Economía

La falta de mano de obra cualificada lastra las reformas de las viviendas en Zaragoza

La escasez de albañiles oficiales, peones de obra, electricistas y demás profesionales hace que las renovaciones integrales se retrasen meses.

Una reforma integral de una vivienda del paseo de Sagasta, finalista de la Gala aragonesa de la Edificación.
Una reforma integral de una vivienda del paseo de Sagasta, finalista de la Gala aragonesa de la Edificación.
Mustt Estudio

"Hoy te puedo decir que faltan profesionales, pero te podría decir lo mismo el 4 de enero del año que viene. Es un problema muy prolongado en el tiempo". Así de tajante describe la situación Joaquín Arpa, director general de Reformas SyR Arpa, una empresa de referencia en Zaragoza en lo que a renovaciones integrales de vivienda se refiere. Precisamente, este tipo de obras están sufriendo varios retrasos por la escasez de mano de obra cualificada, según explican fuentes del sector.

Esta situación ya la advirtió la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) el pasado mes de abril. El 65% de las empresas del sector ve difícil encontrar personal tanto cualificado como no cualificado, circunstancia que no solo afecta a las viviendas de obra nueva, sino también a las reformas integrales, que también requieren de un alto nivel técnico y, sobre todo, especializado, para no acabar haciendo "chapuzas". De hecho, la Fundación Laboral de la Construcción lanzó un nuevo curso de Formación Profesional en Huesca para intentar paliar este problema, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, ya que se calcula que se necesitan entre 6.000 y 8.000 profesionales en el sector y de estos cursos (hay seis en total) salen unos 200 formados.

"Acabo de hablar con un compañero que hace reformas en Huesca y Barcelona y el problema no es que haya muchísima demanda o que a la gente le falta dinero, el inconveniente es la falta de profesionalismo en los gremios", asevera Arpa. En la Formación Profesional "los niveles de exigencia son más bajos", por lo que no se suple esa carencia de especialistas en colocar azulejos o en pintar las paredes, por ejemplo. "Arquitectos e ingenieros hay, pero faltan profesionales sectoriales en el gremio", añade.

Esto se traduce en una demora en los plazos desde que se pide el presupuesto de la obra hasta que se comienza a ejecutar. "En una reforma integral de una vivienda de entre 80 y 90 metros cuadrados, algo habitual, la espera se nos va ahora mismo hasta los 75 días", asevera el director general de Reformas SyR Arpal. Es decir, dos meses y medio. Incluso, se podría encarecer, dado que contratar un albañil oficial de primera y de segunda, por ejemplo, es mucho más caro que antes. "Cobran unos 4.000 euros al mes", precisa.

Además, cabe la posibilidad de que, si se establece un presupuesto abierto, éste suba a la hora de ejecutar la reforma, aunque es una situación que en Zaragoza no se suele dar, ya que los costes de los materiales no fluctúan tanto. "Al no ser grandes proyectos de arquitectura, el material está más o menos consolidado en su precio. Las empresas proveedoras mantienen el mismo coste durante seis o siete meses", dice Joaquín Arpal, quien incide en que el principal problema de este sector es "la escasez de profesionales buenos", ya que los que ya están en el mercado "cada día son más caros".

En su empresa hay un total de 12 trabajadores. Manifiesta la dificultad de, incluso, encontrar a alguien a quien formar: "Ahora que la gente que se coge de prácticas nos cuesta dinero, no contemplamos coger a un peón de obra para formarlo. Optaría por coger un oficial de tercera, pero ya me costaría más caro", asevera Joaquín Arpal. 

Esta vivienda ha recibido una mención en la presente edición del Trofeo Ricardo Magdalena.
Esta vivienda ha recibido una mención en la presente edición del Trofeo Ricardo Magdalena.
Cronotopos

Desde Marcos Reforma, otra empresa zaragozana, confirman la ausencia de personal cualificado: "Especialmente, en lo que respecta a fontaneros, electricistas... Al haber menos gente, evidentemente hay retrasos en las reformas de las viviendas". Lo cifran en, mínimo, un mes de demora hasta que se pueda pedir un presupuesto tras una visita. "No es tanto como en otras grandes ciudades, como Madrid, donde hay todavía más volumen, pero depende de la empresa", añaden. La compañía la forman nueve trabajadores, que se van cubriendo porque son siempre los mismos, pero "hay falta de relevo generacional".

"Lo primero que pedimos es que tenga la documentación al día y los papeles en regla. A partir de ahí, que ya es muy complicado, se busca al trabajador especialista", resume Joaquín Arpal. Cada especialidad requiere su técnica y "el cliente, como es lógico, es cada día más exigente". "Si yo me gasto 40.000 euros en una reforma integral para mi hogar, que es muchísimo dinero, hay que ser muy exigente. Ya no llegamos a hacer chapuzas de dejar la obra a mitad o cosas así", reconoce el director general de Reformas SyR Arpa. En este sentido, dice que el propio mercado es el que selecciona entre empresas de reformas (contabiliza unas 10 en Zaragoza) y particulares. "Para nosotros es importantísimo el boca a boca", especifica.

Así, la falta de profesionales no solo lastra las reformas, sino que impide que algunos trabajadores puedan jubilarse a la edad deseada y que no haya relevo generacional. "En este gremio, la edad suele ser de 65 años. Es un trabajo muy duro. Si alguien se te jubila y no has hecho su sustitución, estás trabajando para morir", sentencia.

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