El Ayuntamiento de Maella busca una empresa que se haga cargo de acabar la residencia de mayores, pendiente desde principios de los ochenta, a cambio de gestionarla durante 30 años. El Consistorio convocará un concurso público para poner en marcha este equipamiento municipal y pretende que la adjudicataria financie las obras que faltan por hacer y que luego recupere el dinero invertido a través de las tarifas que pagarían los usuarios.

El alcalde de este municipio de la comarca Bajo Aragón-Caspe, el popular Jesús Gil, explica que para terminar la residencia hace falta gastar en torno a 1,2 millones de euros. Sin embargo, el regidor asegura que ya hay al menos dos empresas interesadas. «Por eso hemos decidido sacarla a concurso junto con el centro de día, que está acabado pero no funciona como tal –señala–. Esperamos que la licitación se presenten otras aspirantes y que haya al menos una oferta que cumpla el pliego de condiciones que se ha aprobado».

Gil recuerda que el proceso para dotar a Maella de una residencia de mayores municipal comenzó hace ya tres décadas con la adquisición de los terrenos. «Se compraron entre 1982 y 1984, y a lo largo de los años en esos suelos se han ido construyendo el centro de salud y el centro de día, que aunque está terminado solo se usa como espacio de reunión –detalla el alcalde–. Sin embargo, las obras de la residencia no empezaron hasta el anterior mandato, cuando gobernaba el PSOE y se invirtieron 700.000 euros gracias al Plan E».

Un centro con 60 plazas

En abril de 2009 se puso la primera piedra del centro, que está diseñado con 60 plazas repartidas en 20 habitaciones individuales y otras 20 dobles. No obstante, el alcalde sostiene que la cifra podría aumentarse. El edificio tiene tres plantas, pero en la primera fase de los trabajos solo se hicieron la estructura y la cubierta.

«Para acabar las obras faltan por invertir alrededor de 1,2 millones de euros, y lo que queremos es que una empresa privada asuma ese gasto a cambio de gestionar la residencia y el centro de día durante un plazo de 30 años prorrogable por otros cinco más –explica el regidor maellano–. La adjudicataria recuperaría la inversión a través de las tarifas que pagarían los usuarios, y de esta forma podríamos poner en marcha ambos equipamientos sin necesidad de conseguir fondos públicos».

En el último pleno, el Ayuntamiento de Maella aprobó por unanimidad de sus tres grupos políticos –el PP, el PSOE y el PAR– las bases que regirán el concurso para acabar y gestionar la residencia de mayores. El alcalde considera que, a pesar de la próxima apertura de las instalaciones de Caspe, el nuevo equipamiento tendrá suficiente demanda.

6.000 habitantes en la zona

«La residencia de Caspe no es una solución para los vecinos de Maella porque la gente mayor quiere estar en su pueblo –recuerda Gil–. Además, aunque aquí somos unos 2.000 vecinos, con los municipios de nuestro entorno (Fayón, Nonaspe, Fabara, Mazaleón...) sumamos más de 6.000 habitantes».

El regidor maellano también recuerda que solo en Barcelona viven unos mil descendientes de la localidad. «Muchos de ellos siguen teniendo casa en el pueblo y parte de ellos volverán a Maella y pueden acabar utilizando la residencia», sostiene Gil.