'Agility': terapia para perros abandonados

'Agility': terapia para perros abandonados

El 'agility' ayuda a estas mascotas a perder miedos y recuperarse anímicamente, pues venciendo obstáculos ganan autoestima y confianza.

María Ángeles y Lluna, en un entrenamiento.
María Ángeles y Lluna, en un entrenamiento.

En el Centro de Protección Animal de Zaragoza recomiendan el 'agility' al igual que la esterilización de mascotas. Conocen sus beneficios para los perros rescatados y son partidarios de fomentar el ejercicio en familia para superar un problema de base: que el perro no practica la actividad que necesita. "El deporte es muy importante y esta disciplina, en concreto, les va muy bien a los animales para mejorar la conexión con el dueño, trabajar la obediencia y la sincronización", describe Manuela García, directora de este centro de titularidad municipal.


Albatros (Alba, para sus cuidadores) es el mejor ejemplo de los beneficios que reporta esta disciplina a las mascotas. Pasó de ser un perro abandonado al perro anti-veneno que protege a otros animales de la ciudad de una muerte por envenenamiento en las calles. Pero su caso no es el único, cuenta David Molina, adiestrador del Club Agility L’Almozara: "Utilizamos el 'agility' como terapia. Hemos comprobado que a un animal rescatado que viene con un cuadro de inseguridad tremendo, el 'agility' le ayuda a recuperarse anímicamente y a perder los miedos; venciendo obstáculos ganan confianza", subraya este experto que colabora desde hace años con el Centro de Protección Animal de Zaragoza.


Un deporte que cambia al perro

Su labor en el centro de educación canina se centra en que esos animales, además de un hogar, tengan una vida. "Es como tener un amigo con depresión que por mucho que se encierre en casa, lo que necesita es coger seguridad y confianza", compara. En este sentido, el 'agility' constituye una alternativa "muy divertida" que implica al animal y al dueño para ayudarles a recuperar todas esas sensaciones perdidas. "Tenemos casos de perros para los que el día a día era un sufrimiento porque el mero hecho de salir a la calle les causaba pánico; y ahora juegan y compiten en 'agility'", dice de una disciplina que les permite recuperar la autoestima y superar el bloqueo inicial. "Este deporte cambia totalmente la vida del perro y de la familia. Lo he comprobado en el club con gente que confiesa que su mascota es otra. Ahora hay medios para poder hacerlo y es bonito que la gente conozca este tipo de trabajo que puede solucionar problemas y casos que antes se daban por perdidos", puntualiza.


"El 'agility' ha reforzado el vínculo que tenemos"



Pumuki llegó a la vida de Ana Rosa hace cuatro años, para llenar el vacío que dejó su anterior mascota. "Me lo regaló un compañero, y desde cachorro siempre se ha comportado muy bien", cuenta su dueña. El 'agility' les ha ayudado a sobrellevar su hiperactividad, canalizando toda esa energía que derrocha. "Necesitábamos que hiciera un trabajo mental, y ahora está más tranquilo y centrado. Hemos reforzado el vínculo que tenemos", señala.


"Quería que mi perra tuviera una vida mejor"

 
En el Club L'Almozara son partidarios de una 'escuela de padres' para perros. "Me interesa más formar a las personas para que aprendan cómo educarlos", defiende Molina, y confiesa que "lo más bonito" de este deporte es que lo puede hacer cualquier persona con cualquier perro. El mejor ejemplo es el de María Ángeles, de 70 años, y Lluna, uno de los perros rescatados más complicados que han tenido; ahora compiten juntos. "Me gustaba el 'agility' y quería que mi perra tuviera una vida mejor", confiesa esta profesora jubilada.


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