A los carteristas ahora les gustan más los teléfonos móviles

La Jefatura Superior de Policía Nacional en Aragón constata que las antiguas bandas que antes preferían sustraer monederos se han especializado en los ‘smartphones’.

Ya no sabríamos vivir sin los teléfonos móviles.
Los carteristas prefieren los teléfonos móviles.
Andrew Kelly / Reuters

El objeto de su deseo, aquello que perseguían era también lo que les daba nombre. Por definición el carterista era un tipo de ladrón interesado en sustraer a sus víctimas carteras de bolsillo y monederos para quedarse principalmente con el dinero en efectivo que guardaban en su interior. Sin embargo, los tiempos cambian y los nuevos usos y costumbres hacen que también los delincuentes se tengan que adaptar y evolucionar. La Policía Nacional viene observando la tendencia desde tiempo atrás en todo el país, incluido Aragón; ahora, la preferencia de los cacos son los teléfonos móviles. “Para ellos es una opción más rentable, la mayoría de los dispositivos que llevamos en el bolsillo tienen un valor superior a la suma de monedas y billetes que podamos portar”, señalan fuentes policiales. Un teléfono de gama alta, como un iPhone, cuesta más de 1.000 euros mientras que el más vendido en España el año pasado, el Samsung Galaxy A54, supera los 300.

En muchos casos, los ladrones conforman grupos organizado itinerantes que se desplazan por todo el territorio. “Acostumbran a ir de festividad en festividad y eligen los momentos de más jaleo, como los pregones”, se afirma desde la Jefatura Superior de Policía Nacional de Aragón. Al respecto, el año pasado en el primer fin de semana de las Fiestas del Pilar se realizaron 8 detenciones por robar 50 móviles y en las de San Lorenzo, en Huesca, se arrestaron a 14 personas y se tramitaron un centenar de denuncias. 

Lejos de permanecer en la ciudad en la que actúan varios días, tan solo pasan en ella unas horas. “Muchas veces cuando la víctima se da cuenta de que le han robado, los carteristas están ya en otro lugar”, se indica. Junto a las fiestas patronales, actúan en otras situaciones como los conciertos o las rebajas. También en aglomeraciones del día a día como las que se dan en el transporte público y los mercadillos.

Para hacerse con los terminales, los amigos de lo ajeno han desarrollado múltiples técnicas. Una de ellas es la del cúter. Con una cuchilla realizan un pequeño corte en mochilas y bolsos para que el ‘smartphone’ caiga al suelo, de donde rápidamente lo recogen. Al respecto, últimamente también han proliferado quienes se dedican a cortar las cuerdas de las fundas que muchas personas llevan colgadas del cuello.

No falta tampoco el descuido, en el que la velocidad y habilidad con las manos del ladrón juega un papel importante, o el empujón. En este caso, detectado durante el último Festival Vive Latino, uno de los malhechores da un golpe a alguien que en ese momento está grabando un vídeo o tomando una fotografía para que se le caiga de las manos.

Una vez que logran los teléfonos es común que los carteristas tengan bolsos forrados de forma especial para inhibir la señal que emite el móvil y dificultar su localización. También quitan la tarjeta SIM. Además, no llevan todo el botín encima, sino que van almacenando los aparatos en algún lugar. En San Lorenzo la Policía recuperó 12 ‘smartphones’ enterrados en jardineras.

Los ladrones ofrecen los teléfonos que han sustraído a un precio mucho más bajo que el oficial. Además, en muchas ocasiones si el terminal se queda en España se desmonta y se vende por piezas ante la dificultad de que pueda ser utilizado con normalidad si su dueño lo bloquea. También es común que acabe en el extranjero.

La Policía Nacional realiza operativos especiales de prevención ante este tipo de robos. Además, aconseja tener especial atención en aglomeraciones, colocarse el bolso por delante, no usar el bolsillo de atrás del pantalón y sí los del interior de las chaquetas, y no dejar el teléfono encima de superficies como mesas y mostradores. Entre otras medidas, como contar con una copia de seguridad y tener activadas opciones como la localización, también recomienda tener apuntado el IMEI -el número identificativo del móvil- para poder bloquearlo e indicarlo en la denuncia. Además, se trata de un dato que se exige en los establecimientos dedicados a la compraventa de objetos de segunda mano para poder comprobar el origen del dispositivo.    

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