Bad Gyal es una diva. Una estrella dorada que brilla de arriba abajo, desde la indumentaria al carisma. La catalana, a pesar de su juventud, lleva tras de sí una carrera tan meteórica como sólida; en apenas un lustro ha tocado el cielo de la industria, ha hecho el ‘crossover’ al mundo anglo y cada paso que da parece caminar por el sendero de baldosas amarillas, el mundo de Oz en clave de ‘trap’. Anoche llenó hasta los topes la carpa grande del Espacio Zity en Valdespartera, y desarrolló con soltura un espectáculo de muchos quilates. Espectáculo, más que concierto:como suele ser habitual en el género, no hay músicos en la tarima, y muchos de los coros están pregrabados.

Imágenes del concierto de Bad Gyal

Eso sí, la puesta en escena no tiene nada que envidiar a la que exhiben las reinas del pop en las Américas. Salió con gafas de sol «a lo Victoria Beckham», según dijo una espectadora que bailaba junto a su hija, aunque el parecido desapareció sin las ‘shades’. Arropada por su cuerpo de baile, tres bailarinas y tres bailarines, Alba Farelo dejó que su cuerpo hablase en sintonía con sus cuerdas vocales, y desde su oda al ‘Pussy’ o el palpitante ‘Bom Bom’, desgranó su material con soltura. La noche (como muchas noches que vendrán) fue suya.