El susurrador de caballos del barrio de Montañana

Antonio Serrano practica en sus instalaciones del barrio zaragozano la doma en libertad con ejemplares indomables y de difícil conducta.

Antonio Serrano, trabajando con un ejemplar en Montañana
Antonio Serrano, trabajando con un ejemplar en Montañana
Laura Uranga

Antonio Serrano dice que lleva toda la vida intentando entenderse con los caballos. Eso es lo que él practica y lo que llama esencia natural, "porque la palabra 'doma' no me gusta".


Este zaragozano, que ya se le empieza a conocer como el "susurrador de caballos", doméstica en sus cuadras del barrio de Montañana ejemplares de diversos lugares de España, animales difíciles que llevan sus dueños para que los traten de sus "problemas de conducta". Caballos nerviosos, que se van de manos, resabiados al entendimiento de sus jinetes y en actitud defensiva. "Los traen con la idea de reciclarlos, pero muchas veces yo les digo que es por el dueño y no por el caballo", dice, por lo que en sus sesiones, además de trabajar con el caballo también trabaja con el jinete para enderezar a animales indómitos "que muchas veces sus dueños daban ya por perdidos".


Y, ¿cuál es el secreto de Serrano para calmar a las bestias? "La parte más complicada es al principio, es crear la confianza con el caballo, que él quiera colaborar y esté predispuesto a trabajar en equipo, y a partir de ahí... a volar", comenta este expresivo profesional de la doma en libertad quien incide en su mantra de trabajo: "Hay que hacer equipo con el animal, hay gente que quiere vencer al caballo, pero lo tienes que convencer".


Generalmente los caballos difíciles han "tenido experiencias complicadas con los humanos", explica, pero si te acercas a ellos con "honestidad, humildad, firmeza y equilibrio se crea como una magia", dice Serrano, para quien el caballo es el "animal más noble del mundo. Está estudiado, es el ser vivo más apto para valorar tu actitud, tu ser real, y para captar lo que transmite el ser humano", incide el domador, quien recuerda que además de utilizarse en distintas terapias, ahora se recurre a ellos en programas de coaching y liderazgo en el ámbito profesional.


Sobre el tiempo necesario para reconducir a estos animales no hay nada escrito. "Cada caso es una historia distinta, normalmente me traen caballos indomables, pero les demuestro que en el día puedo llegar a montarlos", explica.

Hipnosis de caballos

Serrano asegura hacerse con los ejemplares más indómitos, como una vez en la que "solo con una cuerda y sin gritar, monté en caballos salvajes de las marismas rocieras que nadie había montado antes", comenta el adiestrador, y en su web pueden verse vídeos de amansamiento y doma de potros cerriles, así como prácticas de lo que se conoce como hipnosis de caballos. "He observado que los caballos pueden llegar a un punto en el que entran como en un trance al que llamamos hipnosis, yo lo he comprobado con mis experiencias", comenta Serrano.


Este zaragozano comenzó de manera autodidacta y no es capaz de cuantificar cuántos animales ha domesticado. "Con 9 ó 10 años me busqué la vida para ganar dinero y a los 13 años me compré mi primer caballo porque mi padre no podía", comenta.


Desde entonces, se ha movido con familiaridad entre estos animales, pero asegura que su 'boom' profesional y reconocimiento ha sido en los tres últimos años, en los que ha hecho demostraciones delante de referentes como las casas Domecq o Bohorquez, e incluso ha amansado caballos en Cantora, la finca de Isabel Pantoja.


"He tenido la sabiduría de buenos maestros y la de los propios caballos", comenta el joven, quien asegura que en tanto tiempo no ha tenido percances pese al riesgo que conlleva su actividad. "El daño más gordo que he tenido en mi vida me lo hice el otro día, me pisó un caballo y ahora ando con el dedo roto de un pie", dice Serrano, quien subraya que "el caballo siempre avisa, otra cosa es que tú no te des cuenta".