Ignacio Hernández, farmacéutico: "La IA nos ha permitido ganar mucho tiempo para poderlo dedicar a los pacientes"

La Farmacia Aragonia de Zaragoza, de la que es titular, fue de las primeras de España en instalar un robot automatizado de dispensación en 2008. Con visión artificial, también almacena de forma inteligente los medicamentos, entre otras funciones.

El farmacéutico Ignacio Hernández en el almacén inteligente de la Farmacia Aragonia de Zaragoza, de la que es titular.
El farmacéutico Ignacio Hernández en el almacén inteligente de la Farmacia Aragonia de Zaragoza, de la que es titular, junto al robot dispensador y de almacenamiento de medicamentos.
Francisco Jiménez

Si uno no avanza se va quedando atrás. No es una frase hecha sino una máxima que aplica en su día a día el farmacéutico Ignacio Hernández y que ha hecho que la Farmacia Aragonia de Zaragoza, de la que es titular, fuera de las pioneras en España en instalar un robot automatizado de dispensación allá por el año 2008.

"La inteligencia artificial está tan metida y asumida en nuestra rutina que la vemos como una cosa más", comenta este joven, segunda generación de farmacéuticos aragoneses. Fue su padre, Luis Hernández (que también cursó las carreras de Químicas y Óptica), quien abrió el negocio en 1978 y después se trasladó (en 1988) a la avenida de Juan Carlos I de la capital aragonesa. "Mi abuelo también era químico, mi madre es médico (ya jubilada) y mi mujer, pediatra. El tema sanitario ha estado relacionado con mi familia. No solo está la visión química y empresarial sino también la parte humana de tratar al paciente y ponerte en su lugar", comenta.

Con un equipo de 15 personas (dos farmacéuticos adjuntos, técnicos y auxiliares y otros profesionales), su empresa se ha convertido en una farmacia "de referencia" en la zona. "Intentamos tener un surtido muy amplio, tanto de medicamentos como de parafarmacia (cuentan con 10.000 referencias). También estar a la vanguardia en el tema tecnológico y, lo más importante, intentamos dar el mejor trato humano y cercano a nuestros clientes. Que el equipo esté formado para poder brindar un consejo y una atención personalizada; eso la tecnología no lo va a sustituir. Si la gente confía en ti, al final vuelve", destaca.

Más allá de esa atención, Ignacio Hernández valora las importantes ventajas que la inteligencia artificial reporta al negocio de la mano de su robot Omnicel Mach4 (alemán y en constante actualización) con visión artificial que trabaja las 24 horas del día los 365 días del año. "La visión artificial le permite identificar de manera inequívoca el medicamento que está cogiendo. También saber el lote y la caducidad de ese medicamento en concreto y las dimensiones del paquete. Él lo almacena de la manera más inteligente; en cada momento sabe dónde lo ha ubicado en función de donde piensa que está más optimizado. Nuestro robot con inteligencia artificial es como el guardián de nuestros medicamentos", explica.

"La visión artificial le permite al robot identificar de manera inequívoca el medicamento que está cogiendo. Almacena y dispensa y puede estar haciendo las dos cosas a la vez"

Para ello, el robot utiliza dos brazos independientes con distintas funciones: el Medimat (carga y distribuye los medicamentos y es dispensador de la baja y media rotación) y el Speed-box (que dispensa los medicamentos de alta rotación una vez que el Medimat le pasa la información a través de la inteligencia artificial). "Clasifica los medicamentos en tres tipos: por las dimensiones, el lote y la caducidad y por la salida que tiene. En base a todos esos parámetros, hace unos algoritmos y él decide cuándo los saca. Al final, el robot dispensa y almacena y puede estar haciendo las dos cosas a la vez. Y no deja de ser un almacén inteligente. Por supuesto tiene prioridad la dispensación para atender al paciente y también por la noche, cuando nos vamos, se encarga de ordenar el almacén con su inteligencia; mueve los paquetes donde piensa que están mejor", ahonda.

El robot Omnicel Mach4 cuenta con visión artificial para dispensar y organizar los medicamentos.
El robot Omnicel Mach4 cuenta con visión artificial para dispensar y organizar los medicamentos.
Francisco Jiménez

Junto con el robot, la IA está presente en Farmacia Aragonia con la inteligencia de precios ('price intelligence') para productos de parafarmacia. "Analizamos con inteligencia artificial nuestros costes y cuáles son los precios del mercado;  sería imposible de otra manera con un surtido tan amplio. Eso nos permite ahorrar tiempo para saber cuál es nuestro coste real y trasladar los mejores precios al público", añade. Además, avanza que están trabajando para integrar su programa de gestión y el robot al tema de los reaprovisionamientos para hacer compras de manera inteligente. "Para que nuestro programa aprenda y nos haga propuestas y no tengamos que estar nosotros trabajando a veces con la pura estadística. Que vaya aprendiendo, en base a lo que ya conoce que se vende y demás a través de la inteligencia artificial, y nos permita hacer reaprovisionamientos y compras. Esa parte también la estamos desarrollando; todo está conectado", indica.

Para él, la inteligencia artificial ha sido de una gran ayuda. "Primero, ha supuesto una optimización de los procesos. Segundo, ganar mucho tiempo para poderlo dedicar a los pacientes. Y, tercero, una profesionalización porque la tecnología tiene que estar al servicio tanto de las empresas como de la sociedad y hacerte más cómodo el día a día", afirma rotundo.

"Para todo se va a utilizar la inteligencia artificial, pero la tecnología no va a sustituir nunca al humano"

Asimismo, observa que la IA ya afecta a todos los sectores de una u otra manera y compara el momento tecnológico actual con el que se vivió en la época en la que irrumpieron los ordenadores. "Para todo se va a utilizar la inteligencia artificial: desde algoritmos de predicción de enfermedades, dentro de la cadena logística... Lo veremos como algo normal", reflexiona, al tiempo que augura un desarrollo ilimitado. "Puede haber todo el que queramos. Pero la tecnología no va a sustituir nunca al humano; siempre detrás va a haber una persona, que es lo que nos diferencia frente a las máquinas y frente a todo", subraya satisfecho con la marcha de la farmacia. "En las pequeñas y medianas empresas tienes que dar el 200% diario para mantenerte. Requiere sacrificio, pero estamos contentos porque al final el trabajo tiene sus resultados".

Almacén inteligente de la Farmacia Aragonia.
Detalle del almacén inteligente de la Farmacia Aragonia.
Francisco Jiménez
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