Susto por un falso aviso de bomba en el instituto de Ateca: "O desalojan o van a morir todos"
400 personas -estudiantes, docentes y sanitarios del centro de salud cercano- estuvieron unas tres horas hasta que acabó de comprobarse el edificio.
El IES Zaurín de Ateca -al que entre semana acuden más de 400 personas entre estudiantes, docentes y trabajadores- y el centro de salud situado a escasos metros -en el que había seis sanitarios, una administrativa y varios pacientes- han sido desalojados en la mañana de este viernes por un falso aviso de bomba.
Según ha podido saber HERALDO, la llamada la ha atendido el personal de administración a las 9.10 de la: "O desalojáis o en una hora van a morir todos". Acto seguido, se ha comunicado a jefatura del centro, que lo ha transmitido a la Guardia Civil y se ha aplicado el protocolo para que los presentes salieran al exterior de las instalaciones. La benemérita ya ha iniciado la investigación. El instituto abre de 16.00 a 19.00 para que los afectados recojan sus pertenencias.
"No habíamos hecho más que empezar la segunda hora cuando ha sonado un pitido tres veces y como el simulacro de incendio fue hace poco nos ha parecido raro", contaba Carmina, una de las profesoras del centro, que ni se había puesto su abrigo. Otras compañeras de claustro reconocían que habían salido "sin coger nada": "No llevo ni el móvil e imagino que los grupos de Whatsapp estarán echando humo y yo sin poder contestar", decía una docente mientras le pedía el móvil a otra profesora. Sobre las 11.00 de la mañana los siete autobuses de las distintas rutas escolares recogían a los estudiantes de los pueblos cercanos para llevarlos a sus domicilios.
Durante casi tres horas, algunos afectados que se habían dejado sus pertenencias en el interior de las instalaciones o tenían el coche en el perímetro de seguridad han tenido que esperar pacientemente a que la benemérita acabase de comprobar clase por clase. "Tengo las llaves en la mochila y no puedo ir al piso donde vivo de alquiler", reconocía Ariadna Masa, matriculada en el ciclo de Protección Civil y Emergencias. En el caso de Marcos Gabarre, también del mismo programa, el aviso ha llegado "en medio del examen de recuperación". Muchos de los estudiantes se encontraban con pruebas a medio realizar, por hacer durante la mañana o que llegarán la semana que viene.
Otros partían esta noche con destino a Londres y necesitaban recuperar su documentación para poder tomar los vuelos. Pasadas las 12.15 se permitía el regreso a las aulas para recoger las pertenencias. "Es una broma de muy mal gusto, pero que nunca había pasado", reconocía María Blasco, la directora del IES. Desde Delegación del Gobierno se indicaba ya al principio del episodio que la Guardia Civil daba una "credibilidad muy baja" al aviso, como así se confirmaba después.
En el caso de Pilar Gistas y Mónica Moreno, médica y enfermera respectivamente, el aviso de desalojo les llegaba en medio de la consulta. "Estábamos poniendo una vacuna. La hemos puesto y hemos salido", decían con la bata asomando por debajo del abrigo. "Hemos podido sacar el coche de urgencias por si tenemos que atender alguna llamada", reconocía antes de que se desinstalase el perímetro de seguridad.
