Los forenses aseguran que Laia pasó 48 horas agonizando debido a una peritonitis muy dolorosa

Los especialistas que examinaron a la madre de la niña fallecida y a su expareja aseguran que no presentan ninguna incapacidad psicológica o mental que les impidiera ser consciente de sus actos.

Juicio por la muerte de la pequeña Laia
Los acusados, durante un momento del juicio.
Oliver Duch

El jurado que decidirá si Vanesa Muñoz y Cristian Lastanao son o no culpables de la trágica muerte de Laia, de dos años, e hija de la primera, ha podido escuchar este miércoles por boca de los forenses que le practicaron la autopsia cuán agónicas y tortuosas fueron sus últimas 48 horas de vida. Porque, como han enfatizado los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), la peritonitis que causó la muerte de la niña se produjo el 20 de enero de 2021, el día anterior a su fallecimiento. Según estos, fue un fuerte golpe en el abdomen el que provocó a la menor la rotura del duodeno. Una lesión especialmente dolorosa que soportó sin ningún tipo de asistencia sanitaria, ya que ni su madre ni la expareja de esta llamaron a urgencias. Y cuando lo hicieron, en torno a las 23.00 del día 21 de enero, ya no había solución.

Los forenses han ilustrado al tribunal popular sobre el centenar de lesiones -algunas recientes y otras antiguas- que presentaba el cadáver de Laia apoyándose en distintas fotografías. Dada la dureza de las imágenes, el magistrado-presidente del tribunal, Alfonso Ballestín ha decidido que esta parte del juicio se celebrara a puerta cerrada para el público. Según ha podido saber HERALDO, los doctores José Manuel Arredondo y Salvador Baena han recordado al jurado que la rotura del duodeno es una lesión típica en los casos de maltrato infantil. Y sin poder precisar cómo o con qué se produjo el golpe -si con una patada, rodillazo, etc...-, los peritos han dejado claro que era visible el hematoma que había causado esta lesión tan grave.

Durante la tercera sesión del juicio, ya en audiencia pública, se han podido escuchar los conclusiones de los profesionales que examinaron a los procesados -para los que las acusaciones solicitan la prisión permanente revisable- para valorar si cuando sucedieron los hechos tenían o no mermadas sus capacidades cognitivas o volitivas.

La doctora Cristina Andreu, que fue la psicóloga que vio a la madre de Laia, ha explicado que esta presenta una “inteligencia límite, lo que no conlleva una discapacidad”. “Era sobradamente capaz de valorar la licitud de los hechos que se enjuician”, ha apuntado. La especialista no encontró a la mujer ningún trastorno de personalidad, pero ha querido ahondar sobre algunos rasgos de Vanesa Muñoz. “Tiene una clara tendencia a la desconfianza y una personalidad muy inestable emocionalmente; es muy impulsiva y tiende a mostrarse desafiante; es muy difícil que cambie de forma de opinar; es muy egocéntrica y suele mostrar agresividad en situaciones de desacuerdo. Ha desarrollado estrategias un poco duras para sobrevivir. Pero no hay alteraciones psicopatológicas”, ha concluido.

Respecto a la capacidad mental del procesado Cristian Lastanao, el doctor del IMLA Eduardo Cantón, que fue con quien se entrevistó, ha señalado que “es perfectamente normal y no tiene ninguna merma sobre su capacidad e inteligencia”. Preguntado por si este podría tener una conducta sumisa respecto a Vanesa, el forense ha puntualizado que “eso fue lo que manifestó él”. “Lo que no significa que sea cierto”, ha añadido.

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