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Javier Ramírez: "La Ofrenda mueve montañas y la fe de los aragoneses"

El coordinador ofrece el retrato de este extraordinario evento.

Javier Ramírez, con la Virgen del Pilar al fondo.
Javier Ramírez, con la Virgen del Pilar al fondo.
Guillermo Mestre

Resulta complicado medir la fe, pero la Ofrenda a la Virgen del Pilar rebasa todas las cotas.

Eso es irrebatible. Estamos ante el evento más participativo de todo el año Aragón. Y sí, la fe no se describe con números, pero 160.000 oferentes es un dato extraordinario.

¿Se van a superar los datos prepandemia?

Antes de la pandemia, llegamos a los 150.000 oferentes, pero todas las perspectivas de este año nos indican que vamos a superar ese registro. Este año hay 865 grupos, es decir, 16 más que en 2019. Los números corresponden a los oferentes que pasan el control. Además, están los oferentes individuales que llegan al lugar de encuentro, esperan hasta que les llega el turno para entregar las flores y sean colocadas en la estructura. Si además, añadimos las personas que la siguen en las calles, la cifra, por supuesto, se multiplica. Es algo maravilloso.

Zaragoza y Aragón entero están ese día en la calle rumbo al Pilar.

Y mucha gente más. Hay grupos de todo Aragón, pero también de las 19 casas regionales, es decir, de toda España. Incluso de muchos países hispanoamericanos. Hasta de Rumanía habrá grupos en la Ofrenda…

¿Cómo pueden cubrir un evento semejante?

La organización consta de alrededor de mil personas, más los cuerpos de seguridad, la Cruz Roja... No querría olvidarme de los voluntarios. Su labor es extraordinaria desde que empieza el acto antes del amanecer, a las siete de la mañana (7.00), y concluye pasadas las diez de la noche (22.00).

Usted coordina la Ofrenda, pero lleva en ella toda la vida.

Empecé a trabajar en Parques y Jardines. Con 14 años ya recogía flores. Porque los jardineros municipales éramos y somos los encargados de la recogida de flores y confección del manto. En 1990 me pasé a Cultura, lo que antes era Festejos. Desde entonces participo en la ejecución de la Ofrenda con un equipo humano detrás de Zaragoza Cultural, además de externos. Entre todos desarrollamos todas las tareas: inscripción, sorteo, adjudicación de grupos.

¿Hay grupos especiales?

Sí, hay colectivos especiales en el caso de personas con movilidad reducida, enfermos… (se emociona).

Le entiendo, Javier.

La Ofrenda mueve montañas y la fe de los aragoneses. Hay que estar allí para escuchar al pie de la Virgen lo que dicen los oferentes. Sobre todo, estos oferentes especiales: ofrecimientos, promesas… Es un acto único, maravilloso desde todos los puntos de vista.

¿Es cierto que también acuden personas laicas al pie de la Virgen del Pilar?

Rigurosamente cierto. En la Virgen del Pilar creen hasta los no creyentes. Como coordinador técnico de Producción del Ayuntamiento de Zaragoza, coordino eventos como el Belén, las cabalgatas, el carnaval, cualquier actividad de la ciudad como el Vive Latino; pero la Ofrenda es punto y parte.

¿Existen planes especiales para el acto?

Como cualquier evento con más de 20.000 asistentes, hay que elaborar un Plan de Autoprotección. Hay técnicos muy competentes en todas las áreas, también en la ejecución de planes de emergencia.

Dicen que va a ser una Ofrenda diferente para usted…

Sí. Me jubilo. Este año es mi última Ofrenda como organizador. Quiero volver a vestirme con el traje tradicional. También, voy a ayudar a los compañeros a recoger la Cruz de Lorena. Y a recoger flores del público. Y cuando llegue la Corporación y el Pontificado, también las suyas. Es un regreso a mis inicios tras 48 años en esta casa. Un punto final en un acto precioso, como la Ofrenda.

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