Condenado a pagar más de mil euros por otro 'simpa' en un taxi de Zaragoza
Cada vez son más los taxistas de la capital aragonesa que consiguen identificar y llevar a juicio a los clientes que se marchan sin abonar la carrera.
Cuidado con los ‘simpas’ en el taxi, porque salir corriendo o dar excusas para no abonar la carrera puede salir por hasta mes y medio de prisión. Ésa será la pena que tendrá que pasar entre rejas un joven de Zaragoza si no hace frente a la multa de 720 euros que le acaba de imponer un juez. A esta cantidad habrá que sumar el importe del viaje que dejó de pagar, que fue de 19 euros, y las costas procesales. Al total, más de mil euros.
Durante los últimos meses están lloviendo las condenas. Porque cansada de estas estafas, la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza (Apatz) -a la que pertenecen 1.700 de los 1.777 conductores profesionales que cuentan con licencia en la capital y su provincia- ha decido plantar cara a una práctica cada vez más extendida. Las cifras hablan por sí solas. Y ya son alrededor de un centenar las denuncias que se tramitan cada año.
Desde la reforma legal de julio de 2015, los taxistas tienen mucho más fácil recurrir a la justicia para cobrar lo que legítimamente les corresponde. “Estamos denunciando absolutamente todos los impagos. Sean 10 euros o 300. A nadie le gusta trabajar gratis", explican desde el colectivo. Además, estos profesionales no se conforman con reclamar por la vía penal el abono del ‘simpa’, sino que también exigen una indemnización por el tiempo perdido. Porque, con la excusa de que tienen que subir a casa a por dinero, muchos estafadores hacen que el taxista se pegue un buen rato esperando en la puerta.
Como taxista, que lo fue, y como letrado en ejercicio, ahora, Marco Antonio Navarro agradece la sensibilidad que están teniendo con este tema los magistrados. "Con sus sentencias, están lanzando un aviso a navegantes. Porque no se limitan a reclamar el pago de la multa y el importe de la carrera, sino que advierten al condenado de que si no paga va a prisión. Y, claro, la cosa se pone mucho más seria", dice.
Pero no son los impagos la única contingencia a la que la Asociación Autotaxi ha decidido combatir con ayuda de los tribunales. "Los vómitos por consumo de alcohol representan otro gran problema para los taxistas, ya que les pueden dejar toda una noche de sábado sin trabajar. Y eso se traduce una gran pérdida económica, a la que se suman los gastos de limpieza", explica Marco Antonio Navarro, asesor jurídico del colectivo en Zaragoza.
Las cámaras ayudan a denunciar
Para acreditar los impagos, los taxistas de Zaragoza están recurriendo cada vez más a las cámaras de videovigilancia. En el año 2020, solo contaba con este dispositivo de seguridad el 10% de la flota. Sin embargo, en la actualidad, ya cuentan con cámaras un 40% de los profesionales de la capital aragonesa. Según Miguel Ángel Perdiguero, presidente de Apatz, en dos o tres años el uso de cámaras, que solo pueden grabar el interior del vehículo y sin sonido, "estará generalizado en toda la flota".
Los taxis con videovigilancia portan en las ventanillas pegatinas donde advierten a sus clientes de que hay cámaras y disponen de instancias a cumplimentar por quienes suben al coche y se niegan a ser grabados. Las cámaras duales que llevan los taxistas de Zaragoza se venden a 200 euros en la cooperativa. Tienen capacidad para grabar dentro y fuera del vehículo, disponen de sensores de impacto, geolocalizadores y la custodia de las imágenes, que se deben borrar en 30 días, corresponde al dueño del taxi. Si hay un percance, guardan las imágenes a modo de prueba. ¿Hay muchos incidentes? Perdiguero explica que su abogado atiende lunes y jueves entre 12 y 15 consultas. "Tras la covid a la gente le ha pegado un chispazo. El abogado tiene la consulta llena", explica.
