La joven de Zaragoza acusada de matar a su novio y ocultar una hora el cadáver se juega 15 años de cárcel

La defensa niega el crimen perpetrado en febrero en Zaragoza y dice que la mujer sufrió una agresión, pero los forenses no le vieron lesiones recientes. 

Una policía entra en el edificio de la avenida de Madrid de Zaragoza donde se ha producido el homicidio.
Una policía entra en el edificio de la avenida de Madrid de Zaragoza donde se produjo el homicidio.
José Miguel Marco

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza acaba de dictar auto de apertura de juicio oral por el crimen de la avenida de Madrid, del que fue víctima Sliman Guiz (26 años) el pasado 5 de febrero y por el que la familia del fallecido y la Fiscalía acusan a su pareja, Natalia Chiguachi Castrillón (32). La mujer negó desde el primer momento haber clavado un cuchillo a su novio, con el que llevaba saliendo desde agosto del año anterior pero con el que no convivía de forma habitual. Sin embargo, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional reunió numerosas pruebas contra ella y ahora se enfrenta a una condena de hasta 15 años por un delito de homicidio.

Los hechos se sucedieron a lo largo de la madrugada. Según algunos testigos, la pareja mantuvo una primera discusión en la calle sobre las 3.25, introduciéndose ambos un rato después en el domicilio donde residía como okupa Sliman, en el número 273 de la avenida de Madrid. Allí, sobre las 3.49, varios vecinos escucharon gritar socorro a Natalia, por lo que llamaron asustados a la Policía Nacional.

Cuando los agentes se presentaron en la vivienda, el hombre ya no estaba allí, puesto que al oírlos llegar parece que saltó por una ventana a un patio interior. Preguntada por lo ocurrido, la encausada reconoció que había mantenido una discusión con su novio, pero ni siquiera llegó a darles el nombre de este. Al final, ante la insistencia de los funcionarios, que permanecieron durante una hora en la casa, la mujer les dio una identidad falsa.

Para la Fiscalía y la acusación particular, a cargo del abogado Alejandro Giménez, resulta llamativo que si la mujer realmente se sentía atemorizada no aprovechara la visita de la Policía para abandonar aquel domicilio y marcharse a su casa. Pero no lo hizo, y tampoco tuvo ningún reparo en volver a abrir después la puerta a su pareja. Según los investigadores, Sliman regresó sobre las 5.49, pero desde ese momento y hasta las 8.30, nadie volvió a escuchar discusiones o gritos en el inmueble.

Tardó 5 minutos en morir

Como recuerdan las acusaciones, fue a primera hora de la mañana cuando se inició una nueva disputa entre la pareja. Y sería en el transcurso de esta refriega cuando ella clavó un cuchillo a su novio en el hemitórax izquierdo que le alcanzó el corazón y le hizo caer al suelo. La autopsia señaló que la herida fue mortal de necesidad, pero el fallecimiento no fue instantáneo, ya que no se produjo hasta que el saco pericárdico se llenó de sangre e impidió bombear al corazón. En cualquier caso, los forenses consideran que entre la cuchillada y el fallecimiento no transcurrieron más de 5 minutos. Cuando el hombre se desplomó, los vecinos escucharon un golpe seco. Después se hizo el silencio.

La Fiscalía y la acusación particular recuerdan en sus escritos de calificación que no fue hasta las 9.57, casi una hora después del acuchillamiento, cuando Natalia Chiguachi llamó al 112 para comunicar que su pareja que se había caído y «pinchado» con algo. De hecho, cuando la Policía regresó al domicilio, dejó entrever que el fallecido podía haberse clavado alguna pieza de un patinete eléctrico.

La defensa, de la que se encarga el abogado Juan Carlos Macarrón, mantiene la tesis de la muerte accidental y alega que lo único que hizo la acusada fue defenderse de una agresión. Sin embargo, a esta no se le apreciaron lesiones recientes que puedan acreditar dicho ataque.

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