violencia de género

La maltratada investigada en Zaragoza por enviar mensajes a su expareja respira aliviada

La jueza archiva la causa por no considerarla cooperadora de un delito de quebrantamiento de condena, pero la Audiencia de Zaragoza tendrá la última palabra.   

Imagen de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Imagen de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Oliver Duch

La jueza de Zaragoza que investigaba a una mujer maltratada por contestar a los mensajes de Whatsapp de su exmarido acaba de dar carpetazo al caso. O lo que es lo mismo, ha decidido dictar un auto de archivo provisional que permitirá a la encausada respirar aliviada. Por lo menos de momento, ya que su expareja y denunciante sigue empeñado en demostrar que fue ella la que de alguna manera le indujo a quebrantar la orden de alejamiento e incomunicación que se le impuso. Tanto es así que el hombre ha recurrido el sobreseimiento de la causa ante la Audiencia Provincial de Zaragoza, que será ahora quien tenga la última palabra.

Una condena de dos años de prisión por violencia de género puso fin en abril de 2022 a la relación del matrimonio, que tiene un hijo en común. Como él no arrastraba antecedentes, se le concedió la suspensión de la pena y no pisó la cárcel. Sin embargo, tenía prohibido ponerse en contacto con su exmujer y siguió llamándola por teléfono y escribiéndole mensajes. Aquello le costó una nueva denuncia por quebrantamiento de condena cuyo juicio todavía no se ha celebrado. Pero siguiendo la máxima que asegura que la mejor defensa es un buen ataque, el hombre optó denunciar también a la madre de su hijo. Y consiguió que un juzgado abriera diligencias contra ella como presunta cooperadora del delito de quebrantamiento.

“El propio denunciante reconoció que tiene una orden de alejamiento e incomunicación respecto de su expareja y que, pese a ello, fue él quien le mandó unos mensajes para obtener determinada documentación, mensajes que fueron contestados por ella”, dice la magistrada en su auto. “Sin que ello la convierta en cooperadora del presunto incumplimiento de la orden de alejamiento”, sentencia a continuación. Y por no apreciar ilícito alguno, procede a decretar el archivo provisional de la causa.

Antes de tomar una decisión, la jueza citó a declarar a la maltratada para conocer su versión, trámite que ella aprovechó para explicar que siempre era el denunciante quien se ponía en contacto con ella. Según esta, solo respondía a aquellos mensajes de Whatsapp que su abogada de oficio le decía que podía contestar. Aclaró también que jamás ha cogido las llamadas de teléfono que le hace el padre de su hijo.

Le atribuye una “colaboración activa”

El denunciante confía en que la Audiencia de Zaragoza revoque la decisión de la jueza de instrucción, ya que está convencido de que el delito que atribuye a su ex mujer se ha cometido. “Con su conducta, participaba de manera activa en la comisión de un delito por parte de un tercero, con conocimiento de causa del ilícito penal cometido”, asegura. Pero va más allá, y el hombre acusa también a la maltratada de un delito de desobediencia por, supuestamente, incumplir de forma reiterada el régimen de visitas del menor. Algo que el padre ya trasladó al Juzgado de Violencia sobre la Mujer que dictó las medidas del divorcio litigioso.

El hecho de que una víctima de violencia de género acabe investigada por presuntamente incumplir la orden de alejamiento que ella misma solicitó no deja de ser inusual. Por ello, después de que la jueza encargada de dirimir la cuestión haya dado carpetazo al tema, será interesante ahora conocer cuál es la posición de los magistrados de la Audiencia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión