Detectan seis zonas en riesgo de derrumbe en el bloque afectado por la grieta de 14 cm

El derribo de la pared afectada en la fachada norte comenzará mañana, salvo complicaciones

Los obreros apuntalaron la fachada, pero no evitaron que la grieta creciese hasta 4 centímetros.
Los obreros apuntalaron la fachada, pero no evitaron que la grieta creciese hasta 4 centímetros

Al menos otros seis puntos del edificio Sarakusta del Actur, en el que hace dos días se abrió una grieta de 14 centímetros de grosor localizada en la fachada norte, tienen riesgo de desprendimiento. Así lo hizo saber ayer el director de obra, Pedro Arguedas, tras una revisión general del inmueble previa al derribo programado de la pared afectada, previsto para mañana. Los desperfectos obligarán a retirar el ladrillo caravista de las zonas señaladas para evitar posibles desprendimientos. "No tiene buena pinta", reconocía Arguedas a mediodía, poco después de terminar la inspección. No obstante, descartó evacuar a los más de 1.000 vecinos que viven allí, dado que la integridad del edificio no corría peligro.


Los trabajadores de Cierzo Obras y Proyectos (seis en total) actuaron de urgencia en dos bloques para retirar cascotes y trozos de mortero monocapa de las plantas superiores. El resto quedó a la espera –hoy se analizarán con más detenimiento–, dado que la fisura principal requería una atención prioritaria. La grieta creció entre tres y cuatro centímetros a causa del fuerte viento, lo que hizo más evidente la separación entre la pared de ladrillo y el tabique. Los operarios no lograron frenar su avance, pero pudieron apuntalarla e impidieron que la superficie afectada –unos 100 metros cuadrados– cediese y cayese a la vía pública. Asimismo, colocaron una malla de protección, ampliaron el perímetro de seguridad (vallado y acordonado) y prohibieron el estacionamiento de vehículos en los alrededores.


"A las 15.00 –explicó el director de la obra– se vivieron momentos de tensión". Las rachas de viento se intensificaron –en la capital llegaron hasta los 81 kilómetros por hora– y comprometieron la estabilidad de la estructura. "Temimos que fuera a desplomarse, pero el viento amainó y pudimos retomar los trabajos y llevar la pared hacia adentro", apuntó. En el proceso, los obreros descubrieron otra grieta en la cara interior del edificio (también en el portal 1). "Se está abriendo una entre el primero y el tercero", reconoció Arguedas.


Restaurar la fachada costará al menos dos semanas, ya que habrá que demolerla, asegurarla, corregir los errores y reconstruir el paño. El derribo se hará por partes para no debilitar la estructura del inmueble y "con especial precaución", dado que los fragmentos podrían rebotar e ir a parar a la calle. Dejarla tal y como estaba no será fácil, ya que el ladrillo está descatalogado (la fábrica que los hacía ha cerrado), de modo que tendrán que buscar piezas similares para no romper la estética del edificio.Un error de construcción

Los trabajos comenzaron ayer desde el cuarto piso. Allí, los obreros habilitaron un sistema de poleas para subir, viga a viga, los hierros que componen el andamiaje de seguridad.Hoy, se centrarán en montar una plataforma de protección y un montacargas para sacar los escombros. El presidente de la comunidad de vecinos del edificio Sarakusta confirmó que la grieta se extiende desde la primera hasta la undécima planta y tiene su origen en un fallo de construcción. Aunque en su momento ya se puso una denuncia contra la constructora, ahora se estudia ampliarla para que la compañía se haga cargo de los desperfectos actuales y de los que estén por descubrir.


Hasta el edificio –en el número 21 de la avenida de María Zambrano– también se desplazaron técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento, aunque no tuvieron que intervenir, dado que ya se habían adoptado las medidas oportunas.