ofrenda de flores

Emoción, folclore y calor en una jornada de película, en las Fiestas del Pilar de Zaragoza

El esperado día del Pilar volvió a convertirse en una celebración multitudinaria en honor de la Virgen.

Es difícil superarse, pero cada año se consigue un nuevo récord. La Ofrenda de este año contó con nada menos que 890 grupos inscritos,  35 extranjeros y 28 de otras comunidades autónomas, y en ella trabajaron un total de 560 personas. Como novedades, este año se colocaron varias zonas selfi para tomarse fotos con la Virgen y su manto de flores y se utilizaron 350 microchips, colocados en los centros florales de los grupos para controlar el flujo del recorrido. No hubo ofrenda fluvial, debido al bajo caudal del Ebro, aunque algunos piragüistas llegaron por el río hasta el Club Náutico para acudir a la cita con la Pilarica.

Fue además una jornada para recordar aniversarios en este 2023. El 24 de junio pasado se cumplieron 75 años de que el Pilar fuera declarado basílica. El título fue concedido en 1948 por el papa Pío XII. También se conmemoraron las bodas de plata de la colocación de la estructura de la Virgen en su actual ubicación. Fue concebida por el cineasta Bigas Luna en 1998, pesa 40 toneladas y este año estaba preparada para recibir más de siete millones de flores.

El tiempo fue muy agradable en las primeras horas de la mañana, incluso hacía fresquito (15 grados), con brumas matinales que se fueron disipando y dieron paso a un sol que asomó hacia las 11.30 e hizo subir hasta los casi 30 grados de temperatura en las horas centrales del día. Sobre las 10.00 se colocó la Cruz de Lorena en el manto de la Virgen. Rocío, telefonista del hospital Royo Villanova, ataviada con el mantón de su bisabuela, fue la encargada de portarla hasta la plaza.

Los más madrugadores

Los oferentes más madrugadores, tras dejar sus flores, aprovecharon para tomar el almuerzo en Echegaray y Caballero, o en muchos de los bares de la propia plaza del Pilar y en las calles aledañas. Otros, según avanzaba el día, optaban por el vermú, y los que no habían pasado todavía reponían fuerzas mientras aguardaban su turno para incorporarse a la Ofrenda.

A las 10.30 todo transcurría con normalidad, aunque a lo largo del día se fueron acumulando retrasos de más de una hora en las salidas de varios grupos. En ese momento habían pasado 35.000 oferentes y 225 grupos. Entonces ya se registraba una afluencia masiva de oferentes individuales y todo apuntaba a que iba a ser una jornada histórica. Si en la primera Ofrenda celebrada en 1958 participaron 2.000 personas, en la de ayer se esperaban más de 350.000.

En la calle de Don Jaime I, por donde entraron los oferentes que iban sin grupo, se encontraban Paula y Lorena, dos zaragozanas que acuden a la Ofrenda "desde que nacimos", comentaron. Estaban preparadas para iniciar el recorrido desde las 8.00. "Normalmente salimos en grupo, pero este año lo hacemos por libre", añadieron.

"Salud y paz en el mundo"

Este año el país invitado fue Paraguay, y en la Ofrenda participaron 150 paraguayos. Sobre el escenario, varios de ellos bailaron la danza de la botella, colocándose varios de estos envases de vidrio sobre la cabeza. Una de sus portavoces, Rocío, dijo que habían pedido a la Virgen «que los niños tengan paz, salud para las personas enfermas y paz en el mundo».

Este año hubo de nuevo peticiones de mano, algo que se está convirtiendo en algo habitual en el Día del Pilar. Una de ellas fue la de Abraham Morejudo, de Ciudad Real, que llevaba meses preparando la petición de matrimonio a su novia, la zaragozana Yanara Mancebón. "Todavía estoy temblando", confesó ella. "Tenía que ser aquí, a los pies de la Virgen y rodeados de la gente de su pueblo, Clares de Ribota", afirmó el futuro marido de Yanara. La otra fue la de Raúl, de 23 años, quien pidió matrimonio a María, de 25, del grupo de Villafranca de Ebro.

La normativa dicta que pueden participar en la Ofrenda "cuantas personas lo deseen, siempre que se presenten vistiendo el traje característico de cualquier nación o comunidad autónoma. Se admitirán trajes distintivos de entidades y corporaciones". Por eso las fuerzas y cuerpos de seguridad desfilan con sus propios uniformes. Los bomberos ondearon su enorme bandera de siete metros y durante el recorrido interpretaron el ‘Somos’ de José Antonio Labordeta al son de gaitas. En el escenario junto al manto de la Virgen, el tenor de la Policía Nacional Ángel Cortés entonó el ‘Ave María’, acompañado por la música de un violín y un cello.

A lo largo del recorrido sonó la jota, en varios tramos y, por supuesto, en la plaza del Pilar. La compañía Estampa Baturra, con sede en el barrio de La Almozara, volvió a hacer un guiño para acercar la jota a los jóvenes y bailaron al ritmo de ‘Despechá’ de Rosalía. Este grupo folclórico ya ha hecho varias adaptaciones ‘joteras’ de algunos temas populares de Quevedo, David Bisbal o Bad Bunny, que han sido un éxito en las redes sociales.

También fue una jornada para pensar en la suerte. En las administraciones de lotería de las calles de Alfonso I y Don Jaime I se hacía cola para comprar números. En la de Don Jaime I es tradición desde años llevarse un décimo terminado en 12.

De cine

Estos días el actor Óscar Jaenada rueda durante las Fiestas del Pilar ‘Maestro’, una serie taurina para Disney+. La filmación se lleva a cabo con discreción e incluye localizaciones emblemáticas de la ciudad. Ayer se grabo en la plaza del Pilar y la calle de Méndez Núñez. No es la primera vez que un rodaje se cuela en los Pilares. En las fiestas de 1958 la ciudad fue escenario de dos escenas de ‘Gayarre’, cinta protagonizada por Alfredo Kraus, y en los primeros años sesenta el filme ‘Alma aragonesa’ (1961), de José María Ochoa, cuyo rodaje transcurrió durante las fiestas, contando con numerosos extras que participaron en una secuencia grabada tras la Ofrenda. Lilián de Celis y Manuel Monroy encabezaban el reparto.

El Cóndor pasó

En las tardes de estos días festivos suena sin cesar música andina en el paseo de la Independencia, con ‘El cóndor pasa’ como uno de los temas más interpretados por las diversas formaciones que pueblan esta arteria de la ciudad en Pilares. Pero por donde pasó ayer literalmente el Cóndor fue por la plaza del Pilar. Con este indicativo se denominan los helicópteros de la Policía Nacional, y ayer uno de ellos prestó servicio desde el aire.

Pero si hablamos de altos vuelos, el Ala 15 y el Ala 31 de la Base Aérea de Zaragoza marcaron otro de los momentos emocionantes sobrevolando el centro de Zaragoza. "Ooooh, qué pasada", profirieron varios oferentes al alzar la vista y ver pasar cinco cazas F-18 en formación por el paseo de la Independencia en dirección al Pilar, a los que les siguieron tres aviones de transporte A-400M.

La Ofrenda es una celebración muy humana, pero eso no significa que no haya mascotas acudiendo a la plaza. Que se lo digan a Mía, una caniche que participó en la Ofrenda junto a Lorena. "Hemos venido con una amiga del grupo Asociación Amigos de Lechago. Esta historia comenzó hace varias meses porque tenemos un grupo de caniches en Zaragoza (@canicheszgz). En la segunda quedada que hicimos el 1 de octubre, a las puertas del Pilar, decidimos hacer un concurso de perros baturros. Así que preparamos el traje para luego venir este día, poder enseñárselo a todo el mundo y que vieran a los caniches, que están preciosos con traje y sin traje. Pero en este día procedía totalmente venir con traje", contó.

También fue un día para recordar la fe y la devoción que se siente por la Virgen y cumplir varias promesas relacionadas con la salud. Una peña de Villamayor de Gállego vino a dar la Virgen su agradecimiento porque el hijo de una de sus integrantes, enfermo de leucemia, está bien tras haber sido operado.

Lazos con Latinoamérica

Es bien sabido que la Virgen del Pilar es la patrona de la Hispanidad. Por eso Latinoamérica está siempre muy presente en este día con la participación de varios países del otro lado del charco. "¡Viva México! ¡Viva la Virgen del Pilar!", exclamaban Norma, Mariví, Sisi, Isabel, Trinidad y Josefina, que no es mexicana pero adora el país azteca. Todas ellas aguardaban sonrientes en la salida desde la plaza de Santa Engracia. Residen en Zaragoza, un topónimo que abunda en el país norteamericano, aunque principalmente aquellos lugares rinden honor al general Ignacio Zaragoza, héroe y benemérito de la Patria.

"Procedemos de diferentes estados: Jalisco, Nueva León, Michoacán, Ciudad de México, Sinaloa… Llevamos unos cinco años saliendo y este año no hemos tenido que esperar mucho", comentaba Norma.

Otro grupo de mexicanos que también participó ayer volvió a cumplir con una tradición que mantiene desde hace 60 años: traer orquídeas a la Virgen del Pilar.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión