La Cartuja recuperará la ruinosa Celda del Prior y propone comprar la Hospedería del Cardenal

El albergue de peregrinos del camino del Ebro de la Ruta Jacobea tendrá doce plazas y se espera que se estrene a mediados de 2025. 

Interior de la Celda del Prior de La Cartuja Baja.
Interior de la Celda del Prior de La Cartuja Baja.
Francisco Jiménez

Despavoridos huyen escaleras arriba los gatos que guardan la Celda del Prior al oír que se abre la puerta. La tenue luz que ilumina el interior deja ver un tétrico edificio casi en ruinas. Cuesta creer que en 2025 reabrirá sus puertas reconvertido en albergue de peregrinos y centro vecinal; combinando usos religiosos y mundanos, reflejo de lo ocurrido desde su construcción en 1674 hasta ahora. La fachada y la cubierta se recuperaron cuando el Ayuntamiento la adquirió, y esconden el deterioro del interior, donde se eliminaron tabiques y forjados no estructurales. Está repleto de recovecos, de huellas de viejas cocinas, recocinas, alcobas... Poco tiene del esplendor que tenía la celda cuando cobijaba al prior, y mucho del hacinamiento que sucedió a la desamortización de Mendizábal cuando se alojaron más familias de las esperadas. Su último uso fue mundano. Cuando el Ayuntamiento la compró quedaban restos de una peña y hasta botellas.

La rehabilitación de la Celda del Prior será un reto para la única empresa que opta a recuperarla con 10 meses de obras y 1,4 millones de presupuesto. La transformación cuenta con financiación europea. Optó a un concurso al que se presentaron 450 proyectos y quedó tercera. Fue mérito del Consistorio zaragozano y, también, de José María Lasaosa, alcalde pedáneo, que lucha junto a las asociaciones vecinales por recuperar los edificios del complejo histórico-monumental de la Cartuja de la Inmaculada Concepción y transformarlos en equipamientos ciudadanos.

 

La Celda del Prior acogerá un albergue de peregrinos de la ruta del Ebro del Camino de Santiago, un espacio "sencillo", de unos 80 metros cuadrados, con capacidad para doce huéspedes que tendrán a su disposición lavadora, secadora y una zona de descanso. No habrá cocina. "Queremos que consuman en los bares y comercios del barrio para impulsar también el turismo", explica Lasaosa. El albergue de peregrinos situará al barrio rural y a Zaragoza en "el mapa internacional del Camino de Santiago". Y con una distintiva peculiaridad: "los peregrinos podrán pasear y visitar la iglesia donde rezaron los cartujos y los espacios que habitaron y disfrutar del recogimiento que ofrece este espacio singular", recuerda el alcalde de La Cartuja Baja. Incluirá, también, aulas para impartir talleres y una sala de grabación, en un centro intergeneracional.

Buena parte del presupuesto de la reforma, casi un 30%, se destinará al micropilotaje del edificio que permitirá consolidarlo. En la Celda del Prior, de arquitectura vernácula, los muros de carga son sus gruesas paredes. Por una se extiende una grieta que está en observación.

En la propuesta de rehabilitación se ha tenido en cuenta la configuración actual para el reparto de los espacios. Construida entre 1651 y 1674, la celda tenía botica, biblioteca, alcoba, salón de estudio, comedor y un pequeño oratorio. Y una sala noble, diáfana, en la que el prior, el elegido por los monjes para satisfacer las necesidades espirituales y materiales del lugar, recibía a las visitas.

El paso de edificio religioso a civil, con la salida de los monjes en 1836, marcó el inicio de su decadencia. Se compone de dos edificios construidos en ladrillo de sobrios y lisos exteriores, con un jardín en común. En el más grande, sobre el tejado se eleva un pequeño cimborrio de planta cuadrada que se corresponde con la capilla que había en su interior. Es propiedad privada y alberga una vivienda y el restaurante 'Los Cartujos' que en el viejo oratorio ha instalado un sobrio comedor, coronado por una cúpula con pechinas y pinturas murales. El edificio público, más pequeño, se usó como biblioteca del monasterio y es el que va a ser ahora rehabilitado.

Interior de la Celda del Prior de La Cartuja Baja.
Comedor del restaurante Los Cartujos. en el oratorio de la antigua Celda del prior.
Francisco Jiménez

En el comedor se pueden ver los escudos de Alonso de Villalpando y su esposa Jerónima Zaporta, que impulsaron la construcción de La Cartuja de la Inmaculada Concepción. Al restaurante Los Cartujos suele acudir gente de la zona, y defienden, como seña de identidad, el trabajo diario y sencillo, pero con una dedicación continuada.

En el edificio de la Celda del Prior que se reformará, al estar catalogado, no se pueden instalar en la fachada y la cubierta elementos de climatización. Requiere, por ello, un esfuerzo extra en aislamiento y calefacción para cumplir con la eficiencia energética que exige Europa. 

Este fue uno de los retos a salvar en la propuesta para captar fondos europeos que se elaboró desde el área de Urbanismo que dirige Víctor Serrano. En el aislamiento térmico de la fachada, se actuará a través de trasdosados por la cara interior para disminuir la transmitancia térmica de la sección, sin alterar su valor monumental. También se proyectará aislante térmico en la cara interior de la cubierta y se sustituirán todos los vidrios sencillos por otros dobles con cámara, resolviendo al mismo tiempo, los puentes térmicos de las carpinterías existentes.

En este mismo sentido, se mejorará la eficiencia energética mediante la instalación de luminarias de bajo consumo, y en materia de renovación de instalaciones, se ejecutará un sistema de geotermia con apoyo asociado a los estándares de consumo energético casi nulo. Al mismo tiempo se llevarán a cabo mejoras ligadas a la accesibilidad, la sostenibilidad de mantenimiento, la digitalización, la habitabilidad y la seguridad.

La Hospedería del Cardenal

Con el albergue encarrilado, Lasaosa se fija como reto recuperar para el barrio rural otro de los edificios: la Hospedería del Cardenal. El proceso, si el Ayuntamiento accede, sería similar al de la Portería, el Refectorio y la Celda del Prior: se adquiere el edificio, se rehabilita y se busca un uso; si es con financiación europea, mejor. La Hospedería, un gran edificio en ladrillo, de planta rectangular que consta de tres plantas con una espectacular bodega (reformada en 1791) en semisótano, lleva siglos en manos privadas. Ha sido granja de pollos, plantación de champiñones y, en su última etapa, bar restaurante. "Queremos que se inicie un proceso de compra. Técnicos de Urbanismo han visitado ya el interior. Hay que pensar en cuál podría ser su uso y esperar a que se concrete la tasación", detalla Lasaosa._

Cartuja de la Inmaculada Concepción.
La Hospedería del Cardenal.
Francisco Jiménez

El edificio, explica el alcalde, cerró hace tiempo. Una de las columnas cedió, tuvieron que sustituirla y aprovecharon para cambiar la cubierta. La consolidación estructural del edificio es «perfecta», señala, y aboga por trabajar todos juntos para consolidar el complejo histórico-artístico.

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