El PP se aseguraría 8 de las 10 principales alcaldías de Aragón con la reforma electoral que plantea

Rajoy plantea que en cada municipio gobierne la lista más votada, sin posibilidad de pactos.

Belloch fue alcalde en detrimento de Suárez gracias al apoyo de CHA e IU
Belloch fue alcalde en detrimento de Suárez gracias al apoyo de CHA e IU

El más votado, alcalde. Sin posibilidad de pactos, partidos bisagra o tripartitos. Así es, a grandes rasgos, la reforma de la ley Electoral que el Ejecutivo central quiere poner en marcha y que frenaría el acceso a las instituciones locales de las formaciones de nuevo cuño, dando un respiro al desgastado bipartidismo.


Además de tratar de introducir la elección directa de los alcaldes, los planes de los populares pasarían por introducir una segunda vuelta en caso de que la opción más votada adquiriese una ventaja mínima.


En Aragón, y a tenor de los resultados de las últimas elecciones municipales (celebradas en 2011), el PP tendrían asegurados los cinco principales ayuntamientos: Zaragoza (donde fue la fuerza más votada y la unión de PSOE, CHA e IU permitió a Juan Alberto Belloch mantenerse en la alcaldía), Huesca, Teruel, Calatayud y Utebo.


En este último municipio zaragozano es donde se registraron unos resultados más apurados en las últimas elecciones. Los populares aventajaron a los socialistas en apenas 48 votos, pero, gracias al apoyo de IU, el PSOE acabó haciéndose con la alcaldía. En Utebo, por tanto, se pondría en marcha la teórica segunda vuelta.


Ampliando las miras hasta los diez municipios más poblados de Aragón (los cinco anteriores más Ejea, Monzón, Barbastro, Alcañiz y Fraga), el PP fue la fuerza más votada en ocho de ellos y el PSOE en los dos restantes. Una hegemonía que se rompe en Cuarte de Huerva, décimotercer municipio aragonés por número de vecinos, donde el PAR revalidó su mayoría absoluta.


Ni siquiera la pérdida de fuelle de los dos grandes partidos en las elecciones al Parlamento europeo del pasado mes de mayo (comicios a los que no concurrió el PAR) evitaría su salida de las corporaciones locales si se aprobara la reforma planteada. PSOE y PAR mantendrían el mismo número de grandes ayuntamientos, intercambiándose el poder en Utebo y Barbastro.


Freno a las nuevas formaciones


El crecimiento de las nuevas fuerzas políticas en los últimos años y la capacidad de maniobra de las otras tres formaciones con peso en la Comunidad (CHA, IU y PAR) se verían limitados con la reforma al no poder participar en el nombramiento de ningún alcalde (y por tanto no alcanzar pactos dentro de la actividad política de las ciudades y pueblos).


Los dos 'nuevos' partidos más perjudicados serían UPyD y Podemos. Con los escrutinios de las europeas en la mano, y siempre teniendo en cuenta el condicionante de la no participación del PAR y la inclusión de CHA en una coalición con otras siglas, las dos formaciones obtendrían concejales en Zaragoza y podrían ser llave en la elección del futuro primer edil.


En Huesca, como en Zaragoza, Podemos fue la tercera fuerza más votada y UPyD la quinta. Entre ellas se encuentra IU, por lo que varias teóricas coaliciones tendrían la fuerza necesaria para quitar al PP del Consistorio de la capital oscense. Una situación que se repite en Teruel y otros grandes municipios aragoneses.