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Las calles San Miguel y Jerónimo Blancas de Zaragoza, en obras: "¿Te sentarías en la terraza con este ruido?"

Las catas arqueológicas y la construcción de una plataforma única complican la accesibilidad en el centro.

Catas en la plaza San Miguel
Terraza junto a la primera cata en la plaza de San Miguel.
José Miguel Marco

Sabían que iban a hacer catas en la plaza de San Miguel de Zaragoza porque lo habían leído en la prensa, pero no imaginaban que la primera se realizaría junto a la terraza de sus cafeterías. Pero así ha sido. Este miércoles, al punto de la mañana, han colocado las vallas, ha llegado una excavadora y ha empezado a perforar el pavimento, con un potente ruido. "¿Te sentarías tú en la terraza con este ruido?", preguntaba Camelia Pruschan, del bar St Michel. La verdad es que, en ese mismo momento, sobre las 11.40 de la mañana. no. 

En pocos minutos se dio un giro radical a la situación. Los operarios vieron que había piedras y alertaron al arqueólogo municipal, que ha paró la cata, porque ha cumplido su función. Se trataba de detectar si había restos de interés, y así era. ¡Bingo, al primer intento! Poco después de empezar se descubrió el primer hallazgo en la plaza de San Miguel: un antiguo pavimento de cantos rodados, unidos por yeso, que se ubica temporalmente entre los siglos XVI y XIX. ¿Será el único, o el primero de los muchos (hasta siete más) que se podrían encontrar? Cuando acaben con San Miguel comenzarán las once catas en el Coso, en la calzada y la acera, con más afecciones al tráfico.

A las 15.00 horas se había empezado a perforar otra cota, esta vez más cerca aún de la puerta de la Iglesia de San Miguel. Los arquitectos municipales remitirán el informe completo a Patrimonio cuando finalicen las catas. Los hallazgos arqueológicos no implican, de inicio, que se descarte la remodelación de la plaza de San Miguel. A no se que el Gobierno de Aragón determine que son de gran valor, solo fijará en qué condiciones se puede actuar la reforma. 

Camelia Pruschan lamentaba que, una vez más, su negocio se va a resentir por causas ajenas. En la Semana Santa redujeron su terraza para por las procesiones. Esta vez, por una cata arqueológica. En la cafetería de enfrente ocurría prácticamente lo mismo. Desde el escaparate de Gastrópolis, un comercio especializado en cervezas artesanales tanto nacionales como extranjeras, Fernando Mena recordaba que la calle San Miguel es una zona "sensible". Y no entendía por qué la reforma de la calle San Miguel llegó hasta la iglesia, para haberse podría beneficiar también de ella. 

La primera cata, con unas dimensiones de 2,5 por 2,5 metros, segurá abierta hasta que se acabe de documentar. Una vez terminados los trabajos de documentación, "se tapa con geotextil, y se cubre el hueco", según explicaron ayer desde el Ayuntamiento.

Unos tramos arriba, en el cruce con la calle  Jerónimo Blancas, la movilidad peatonal es una odisea por culpa de las obras. Hay pasarelas para poder acceder a los portales, los comercios y hasta el mercado. 

Más precaria es, si cabe, la situación en la calle Jerónimo Blancas, donde se está ejecutando una plataforma peatonal. También aparecieron en la reforma de la calle unos restos óseos humanos que podrían pertenecer al antiguo convento de Santa Engracia. Fue a inicios de mayo, y hasta el lugar se desplazaron técnicos de la policía científica de la Policía Nacional y personal del Servicio de Arqueología Municipal, que se ha llevado los restos a sus dependencias para examinarlos.

No se vieron afectadas las obras de renovación de pavimento, ya que los restos encontrados no corresponden a ningún enterramiento ni a ninguna estructura con valor patrimonial. Así que los trabajos siguen, y se fija el fin de obra a finales del próximo mes. Queda, por tanto, un mes más de circulación complicada por este sector del centro. 

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