Una ex pareja de Zaragoza, acusada de abusos sexuales a la cuidadora de su hija
La Fiscalía pide en el juicio penas de multa y los imputados niegan los hechos. La empleada los denunció también por robo.
La denuncia presentada en diciembre de 2021 por una inmigrante marroquí por presuntos abusos sexuales de su empleador y de la exmujer de este ha llevado al banquillo a estos últimos. La denunciante ya no se encuentra en España y este miércoles declaró desde Suiza a través de una videoconferencia. A pesar de las dificultades de la conexión, ratificó todo lo que en su día dijo en el juzgado.
Ante la Audiencia de Zaragoza mantuvo que en junio de 2021 respondió a una oferta de trabajo que había hecho E. P. P. para trabajar de empleada de hogar a cambio de cama y manutención. El primer día, dijo, estando en cocina le tocó las nalgas, el pecho y le dio un beso en la boca. "Yo le dije que había ido a trabajar, no a otra cosa", manifestó. Ese comportamiento se repitió en otra ocasión, aunque no lo denunció.
Respecto a la acusada, P. A. E., exmujer de E. P. P., contó que un día también intentó besarla y le ofreció 50 euros para mantener una relación sexual, que ella rechazó. Tampoco denunció este episodio y solo fue a la Guardia Civil cuando encontró abierta la puerta de su cuarto, que cerraba con un candado, y le faltaban objetos personales.
Los dos acusados desmintieron estos hechos. E. P. P. dijo que no la contrató como empleada interna sino solo para que recogiera a su hija pequeña el viernes en el colegio y se hiciera cargo de ella hasta el lunes por la mañana, pues tenía su custodia el fin de semana. "No es cierto lo que dice. Además, a mí no me atraía para nada. Era ella la que me pedía que la invitara a salir por ahí", afirmó. Apuntó, también, que no se cree que su ex le hiciera tocamientos o proposición alguna.
P. A. E. coincidió en la apreciación e hizo hincapié en que la denunciante no le dio confianza desde el principio. Ambos rechazaron que se apoderaran de objetos personales como ropa deportiva o alguna joya.
La Fiscalía solicitó dos penas de diez meses de multa para el acusado y una para su exmujer y atribuye a ambos un delito leve de hurto. Mientras, la abogada de la acusación, Susana Barca, solicita dos años de cárcel por los abusos y lo que califica de robo con fuerza, y 600 euros de indemnización. Mientras, las defensas, a cargo de Josefa Fernández-Pacheco y Yolanda Remacha, plantearon la absolución de sus cliente