Parque Roma reclama al Ayuntamiento de Zaragoza y al Gobierno de Aragón una solución para los sintecho de su garaje

Desde hace meses han llamado a más de una puerta de concejalías, consejerías y departamentos del Ayuntamiento de Zaragoza y del Gobierno de Aragón. Los vecinos de Parque Roma reclaman una solución para los sintecho instalados en su garaje. Son cinco, el primero llegó en junio y el resto le siguió al inicio del invierno. No son familia, cada uno cuenta con su propio espacio, y, aunque se había barajado esa posibilidad, no hay ningún niño entre ellos.

La administración de la urbanización afirma que hasta la fecha no ha tenido contestación oficial  por parte del Ayuntamiento, mientras que de la DGA recibió el pasado 29 de febrero un escrito en el que se le remite al Consistorio. En el comunicado se alega que es al gobierno municipal a quien corresponde “el ejercicio de las competencias en materia de disciplina urbanística”. También se expone que, “frente a incumplimientos del deber de seguridad y salubridad”, es el Ayuntamiento quien debe ejercer sus potestades “dictando las oportunas órdenes de ejecución y, en caso de incumplimiento voluntario, proceder a la ejecución subsidiaria, solicitando si fuera preciso la oportuna autorización judicial”.

“En este tiempo no han causado ningún problema de convivencia, la situación es completamente distinta a la de la calle Montañés, pero entendemos que esta gente debería de estar atendida o tener una alternativa más digna que vivir en un garaje”, señala sobre los 'okupas' Felipe Calvo, administrador de fincas de Cavisa, la empresa que administra la urbanización general y los aparcamientos, entre otras comunidades del complejo. El caso al que hace referencia es el que desembocó el pasado 15 de febrero en el desalojo de 14 personas del parking de un edificio de Delicias después de que en sus inmediaciones hubiese dos acuchillamientos.

Los sintecho de Parque Roma se encuentran en el acceso que existe a través de la calle Vicente Berdusán. Concretamente se han colocado en una serie de locales abiertos de uso privativo. “Comunicamos la situación a sus propietarios para que emprendiesen acciones legales”, explica Calvo. Es una zona amplia próxima a la rampa del garaje en la que han acumulado varios enseres y muebles. “El principal peligro es que alguien que entre con el coche los pueda atropellar”, resalta. Este mismo lunes fueron visitados por agentes de la Policía Local.

Ya con la llegada de la primera persona que se instaló, el asunto se trató en reuniones dentro de Parque Roma para ponerlo en conocimiento de los vecinos. Después, el siguiente paso fue acudir a la junta municipal de Delicias. Dentro del Ayuntamiento de Zaragoza -relata la administración de la urbanización- también se han hecho gestiones con la Alcaldía y con la concejalía de Políticas Sociales. En cuanto al Gobierno de Aragón, se han mantenido contactos con los departamentos Sanidad y de Bienestar Social y Familia.

La del garaje no es la única presencia de sintecho en Parque Roma. La zona próxima al centro de salud es aprovechada para pernoctar por varias personas. Al amanecer se marchan y es uno de los conserjes del complejo el que se encarga de limpiar y retirar los cartones que dejan.

Es una problemática que viene de lejos y que entronca con la particular idiosincrasia del complejo, una zona residencial privada de libre acceso. En su momento contó con un servicio propio de seguridad, pero un cambio en la normativa nacional obligó a prescindir de él. Desde entonces, de su vigilancia debe velar la Policía Local. “Hemos tenido problemas de bandas, nuestros vecinos están muy preocupados”, indica Bartolomé Arranz, gerente de Cavisa, quien solicita ser recibido por la alcaldesa Natalia Chueca “para buscar soluciones”.

Parque Roma se encuentra ubicada entre las calles Santander, Vicente Berdusán y Escoriaza y Fabro. Construida en los años setenta, la urbanización cuenta con más de 7.500 vecinos divididos en setenta comunidades. Con 2.640 plazas no hay ningún otro aparcamiento privado más grande en Zaragoza.