La jota, pasión y seña de identidad

Para festejar o trabajar, para honrar y ofender, para divertirse y hacer reír... ha acompañado a los aragoneses en todos los momentos de su vida

Actuación de jota en la plaza del Pilar un 12 de octubre.
Actuación de jota en la plaza del Pilar un 12 de octubre.
Guillermo Mestre

Musicalmente, las fiestas del Pilar tienen cada año varios protagonistas. Pero quizá hay uno que sobresale sobre los demás: la jota. Este canto y baile popular, estilizado y consagrado en los escenarios desde hace décadas, está presente de múltiples formas en las fiestas. También el 12 de octubre, día en que la oferta quizá no destaque por la cantidad, pero sí por la calidad: desde hace años la actuación de la tarde en la plaza del Pilar está reservada a quienes hayan ganado el certamen previamente. Es el momento de los campeones.

Pero también pueden verse y oírse jotas a lo largo del día. En el camino a la Ofrenda, por ejemplo, momento en el que muchos grupos aprovechan para cantar y bailar. Y a lo largo de todo el día se pueden realizar pequeñas actuaciones en el escenario dispuesto a los pies de la Virgen. No es algo que el Ayuntamiento organice invitando a estrellas seleccionadas: el escenario está a la disposición de todos los grupos que pasen por la Virgen, con la limitación de que solo pueden actuar allí durante cinco minutos. Pero deben solicitarlo previamente.

Lo que dice el reglamento de la Ofrenda, para el recorrido, es: "los coros y rondallas podrán acompañar y amenizar el desfile, siempre que no ocasionen retrasos ni impidan el avance continuado. Para dinamizar el paso de los oferentes, desde las 15.00 hasta las 20.00, los grupos podrán ser desviados desde la plaza de España para terminar su recorrido por la calle de Don Jaime I hasta la plaza del Pilar, siendo suspendido su acompañamiento musical a la entrada de la Plaza del Pilar. No se permitirá la interrupción del desfile por las calles con bailes. Aquellos grupos que incumplan este punto podrán ver suspendida su actuación sobre el escenario". Y sobre las actuaciones ante la Virgen que: "los grupos que deseen actuar deberán hacerlo constar en la ficha de inscripción, así como todos los datos posibles (tipo de baile, número de componentes, acompañamiento en directo o grabado, etcétera). La actuación tendrá una duración máxima de cinco minutos y solo se permitirá una por grupo inscrito aunque dicho grupo incluya a varias rondallas. Recibidas las solicitudes, las actuaciones serán confirmadas según las necesidades de la organización. Dichas actuaciones terminarán a las 17.00, independientemente de que tengan asignado un horario y no hayan podido actuar, aunque la Ofrenda continúe. A esta hora dará comienzo la programación de folclore prevista en el escenario sito en Fuente de Goya". Normalmente suelen usar esa prerrogativa los distintos grupos aragoneses pero también hay otros que ponen en escena folclores de otras autonomías y de distintos países de Hispanoamérica.

De las aguas de la tierra
la mejor es la del Ebro
y la Virgen del Pilar
la mejor Virgen del Cielo

Y, ¿cómo viven los grupos de jota la Ofrenda?

"Con muchísima ilusión, como no podía ser de otra manera", señala Luis Enrique Langarita, director de Baluarte Aragonés. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, los grupos no siempre pueden participar en la celebración. A menudo les surgen compromisos profesionales que, al atenderlos, si no son muy nutridos, les impiden participar. En el caso de Baluarte, uno de los grupos más sólidos de Aragón, no es impedimento. "Preferimos salir temprano, porque lo normal es que esa tarde tengamos alguna actuación –añade Langarita–. Por eso, si en el sorteo nos toca un horario de tarde, y nos coincide, nos ponemos de acuerdo para salir todos juntos en el acceso libre". Este año, por ejemplo, Baluarte tiene compromisos en Vitoria, misa en la catedral incluida, y algunas de sus estrellas viajaron ya ayer a la capital vasca. Eso no impedirá que en la Ofrenda participen un centenar largo de personas, entre miembros del grupo, alumnos de su escuela, familiares y excomponentes. No estará Langarita, pero sí su familia más cercana.

"El escudo de Baluarte Aragonés nos alberga a todos, los que somos y los que han sido –destaca el director del grupo–. Para nosotros es un buen momento para agradecerle a la Virgen del Pilar todo el trabajo que nos ha dado el año anterior. Cuando tenemos alguna actuación, sea la época del año que sea, siempre soy el primero en salir y el último en regresar. Y, cuando llego a casa, llamo a los miembros del grupo para confirmar que no les ha pasado nada, que han regresado sanos y salvos a sus casas. No me duermo hasta que lo tengo confirmado. Por eso, el 12 de octubre es el día idóneo para agradecerle a la Virgen su protección".

En la cabecera tengo
una Virgen del Pilar,
a la que yo me encomiendo
cuando voy a trabajar

Por lo general, el grupo no solicita cantar o bailar durante su participación en la Ofrenda. "Solemos tener alguna actuación estos días en los escenarios municipales, o en otros privados, y consideramos que ya es suficiente", añade.

¿Qué le llevan a la Virgen? Cada uno elige sus propias flores pero, además, es tradicional que Baluarte lleve un tapiz floral con el escudo del grupo. Lo pagan entre todos.

Nobleza Baturra, otro de los grupos punteros en el folclore aragonés, vuelve este año a participar en la Ofrenda tras un periodo de ausencia. "Iremos unos 110 –señala Teresa Betoré, su directora-. Hacía tiempo que no participábamos porque teníamos mucho trabajo en estas fechas, pero este año el grupo de alumnos de la escuela de adultos, que es muy animado, ha querido acudir, nos ha alentado, y claro, todos estamos deseando ir a mostrarle nuestro respeto a la Virgen, así que iremos".

La ‘marca’ Nobleza Baturra exige que todas las actuaciones sean impecables, perfectas, y este año tienen que mostrar el trabajo de su escuela mañana, día 13, a las 5 de la tarde. Los ensayos con los distintos grupos se han sucedido en los últimos días, puliendo detalles, retocando las actuaciones. "Hemos podido organizarnos con tiempo para tenerlo todo preparado antes. Y vamos a la Ofrenda con muchísima ilusión, yo sobre todo; es un día para disfrutar con mis alumnos, mi familia, mis amigos... Sacaremos nuestras mejores galas".

El caso de Teresa Betoré es especial porque hacía 40 años que no participaba en la celebración. Nobleza tampoco cantará y bailará sobre el escenario, porque esa misma tarde tendrá la oportunidad de actuar en la plaza del Pilar y al día siguiente presentará el trabajo de su escuela. Cada uno de los participantes llevará sus propias flores, y no habrá ofrenda colectiva. "Queremos sobre todo disfrutar del día, de la Ofrenda y de la Virgen; y, hacerlo correctamente vestidos, que la indumentaria sea aragonesa de verdad".

En lo que sí coinciden todos es que bailar el 12 de octubre con la Virgen en el horizonte es todo un honor. "Es una imagen icónica, y si bailas cuando has ganado el campeonato, aún lo disfrutas más", concluye Langarita.

No hay día de las fiestas del Pilar en el que no se escuche la jota, tanto en escenarios cerrados como en la calle. Pero la actuación estelar está prevista para la tarde del 12 de octubre, y se celebra cuando aún no ha terminado la Ofrenda y numerosos grupos y particulares pasan por la plaza a depositar sus flores ante la Virgen. La cita es a las 17.00 en el Escenario Ámbar de la Fuente de Goya. Allí, como es tradición, actuarán los ganadores del Certamen Oficial de Jota.

Es la Virgen del Pilar
la que más altares tiene:
no hay ningún aragonés
que en su pecho no la lleve

El certamen celebró su primera edición en la plaza de toros de Zaragoza en 1886 y en él han competido todos los grandes cantadores y bailadores de la historia. Ganarlo supone ascender a los altares de la jota. La competición ha evolucionado a lo largo de las décadas y hoy tiene dos vertientes, una infantil, cuya final se disputa el sábado anterior al 12 de octubre (este año se ha disputado la 37ª edición); y una adulta, que se desarrolla al día siguiente. Aunque en ambas se dan segundos premios, solo los primeros están invitados a actuar la tarde de la Ofrenda.

Este año, pues, lo harán los cantadores Sergio Ripol y Leyre Blasco y los bailadores Gabriel López Haidu e Isabela Aladrén, como vencedores en la categoría Benjamín (de 5 a 9 años); Daniel Budría y Rocío Mallor, y la pareja de Cristina Armenteros y Pablo Artigas (Infantil, de 10 a 12 años); y Darío Longares y Laura Clavería, y Clara Armenteros y Alejandro Alda ( Juvenil, de 13 a 15 años).

En adultos, los vencedores fueron Pilar Flores y Diego Urmeneta en canto y Cristina y Carlos Manuel Herrero en baile. Solo los que ganan el Ordinario pueden presentarse en los años siguientes al Extraordinario, que, dado su nivel de exigencia, en ocasiones queda desierto. Este año no, por lo que el espectáculo será mayor. Cantarán la muelana Ángela Aured, que ya lo ha ganado en tres ocasiones, y el utebero Javier Soriano, que suma su cuarto título. Y bailarán Lorena Vicioso y Alejandro Alonso. Habrá más jotas en ese mismo escenario porque a las 18,30 actuará Blasón Aragonés y una hora más tarde Nobleza Baturra.

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