más estocadas venenosas.


Los grados de la sorpresa subieron hasta casi el incendio: les pareció estupendo lo escrito y tiraron para adelante. En otoño de aquel año, el libro salía a la venta. Era la primera vez que yo escribía un prólogo, lo cual no tenía ninguna importancia, pero era también la primera vez que veía un libro en el que el prologuista, lejos de sacar el botafumeiro y deshacerse en alabanzas, le daba su buena ración de cera al prologado. ¡Qué irreverencia! ¡Y qué aguante el de los autores!


Pero ahora se ha producido el incendio completo de mi sorpresa. La pareja Gil-Tarazona ha puesto al día la vida y muerte de Harrison y acaba de reeditar el libro con un nuevo título, 'George Harrison: De Beatle a Jardinero', pero volviendo a insertar aquel prólogo mío. Lo cual, aun sabiendo de sus intenciones y habiéndome propuesto modificar algo o añadir lo que considerara oportuno, me ha dejado completamente abrasado. ¡Cuánta consideración! Y cuánto agradecimiento debo a su confianza.


Aún no he podido ver el libro, que acaba de salir al mercado con esa fantástica editorial musical que es Milenio, pero estoy seguro que de nuevo, como ocurrió en la primera edición, apabullará el trabajo de campo de Ricardo y Javier, dos expertos beatlenianos, por no decir los mayores expertos de España en beatlemanía escrita, que entonces hicieron una labor titánica y que ahora, según sugiere en la presentación del libro Javier de Castro, han removido de tal manera el texto y han aportado tantos nuevos datos que lejos de un simple añadido de detalles y del periodo previo y posterior a la muerte de Harrison, ocurrida el 29 de noviembre de 2001, ha salido una obra nueva, o sea más sustancia.


Más alimento para acudir a un libro, como escribí en aquel prólogo, en el que “Tarazona y Gil, desvestidos de su traje de fans, han realizado un meritorio (y puntilloso) trabajo de investigación que luego han sabido volcar y sistematizar con amenidad en este libro, por otra parte necesario pues increíblemente Harrison estaba huérfano de literatura en España. Siquiera sea por todo esto y por aquellas maravillosas canciones que nos dio (con The Beatles y en solitario), que esa guitarra siga 'gimiendo gentilmente' por muchos años”.


Aquí pueden leerse las primeras páginas del libro por gentileza de Milenio: Harrison- Ricardo Gil y Javier Tarazona . Y por mi parte, dejo una canción, 'My Sweet Lord', en recuerdo del ex Beatle del que mañana, día 29, se cumplen nueve años de su fallecimiento, una canción magistral que está entre las tres o cuatro primeras del gran listado que figura en mi particular libro de oro del pop.


http://www.youtube.com/watch?v=jLOdj2ayhz8