ZARAGOZA

El autobús del aeropuerto tendrá parada en el centro comercial Plaza Imperial

La zona de ocio abre sus puertas el próximo miércoles y estará conectada con esta línea, que tiene una frecuencia de 30 minutos

El nuevo centro comercial de Plaza Imperial contará con servicio de autobús desde el mismo día de su inauguración. El Ayuntamiento y los responsables de la galería han acordado que la línea que en estos momentos da servicio al aeropuerto y a la Plataforma Logística de Zaragoza también realice una parada en esta galería comercial, que está previsto que abra sus puertas el próximo miércoles 3 de septiembre.


Según explicaron desde Plaza Imperial, los clientes no tendrán ningún problema en llegar hasta este lugar en transporte público, aunque reconocieron que posiblemente los primeros días todavía no esté instalada la marquesina ante la premura con la que han llevado los trabajos hasta el último día.


En ese mismo sentido, aseguraron que se seguirá pendiente de cuál es el volumen de viajeros y así poder pedir si fuera necesario una mejora de las frecuencias. En estos momentos, de lunes a sábado, cuenta con una frecuencia de paso de 30 minutos y los festivos circula cada hora. A las 6.00 sale el primer vehículo del paseo de María Agustín y sobre las 6.45 arranca otro desde el complejo aéreo. El último autobús para ir al aeropuerto tiene su salida a las 22.30 y para regresar a Zaragoza, a las 23.15.


Además, los clientes que quieran acceder a Plaza Imperial podrán hacerlo a través de su coche particular. Para ello, se han dispuesto 6.000 plazas de aparcamiento. También se podrá llegar con el monorraíl, que recorre 700 metros suspendido a seis metros de altura. Está conectado con el sector de medianas superficies, ya en marcha desde hace un tiempo.


La zona de ocio y comercio de Plaza Imperial, junto a la autovía de Madrid y la plataforma logística de Zaragoza, abre sus puertas con 82.300 metros cuadrados. Ha requerido una inversión cercana a los 230 millones. Está previsto que en este recinto lleguen a trabajar hasta 2.000 personas.


El centro, que contará con dos kilómetros de escaparates, será "la calle comercial más grande de Aragón", tal y como ser encargan de resaltar sus promotores. Se articula en torno a una doble calle, con dos alturas, y cuatro plazas temáticas.


Son en concreto la de los relojes, con un gran lucernario y que albergará la estación de monorraíl así como restaurantes, boleras y doce salas de cine; la del agua, que tendrá como atractivo una fuente monumental; la de la tierra, que incorporará una zona infantil y otra de descanso con una gran lámpara de césped; y la del viento, de 2.500 metros cuadrados y preparada para acoger todo tipo de actividades.


Firmas de prestigio


Uno de los atractivos será su variada oferta comercial, que incluye firmas internacionales y nacionales de reconocido prestigio, incluso algunas que no operan en la capital aragonesa. Precisamente, 20.000 metros cuadrados (una cuarta parte del complejo) estarán ocupados por marcas sin presencia en Zaragoza.


Algunas de las firmas más importantes son Eroski, la cadena de cines Yelmo, Fnac, o las empresas de moda H&M, grupo Inditex o Primark.


Así, este centro comercial se suma al abierto hace más de un año -aún sigue en obras- en Puerto Venecia (en el barrio de Torrero). Estos dos se sumarán al de Aragonia, todavía en obras, y al Centro Lumier (en el barrio de Valdespartera). Entre todos ellos, suman un total de 305.403 metros cuadrados comerciales.


Los datos demuestran que la capital aragonesa concentra casi el 80% de las grandes superficies de Aragón y ha multiplicado los metros comerciales de forma espectacular en pocos años, desde que el Gobierno de Aragón levantó la moratoria comercial para los híper de más de 2.000 metros cuadrados.


El año que viene, se revisará el Plan de Equipamientos Comerciales actual y se deberá decidir si se mantiene el levantamiento de la moratoria o se establece una nueva para las grandes superficies. No obstante, desde la Unión Europea se aboga por prohibir las trabas comerciales y que sea el propio mercado el que se autorregule.