El choque entre Chueca y Ranera tensiona el pleno y Vox salva a Gaudes de la reprobación

El PP afea al PSOE que no aclare su postura con la amnistía, pero se desmarca de la extrema derecha y vota en contra una moción en la que hablaban de "golpe de Estado".

Víctor Serrano, Natalia Chueca, Ana Becerril y Lola Ranera, este jueves, en el pleno.
Víctor Serrano, Natalia Chueca, Ana Becerril y Lola Ranera, este jueves, en el pleno.
Oliver Duch

Alta tensión en el pleno municipal. Más, incluso, de lo que se estila. La crispación nacional no invita a debates sosegados que permitan al Gobierno y la oposición cerrar acuerdos por el bien de los ciudadanos. La derecha insiste en que la amnistía y la desigualdad que emana de los pactos nacionales importan en la capital tanto o más que los servicios que se prestan. La izquierda, en cambio, intenta centrar el debate en lo local, en el día a día, aunque todas las resoluciones y mociones acaben en el mismo sitio. El choque entre la alcaldesa, la popular Natalia Chueca, y Lola Ranera es de los que se recuerdan. Al Justicia de Aragón pedirá amparo la socialista por considerar que la regidora le quitó la palabra sin motivo en el pleno, aunque los populares aseguran que les asistía el reglamento.

Vox y PP, PP y Vox, escenificaron varios desencuentros, y desde el inicio del pleno. En la primera sesión ordinaria del mandato con la derecha compartiendo bancada, Chueca les conminó a que "estabilicen" sus decisiones para no seguir "cambiando de lado". Se repartieron recíprocamente una de cal y otra de arena. David Flores (Vox) salvó a la concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, de la reprobación por el error en las ayudas del bus que podría costarle a la ciudad 7,5 millones, y la felicitó, incluso, por reconocer el fallo y buscar una solución. La defendió casi tanto como el portavoz del PP, Ángel Lorén, que desvió, hábil, el foco y lo situó en el PSOE sembrando dudas sobre su ayuda para solventar el error ante el Gobierno central que dirige Pedro Sánchez.

El socialista Chema Giral lanzó al Gobierno municipal un aviso a navegantes: "Han cesado a un concejal por un error administrativo", y recomendó a Chueca que baje la intensidad de las críticas a Óscar Puente, ministro de Transporte, ante un "hecho bochornoso y un error mayúsculo".

Volvieron a ser, de nuevo, la ley de amnistía y los pactos para formar Gobierno el detonante de los momentos más tensos de la sesión. Quería Vox que todos los plenos empezaran con palabras del presidente de la mesa de repulsa del "golpe de Estado perpetrado por el PSOE y sus socios". Y la concejala Eva Torres volvió a comparar a Sánchez con Adolf Hitler.

Suso Domínguez, de ZEC, confesó que con la "traca final" al "compendio de despropósitos de Vox" ya no sabía si tomárselo a chiste, optar por la confrontación o apelar a la razón. Será, le afeó la de Vox, porque ellos son "cómplices del golpe".

Ranera insistió en que Chueca no debería haber consentido un debate en esos términos, crítica que la regidora rebatió. La socialista apeló a la "responsabilidad democrática", a que la alcaldesa esté al servicio de todos los ciudadanos y manifestó que el Ayuntamiento "ha matado a tres personas por no haber hecho un plan de seguridad", palabras que, al ser apercibida, matizó.

El PP intentó suavizar con una enmienda la moción del golpe de Estado  de Vox, los de la extrema derecha la rechazaron, y los populares votaron con PSOEy ZEC ‘no’.

Con un perfil más institucional, buscaron los populares que el PSOE se posicionara sobre la amnistía con el ‘gancho’ de la conmemoración del 45 aniversario de la Constitución y la petición al Gobierno de Sánchez del cese de la concesión de privilegios económicos a los independentistas y nacionalistas.

Alfonso Gómez Gámez replicó que la igualdad es que los ciudadanos tengan acceso a la sanidad y la educación y que "no se ocupan de la ciudad". Ranera calló, y Chueca se lo reprochó: "El PSOE de Aragón no tiene ni un ápice de dignidad. Se han vendido a Puigdemont y no hacen un liderazgo que merezca la pena".

La exliberal Sara Fernández fue objeto de críticas directas por parte de Vox, que pidió sin éxito la desaparición del Patronato de Turismo, cuya función defendió José Ángel Subirá, en representación del sector, y una gestión más eficiente en materia cultural.

ZEC pidió, sin éxito, aumentar las plazas de agentes de igualdad y reforzar los talleres contra la violencia machista, en una semana en la que España alcanza las 55 asesinadas. Eva Torres, de Vox, reivindicó la "libertad frente al comunismo" e instó a impedir que "la izquierda convierta a las mujeres en un negocio político" con "más carguitos y chiringuitos". La popular Marian Orós, concejala de Acción Social, abogó por trabajar juntos, con medidas serias, y por huir de la demagogia. "La violencia de género hay que combatirla. Ustedes han comprado debates feminazis. Nosotros no nos hemos movido ni un ápice del pacto de Estado", zanjó.

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