Un detenido por el robo de 249 ovejas en un barranco de Malón

El autor del hurto, localizado por el Seprona, es el vecino de una localidad riojana.

El SEPRONA de la Guardia Civil ha imputado a un hombre, vecino de la localidad riojana de Cervera del Río Alhama, como presunto autor del hurto de 249 ovejas en un paraje de Malón, en la provincia de Zaragoza. El detenido vendió el ganado, que presuntamente robó en un barranco de Malón.  


En mayo de este año, el Seprona de la Guardia Civil de Zaragoza tuvo conocimiento de unas presuntas irregularidades, observadas por un veterinario en una explotación ganadera de ganado ovino ubicada en San Martín de la Virgen del Moncayo.  Estas se basaban en que los identificadores crotales de determinadas ovejas no coincidían con los bolos ruminales (el segundo "código de barras" de estos animales). 


Al mismo tiempo, según fuentes del Seprona, las autoridades tenían conocimiento de dos denuncias presentadas ante la Guardia Civil por el titular de una explotación ganadera de Malón por la sustracción de un total de 249 ovejas, hurtadas en días diferentes, mientras se encontraban pastando en un paraje de dicho término municipal.


Ante estos hechos, agentes del Equipo de Investigación del Seprona se entrevistaron tanto con el veterinario que observó las anomalías como con el propietario de esa explotación, determinando que éste último había comprado el ganado inspeccionado a otra persona de La Rioja y por la que se habían expedido facturas de la venta y las guías correspondientes.


Una compra realizada con todas las garantías legales, pero que una vez en su propiedad y comprobado el estado de los animales por parte del veterinario advirtieron la existencia de irregularidades, por lo que decidieron ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil.


El ganadero de San Martín de la Virgen del Moncayo tenía pastando el ganado en un paraje de Hinojosa del Campo (Soria) hasta el que se trasladaron los agentes, comprobando que, según el Seprona, que había ovejas a las que no les coincidía el crotal con el bolo ruminal.


Tras una larga investigación, y una vez obtenidos los informes que determinaban que las ovejas procedían de la explotación ganadera de Malón, se pudo determinar la identidad del presunto autor del robo, el propietario de una explotación ganadera ubicada en la localidad riojana de Valverde de Cervera. El SEPRONA se trasladó, el pasado día 6 de octubre, hasta dicho lugar para esclarecer los hechos.


Los agentes se personaron en la explotación de Valverde de Cervera junto con veterinario del Gobierno de La Rioja. Ahí se realizó una inspección de las instalaciones. En dicho lugar se localizaron gran número de ganado ovino y caprino que, mediante el aparto lector, se procedió a cotejar si el bolo ruminal se correspondía con el crotal, observando que había cabezas de ganado que no coincidían y otras que carecían de todo tipo de identificación. Una vez solicitado por parte de los agentes el libro registro de la explotación, éste no fue entregado por el propietario, quien alegó desconocer donde lo guardaba.


Tras obtener indicios suficientes de la implicación del propietario de esta explotación de La Rioja en el hurto de las 249 ovejas, la Guardia Civil procedió a su imputación por un presunto delito de hurto y otro de receptación. Se trata de un hombre de nacionalidad española, 69 años y vecino de Cervera del Río Alhama (La Rioja).


En su declaración, el imputado reconoció haber encontrado el ganado en un barranco de Malón en mayo y posteriormente haber procedido a su venta, con la que obtuvo casi 6000 euros de beneficio.


El Seprona continúa con la investigación para determinar la procedencia del ganado localizado en la Rioja y que no estaba debidamente identificado.


El ganadero de San Martín de la Virgen del Moncayo ha aclarado que se considera "el pagano" de este suceso, y eso que gracias a que dio la voz de alarma se ha logrado detener al autor del robo. Explica que adquirió 81 ovejas al ahora detenido con sus correspondientes guías y factura por un precio total de 6.000 euros.


Apenas unos días después, al ir a colocar el bolo a las ovejas recién compradas, observó que había varias que ya lo llevaban, lo que era indicio de que estas habían sido robadas, así que dio aviso inmediato a los servicios veterinarios de Ágreda (porque tiene el ganado en tierras sorianas) y de Tarazona (por el lugar en el que radica su explotación).


El veterinario comprobó que, efectivamente, 41 de las 81 ovejas habían sido robadas. Al dar cuenta de ello al Seprona fue cuando pudo destaparse que habían sido sustraídas en Malón, y que todo apuntaba al ganadero riojano como el autor material del robo.

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