Las fiestas del pilar que no son

"Este año las flores se llevarán a la iglesia del barrio o al pueblo"

Rubén lleva desde 1996 preparando ramos en Gálvez Floristas, negocio que arrancó su abuela hace medio siglo. Es el presidente de la Asociación de Empresarios Floristas.

Rubén, entre un mar de flores en el negocio familiar, Gálvez Floristas.
Rubén, entre un mar de flores en el negocio familiar, Gálvez Floristas.
Guillermo Mestre

No va a ser el 12 de octubre más fácil para el gremio.

La pandemia ha sido un golpe muy duro desde el principio. Ya nos ha privado de la Semana Santa, el Día de la Madre, las bodas y comuniones... este nuevo golpe no nos pilla por sorpresa.

¿Cómo viven los floristas estas fechas habitualmente?

Son días muy importantes para nosotros, no cabe duda de que, aquí en Zaragoza, están en la raíz de la profesión. Son emocionantes, divertidos, alegres, llenos de vida. Con mucho trajín y trabajo, que por supuesto merece la pena. Hay que vivirlo desde dentro y lo cierto es que estamos deseando vivirlos de nuevo.

Lanzaron junto al Ayuntamiento la idea de decorar los balcones.

La iniciativa está teniendo buena acogida. Ya desde un primer momento tuvimos una idea similar y quisimos plantearlo como un homenaje a los sanitarios, pero ahora la idea ha ido cogiendo volumen y parece que va a ir más allá. Nuestra sensación y nuestro deseo es que Zaragoza estará llena de flores, y especialmente bonita en un día tan importante.

¿Sacará la artillería pesada a la galería de su casa?

La voy a engalanar, claro, pero no participaré en el concurso. Siempre tengo alguna planta, me gusta tenerla cuidada, pero esta vez prepararé algo especial, con flores, guirnalda y alguna cosa más... ¡Tendría tela que no lo hiciera yo!

¿Qué le transmiten los clientes?¿Están planeando alternativas a la Ofrenda?

Estamos muy agradecidos por el inmenso apoyo que estamos recibiendo por parte de los clientes. Muchos están viniendo a comprar aunque habitualmente no participen en la Ofrenda. Otros que sí tienen ese hábito están comprando flores y nos cuentan que las llevan a la parroquia de su barrio o a la Virgen en el pueblo. Es lo que toca este año. Algunos también tienen pensado vestirse en casa y hacer una Ofrenda a distancia, más emocional.

También les estará tocando hacer una importante labor de concienciación con aquellos que piensen en acercarse a la plaza del Pilar.

Sí, así es. Es el momento de estar tranquilos, de ser responsables, de no hacer tonterías que puedan perjudicar a las personas con una salud delicada. Cuando camino por el barrio de Las Fuentes veo a muchos mayores en sus balcones, con miedo a salir a la calle, y aunque solo sea por ellos tenemos que evitar estar en grandes grupos. Nos jugamos mucho y no todo el mundo se da por aludido.

¿Trabajar en una floristería le impide participar en la Ofrenda o suele ponerse el traje?

Tengo la buena costumbre de vestirme, normalmente siempre lo hago. Además, estos últimos años he tenido la suerte de formar parte del jurado (a los mejores ramo y cesto) en la propia plaza, por lo que he disfrutado mucho viéndolo todo desde primera fila. Este año lo voy a echar mucho de menos.

¿Qué planes tiene para el 12?

Predicaré con el ejemplo y no acudiré a la plaza del Pilar ni a ningún punto donde pueda haber multitudes. Por la mañana trabajaré y después comeré con mis padres en casa, porque ya son mayores y es lo más prudente. Por la tarde daré una vuelta y luego descansaré.

Seguro que tras tantos años preparando ramos tiene un buen ramillete de anécdotas.

¡Claro! Por ejemplo, cada 11 de octubre vienen los miembros de una peña, cuyo nombre mejor no revelo, para comprar las flores acompañados por una rondalla. Es muy divertido. Muchos otros clientes habituales se acercan a poner claveles a la Cruz de Lorena, que preparamos aquí desde siempre, y que el día de la Ofrenda luce en el manto de la Virgen.

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