transporte público

Avanza defiende la seguridad de los nuevos autobuses de Zaragoza ante las protestas de los trabajadores

Los vehículos de Irizar tienen todas las homologaciones obligatorias pero los conductores dicen que la visibilidad lateral no es suficiente.

Un autobús eléctrico ie tram de Irizar en el paseo de Pamplona de Zaragoza.
Un autobús eléctrico ie tram de Irizar en el paseo de Pamplona de Zaragoza.
Francisco Jiménez

La concesionaria del bus urbano de Zaragoza volvió este jueves a defender la seguridad de los nuevos autobuses eléctricos frente a las críticas de los trabajadores. Los conductores aseguran que la visibilidad es más reducida que en el resto de vehículos de la flota y se concentraron en la plaza de España para exigir medidas. Desde la empresa Avanza sin embargo reiteran que cuentan con todas las certificaciones obligatorias, además de estar equipados con elementos adicionales que ayudan a detectar obstáculos y a que la circulación sea más eficiente.

Los nuevos buses verdes que circulan por las calles de la ciudad, los ie tram de Irizar, superan el estándar europeo sobre visibilidad, concretamente el European Basic System of the Future que exige la asociación internacional de transporte público, ofreciendo mayores ángulos libres de obstáculos que los establecidos como límite. También obtienen el certificado de Reino Unido (Bus Safety Standards), con un 77% de visión directa frente al 74% que exige la norma.

Además, con su forma similar a la de un tranvía, con la parte delantera que se agranda conforme llega al suelo, se busca proteger a los peatones ante posibles impactos. Según indican desde la empresa que los fabrica, ante un atropello frontal, la mayor distancia con la parte superior de la luna minimiza el golpe y reduce el riesgo de lesiones cerebrales o de que se produzcan accidentes mortales.

Protesta de los trabajadores en la plaza de España.
Protesta de los trabajadores en la plaza de España.
Álvaro Sánchez

Para circular solo necesitan los citados certificados, pero desde Avanza e Irizar insisten además en que los vehículos están dotados de sistemas adicionales que incrementan la seguridad. Citan la tecnología Mobileye, que permite asistir a los conductores alertándoles de posibles situaciones de riesgo. Entre otras cosas, cuentan con un asistente de giro que advierte sobre la presencia de un peatón, un ciclista o algún otro tipo de peligro en un punto ciego. Con una señal de color amarillo, se avisa de la necesidad de incrementar la precaución, mientras que una roja, acompañada de una alerta acústica, indica que la colisión es inminente y que se debe actuar de inmediato.

Piden una reunión

No resultan, sin embargo, suficientes estos sistemas para los conductores, que aseguran que la visibilidad no es la adecuada. Sobre todo, a la hora de girar a la izquierda. Explican que la parte de la carrocería que une la luna delantera con la ventana lateral es más gruesa que en un autobús regular, debido a que el cristal delantero es más reducido, igual que el de un tranvía. Es ahí donde se ubica la pantalla que sirve de espejo retrovisor y que muestra las imágenes que captan las cámaras en el exterior, con mayor amplitud que un espejo, tal y como recalcan desde Irizar.

Sin embargo, se forma por ello, aseguran los conductores, un ángulo muerto, que según muestran en unas imágenes impide ver con facilidad, por ejemplo, a una moto situada a la izquierda del vehículo. Además, el asiento del conductor está más cerca del cristal que en otros buses, lo que, dicen, limita también el campo de visión.

La empresa, no obstante, niega que estos factores causen un problema de seguridad y aseguran que únicamente forman parte del diseño del propio vehículo. Igual que ocurre con los coches que tienen carrocerías y ángulos de visión diferentes sin que eso implique que no puedan circular. Recuerdan también que el ie tram circula en ciudades como Bilbao, Barcelona, Pamplona o Madrid y en otros países como Francia, Inglaterra o Suiza.

Algo más de medio centenar de trabajadores acudieron ayer a la concentración, en la que volvieron a exigir una reunión a la concejala de Movilidad, el jefe de la Policía Local y a la propia Avanza. «No queremos esperar a un atropello mortal para que nos tomen en serio», clamaron, y anunciaron que hoy se reunirá el comité para «tomar las decisiones oportunas». El presidente de los representantes de los trabajadores, José Manuel Montañés, aseguró que sobre la mesa están todas las opciones, sin cerrar la puerta a la huelga.

Actualmente, hay 51 vehículos de estas características en servicio, tanto de 12 como 18 metros, e irán llegando más hasta alcanzar los 68 adquiridos. El Ayuntamiento también comprará otros 40 buses eléctricos con fondos europeos, aunque el modelo aún está por determinar y se elegirá previsiblemente después de Navidad.

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