Prisión por engañar a un empresario que iba a mandar dos cisternas de Zaragoza a Nigeria

La víctima llegó a pagar más de 14.000 euros sin obtener nada a cambio.

El juicio se celebró en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
El juicio se celebró en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
M. G. C.

Con la última, dictada en este mismo mes de mayo, ya son siete las sentencias por el mismo delito que acumula repartidas por prácticamente toda España, circunstancia que lo convierte en un reo habitual. De hecho, antes de en Zaragoza, ya le habían sido impuestas penas de prisión en Sevilla, Benidorm, Granada, Segovia, Valencia y Ciudad Real. El Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza ha condenado a 2 años y 9 meses de cárcel por estafa con la agravante de reincidencia a un hombre que simuló la venta de dos semirremolques cisterna a un intermediario que quería enviarlos desde Zaragoza a Nigeria, su país natal y al que exporta productos y maquinaria por encargo.

La víctima llegó a abonar durante la operación mediante siete transferencias 14.205,92 euros, cifra que en el fallo judicial ha sido fijada como indemnización en concepto de responsabilidad civil. Sin embargo, tras supuestamente haber cerrado la compra, nunca más supo nada del que decía ser el vendedor hasta que el pasado 26 de abril lo reconoció en el juicio que se celebró en la Ciudad de la Justicia y en el que el encausado, presente a través de una videoconferencia establecida desde el centro penitenciario en el que está ingresado, fue defendido por el abogado Ignacio Buil Eseverri por designación del turno de oficio.

Los contactos entre las dos partes comenzaron en 2021. La víctima recibió el encargo de adquirir dos cisternas que se ofertaban por 9.000 euros en un conocido portal de anuncios en internet. El denunciante y el supuesto vendedor alcanzaron un acuerdo inicial que incluía pintar las cisternas. A partir de ahí, comenzaron a sucederse las transferencias. La primera, de 3.000 euros, se ordenó el 28 de mayo de 2021. En el mes de noviembre siguiente hubo tres más por 900, 400 y 3.000 euros; en enero, otra de 1.000 y las dos últimas se llevaron a cabo el 1 de febrero de 2022 con un valor conjunto de 5.905,92 euros, cantidad casi idéntica a los 6.000 euros que se establecieron en el contrato de compra que ese mismo día los dos rubricaron en Sagunto (Valencia) donde se habían citado y donde se conocieron en persona.

Ahí mismo se fijó una nuevo encuentro en Ciudad Real para hacer entrega de las cisternas. El estafador no acudió y a partir de entonces tampoco hubo manera de contactar con él, lo que motivó que el perjudicado denunciase los hechos.

En este tipo de delitos desarrollados en su mayor parte a través de internet no suele ser extraño que haya más de un implicado hasta el punto de que en ellos resulta complicado desentrañar la identidad de todos los participantes y su grado de responsabilidad. Al respecto, en la sentencia no se descarta que en la estafa de las cisternas hubiese terceros implicados.

No se ha podido averiguar la titularidad de todas las cuentas de destino de las sumas que transfirió el denunciante ni la veracidad de algunas de las personas que aparecen en los documentos que fueron aportados en la causa. Sin embargo, sí se considera que la participación del condenado en la trama fue indispensable.

Firmó en persona el contrato de compraventa -impugnado por la defensa en el juicio al igual que el resto de la documental- e incluso plasmó en él su DNI. Además, él fue el beneficiario de las dos últimas transferencias.

Según explicó en el juicio la pareja del denunciante, presente en la reunión de Sagunto, los dos últimos ingresos en realidad fueron la parte final del pago del precio que el encausado, cuya defensa presentará recurso de apelación, había exigido por las cisternas ya pintadas.

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