No es la primera vez que se dejan ver en Zaragoza y en esta ocasión no lo han hecho en solitario. Acompañados de decenas de falsos "cadáveres", activistas del movimiento Brigada Rebelde Roja, vestidos -como parece ser habitual- con túnicas rojas de cabeza a los pies, la cara pintada de blanco y marchando con un parsimonioso caminar, han reaparecido durante la tarde de este martes en la capital aragonesa para alertar de los peligros del cambio climático.

Coincidiendo con el Día Internacional contra el Cambio Climático, han improvisado sobre las 18.00 un cementerio con tumbas en las inmediaciones de la Plaza de Santa Engracia, que enseguida ha acaparado la atención de muchos viandantes que se han topado con esta escenificación que ha tenido como principal protagonista a la muerte. El fin de la vida como consecuencia provocada por diferentes causas asociadas al aumento del calentamiento global, que han sido plasmadas a modo de lápida para alertar del riesgo inminente al que se enfrenta la humanidad.

“Muerte por inacción de los Gobernantes ante el cambio climático”, “Muerte por enfermedad respiratoria debido al cambio climático” o “Muerte por hambruna” han sido algunos de los epitafios que se podían leer en el suelo, junto a actores que hacían de difuntos envueltos en lo que parecían simular los clásicos sudarios.

Bajo el lema ‘La inacción climática mata’, la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón convocó hace unos días esta concentración para reivindicar la grave situación de crisis climática e involucrar a la Comunidad en la lucha contra esta problemática para atajar el calentamiento global.

Este acto se ha producido tan solo dos meses después de que la misma organización denunciara la eliminación de la Dirección General del Cambio Climático del Gobierno de Aragón, del que criticaron que no recogiera “ninguna mención a la crisis climática en su programa”, algo que consideraron “inaceptable” y una “irresponsabilidad”.