Entre lo divino y lo profano: veinte años de Independance

La fiesta comandada por DJ celebra su cumpleaños en una plaza del Pilar nuevamente abarrotada. Desde adolescentes a cuarentones que han crecido con ella.

"Madre mía, cuánta gente", dice Daniel. Es zaragozano. No es que no sepa por tanto de las multitudes que son capaces de congregar los conciertos de las fiestas. Pero es que esta vez él está al otro lado. En las bambalinas de un gigantesco escenario en plena plaza del Pilar, donde se va a estrenar como gogó en la fiesta Independance.

Junto a él, tres compañeros y paisanos que ya saben lo que es subirse a una tarima ante tan impresionante audiencia. Son Carol, Jorge y Luna. Esta última confiesa tener mariposas en el estómago, y también cierta emoción porque, dice, en unas horas, el día 12, volverá a la plaza a dejarle flores a la Virgen.

La escena ilustra perfectamente el espíritu de estos días, entre lo profano y lo divino. Y de una plaza, esa que pomposamente recibe el nombre de ‘salón de la ciudad’, en la que convive y cabe absolutamente todo.

¿Quién dijo Ibiza?

El marco, no por visto mil veces, deja de impresionar en noches como la de ayer, en la que la música atronadora, las multitudes y las luces estraboscópicas le dan al ambiente un aura lisérgica. Que Ibiza estará muy bien, pero con las torres de la basílica iluminadas y la brisa del Ebro a favor, la capital aragonesa no le va a a la zaga. Hubo hasta unos visuales espectaculares ideados por el artista colombiano afincado en Zaragoza Yaguar.

Centenares de personas esperaban ya una hora antes el inicio de esta ‘rave’ anual organizada por Radio Zaragoza a través de Los 40 Dance. Esta ocasión era especial, pues se cumplían 20 años desde su primera edición, entonces ligada a la ya desaparecida Máxima FM.

Con tal motivo, a orillas del Ebro vino lo que los organizadores calificaron como un ‘dream team’ de DJ, de lo más granado que cada día se asoma a los micrófonos de la emisora.

Hubo más sabor local, aparte de los cuatro bailarines. Por ejemplo, de la mano de Javi DJ, residente de la sala Oasis, que fue el encargado de salir el primero, a portagayola. Desplegó oficio, pero no sería quitarle mérito admitir también que la gente estas fiestas se baila encima. A pocos minutos del arranque, con Javi DJ pinchando el clasicazo disco ‘Love in in the air’, el marchón estaba servido: cabezas ‘coronás’ de luces intermitentes, brazos en alto...

De ahí todo fue para arriba. Abel Ramos & Albert Neve, Abel The Kid, Arturo Grao, Dani Moreno, DJ Nano, Germán Pascual y Jose M. Duro sirvieron un cóctel musical, en parte resumen y homenaje a esta ‘rave’ veinteañera. Un ‘mix’ entre el pasado y el presente que también fue reflejo de un público intergeneracional. En la fiesta no solo había familias paseantes que se quedaban a curiosear, hipnotizadas por el espectáculo de luz y sonido, sino también algún que otro cuarentón (y más...) que sigue enganchado a esa fiesta edición tras edición, desde que en 2002 empezó como un desfile de carrozas.

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