De academia de inglés a hostal ilegal en Zaragoza

El local está alquilado como almacén por 450 euros al mes, sin embargo el arrendatario oferta habitaciones en él por 350. 

El local que ha sido transformado en un hostal en Parque Roma.
El local que ha sido transformado en un hostal en Parque Roma.
Toni Galan

En anuncios que aparecen y desaparecen en internet los nueve dormitorios habilitados se ofertan por 350 euros mensuales con derecho a baño y cocina, y con servicios como calefacción. Nada se dice en ellos de que estén ubicados en un local, que solo uno de los cuartos tiene ventana, que la cocina es más bien un ‘office’ y que los aseos hay que compartirlos con el resto de inquilinos. En Zaragoza, en la urbanización Parque Roma, una antigua academia de inglés ha sido transformada en un hostal que no cuenta con las autorizaciones necesarias para este tipo de actividad y que tampoco cumple con la normativa. Es de lo que alertan las propietarias del inmueble, que en noviembre lo arrendaron a cambio de 450 euros al mes para ser empleado como almacén y oficina, y que poco después descubrieron avisadas por los vecinos que se ha convertido en un servicio de alojamiento.

Ya han presentado una denuncia ante la Policía Nacional. El 18 de enero varios agentes acudieron al lugar e identificaron a las ocho personas que entonces estaban alojadas, incluida una familia con un niño pequeño. Al inicio de esta semana, podía haber hasta 13.

“Las nueve aulas las han transformado en habitaciones dobles, en los dos baños –el masculino y el femenino– han instalado duchas y también se ha preparado una pequeña cocina”, comenta Feli Segura una de las propietarias. “La situación es peligrosa porque el local no cumple con las exigencias mínimas. No hay salida de emergencia, ni de humos, tampoco extintores ni materiales ignífugos. Aunque han acudido técnicos a cortar la luz varias veces, los que gestionan el local han hecho empalmes ilegales”, comenta. “Mi socia y yo nos sentimos estafadas, el señor con el que firmamos el alquiler se ha aprovechado de nosotras y también de la gente que entra a vivir en un lugar que no es como él les describe”, asegura.

El inmueble fue entre 1992 y 2019 la sede de la academia York Idiomas. La actividad cesó con la jubilación de las propietarias que en un primer momento intentaron traspasar el negocio. No tuvieron suerte y aceptaron entonces un alquiler como almacén con el que al menos esperaban cubrir los gastos.

En el contrato por cinco años firmado con Rubén F. J., en calidad de administrador de la empresa Zama 2007 S.L., se estableció una carencia en el pago de las mensualidades que finalizó el 29 de febrero. Además, se pactó que era la entidad arrendataria quien se responsabilizaba de servicios como el agua, el vertido, el teléfono y la luz.

Según afirma la propiedad nada de esto se ha cumplido. La primera mensualidad se debería de haber satisfecho entre los días 1 y 5 de marzo, pero aún no se ha abonado. Tampoco se ha cambiado la titularidad de la luz, lo que ha generado una factura de 6.000 euros a nombre de las propietarias.

Además de a la Policía Nacional, Segura y su socia también han acudido al Ayuntamiento de Zaragoza. Allí han presentado al Servicio de Disciplina Urbanística una solicitud de cese de actividad. Igualmente enviaron un burofax a su inquilino el 23 de enero comunicando la resolución del contrato por el incumplimiento de varias de sus cláusulas e indicando que a fecha 1 de febrero el local debía quedar vacío. Algo que no ha sucedido. "El problema es que no está siendo posible dar con el arrendatario. En el domicilio social de Zama 2007 aportado en el contrato no se da razón de esta empresa y tampoco se puede contactar con su administrador", explica María Luisa Uliaque, abogada de las propietarias, que no descarta emprender otro tipo de acciones.  HERALDO ha intentado sin éxito ponerse en contacto con Rubén F. J.    

Pago en mano y sin contrato

“Nosotros también somos unos perjudicados”. La sensación en muchas de las personas alojadas en la antigua academia de inglés de Parque Roma es la de haber sido engañadas. “Cuando contacté para informarme, en ningún momento se me dijo que las habitaciones estaban en un local, cada vez que entraba y salía me sentía mal porque la gente de la zona piensa que somos ‘okupas’ y no es así, pagamos un alquiler”, afirma un inquilino que vivió en el hostal durante un mes.

La mensualidad se entrega en mano y en la mayoría de los casos se asegura que no hay contrato o, si lo hay, en éste no se hace referencia a que sea para un alojamiento. Hay gente que ha empleado el lugar varias semanas y también quien le ha dado un uso esporádico.

El hostal no es el único alojamiento irregular en Parque Roma. Desde hace varios meses en el garaje hay instalados cinco sintecho para los que los vecinos de la urbanización reclaman a la administración pública una solución digna.

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