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Fría tarde de reencuentros en el coso de La Misericordia

Arrancó el serial propiamente dicho del Pilar con una insípida novillada.

El maestro Raúl Aranda, escoltado por los empresarios Justo Rocafort y Juan José Vera.
El maestro Raúl Aranda, escoltado por los empresarios Justo Rocafort y Juan José Vera.
Rubén Losada

Casi nadie conocía a los espadas en el paseíllo. Y, lo que es peor, los seguían sin conocer al arrastre del sexto astado. Nada peor que la indiferencia, también cuando de cuernos se trate. Y mira que suelen ser cálidos los reencuentros deseados... Este no, este fue frío. Casi 26 grados centígrados, pero frío arriba, en el graderío, y frío abajo, en la arena. Nada de nada: nada al cuadrado.

La feria arrancó el fin de semana pasado con tres promesas aragonesas que, dos festejos después, nadie ha logrado borrarnos de la mente. El serial sin interrupciones continuó ayer, en la semana propiamente dicha del Pilar. Poco se vio en el ruedo. Hasta hay que echar mano de la libreta para repetir los nombres de los novilleros: Santana Claros, Diego García y Álvaro Alarcón. La primera bronca en el segundo toro, la primera cogida y poco más reseñable. Una pena, con las ganas que teníamos todos...

Hacía tanto tiempo de la última vez, que el último premiado en una Feria del Pilar por la Asociación de Informadores Taurinos de Zaragoza, el Cid, triunfador en la última cita pilarista, en 2019, ya se ha retirado. Aclaramos que el Cid no es Rodrigo Díaz de Vivar, sino Manuel Jesús Cid Salas. El triunfador del actual ciclo pilarista, desde luego, no saldrá de la terna de ayer.

En el graderío, en el 8, Raúl Aranda, escoltado por los empresarios Justo Rocafort y Juan José Vera. En el 2, Paco Vallejo con Jesús Gómez ‘el Alba’. Abajo, sufriendo lo suyo, Carlos Zúñiga, empresario de la plaza, siempre acompañado por Antoñín Castilla. Muy cercano también, el ganadero Antonio López Gibaja. También, exfutbolistas extasiados por el toro, como Dani Borao o David Generelo.

Subrayado especial para Ángel Solís, referente indiscutible del periodismo taurino en Aragón, ayer acompañado por Salvador Asensio y su inseparable Andrés Macía. Ahí sigue, desde la atalaya del 2. Nada como su pasión por el toro, lo más emotivo de esta fría tarde de reencuentros.

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